El ADN migratorio de Uruguay
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Gráficos realizados conjuntamente con Armando Hernández
Durante más de un siglo, Uruguay ha sido destino de diferentes olas migratorias que no solo incluyeron a los europeos que forjaron gran parte de su identidad nacional, sino también, más recientemente, a comunidades del Caribe, Asia y otras regiones de América Latina. Estas migraciones sucesivas han ido moldeando silenciosamente el carácter nacional uruguayo, su gastronomía, sus barrios y hasta su forma de hablar. Hoy, cuando los uruguayos caminan por Montevideo o el interior, conviven con los rastros de todas estas culturas sin siquiera darse cuenta. Lugares como Nueva Helvecia o Colonia Valdense en el departamento de Colonia muestran tambié estos patrones. El análisis de estos flujos migratorios permite comprender los procesos de transformación demográfica y cultural que han configurado la sociedad uruguaya contemporánea.
En este análisis realizaremos una descripción de los datos del censo de 2023 y los compararemos con el censo de 1908 para comprender mejor el ADN migratorio de Uruguay. Esta perspectiva de largo plazo nos permitirá identificar tanto las continuidades como las transformaciones en los flujos migratorios, examinando cómo han evolucionado los países de origen, las características demográficas de los migrantes y los patrones de asentamiento. El objetivo es trazar un mapa comprensivo de cómo la inmigración ha moldeado la composición poblacional uruguaya a lo largo de más de un siglo.
¿Qué nos dice el censo de 2023?
Al revisar los datos del censo de 2023, observamos que en Uruguay residen aproximadamente 108,000 migrantes. Para este análisis, hemos definido como migrante a toda persona que residía en un país diferente a Uruguay al momento de nacer. La Gráfica 1 revela un patrón interesante: dentro de los países con mayor cantidad de migrantes, 7 de los 10 son naciones latinoamericanas, mientras que los tres restantes corresponden a Italia, Estados Unidos y España.
Este panorama refleja claramente los patrones geográficos que caracterizan la migración hacia Uruguay, donde la proximidad regional juega un papel fundamental. Brasil y Argentina, países fronterizos, se posicionan naturalmente entre las principales fuentes de migración. Sin embargo, también destaca la presencia significativa de cubanos y venezolanos, evidenciando los efectos más recientes de las crisis políticas en estos países. Finalmente, la persistente presencia de Italia y España en el ranking demuestra la fortaleza de los patrones históricos de migración, que continúan vigentes a pesar del paso del tiempo.
La Gráfica 2 muestra las diferencias temporales en la llegada de estas personas a Uruguay desde 1900, revelando patrones migratorios muy distintos según el país de origen. Mientras que la llegada más reciente de españoles e italianos se concentra a mediados del siglo XX, posterior a la Segunda Guerra Mundial, también observamos un segundo pico de migración española alrededor del año 2000. Se observa cómo ha habido una caída importante de la migración italiana después de 1970.
Por otro lado, países como Brasil, Argentina y Perú muestran un incremento constante a lo largo del período analizado. Más notorio aún es el crecimiento acelerado durante el siglo XXI de migrantes provenientes de Colombia, Cuba, Venezuela y Estados Unidos. La Gráfica 3, que se enfoca únicamente en los últimos 23 años, evidencia de manera más clara el notable crecimiento en el número de cubanos y venezolanos, reflejando las dinámicas migratorias más recientes en la región.
¿Cómo se comparan los anteriores resultados con los patrones históricos?
Para lograr analizar los patrones históricos, nos remontamos al censo de 1908 utilizamos los datos recopilados por Arteaga, J y Puigross, E (1987b). Elegimos este censo porque recopila los resultados de las primeras olas migratorias a Uruguay que comenzaron durante el siglo XIX y de las políticas que utilizó el país para atraer mano de obre Europea ( Arteaga, J y Puigross, E, 1987a).Ya sobre inicios del siglo XX la importancia de la migración decreció dando a patrones más estables dentro de esta comunidad.
Al comparar los censos de 1908 y 2023 vemos cambios significativos en el perfil de la población extranjera en Uruguay. En lo que refiere a género, a comienzos del siglo XX los inmigrantes eran mayoritariamente hombres: seis de cada diez. Hoy la situación ses contraria ya que las mujeres representan un 53\% de la población migrante. La Gráfica 4 también muestra cómo cambió la distribución por edades. En 1908 los extranjeros estaban concentrados en la juventud adulta, sobre todo entre los 20 y 29 años. En 2023, en cambio, la mayor parte tiene entre 30 y 39 años y aparece con fuerza la presencia de personas mayores, especialmente entre los 70 y 99 años. Esto refleja el envejecimiento de comunidades que ya llevan décadas instaladas en el país. Lo que se mantiene en ambos censos es que los niños y adolescentes representan una porción pequeña dentro de la población extranjera.
La procedencia de los migrantes también se transformó de manera radical en el último siglo. En 1908 la gran mayoría de migrantes provenían de Europa, sobre todo de Italia y España, que juntos sumaban casi dos tercios del total. En 2023, esa presencia europea prácticamente desapareció: hoy Argentina es el principal país de origen, Brasil sigue teniendo peso y más de la mitad de los extranjeros proviene de una gran diversidad de países. Dentro de esa categoría se destacan dos corrientes migratorias en la última década: la llegada de cubanos y venezolanos al país en busca de refugio de contextos sociales, políticos económicos en sus países de origen. Estas comunidades se convirtieron en protagonistas de la nueva migración hacia Uruguay.
¿Cómo se incorporaron los migrantes económicamente en el país?
Cuando miramos los sectores de la economía donde trabajan los migrantes (Gráfica 5), también vemos un giro muy fuerte. Para poder realizar la comparación, usamos los datos del censo de 2023 y los ajustamos de la forma que nos pareció más adecuada a las categorías de 1908. En 1908 los extranjeros fueron protagonistas en áreas estratégicas de crecimiento del país: cerca del 40% de la fuerza laboral (medida como la población económicamente activa) en comercio, banca e industrias de transformación. En 2023 su participación en cada sector es mucho menor, rara vez pasa del 5%. Además, dentro de la propia población extranjera económicamente activa cambió la distribución. Los migrantes hoy tienden a trabajar mucho más en comercio, servicios personales, cuidados y ocupaciones menos estables como repartidores. En resumen, la inmigración pasó de ocupar un lugar central en la economía de principios del siglo XX a tener hoy un papel más disperso y diverso bajo nuevas formas de inserción principalmente dentro del sector tercierio.
A manera de cierre
El análisis comparativo entre los censos de 1908 y 2023 revela una transformación profunda en el perfil migratorio uruguayo que va más allá de simples cambios demográficos. Uruguay ha transitado de ser receptor de una inmigración europea masiva y económicamente estratégica, a convertirse en destino de flujos migratorios más diversos y regionalizados, donde predominan las mujeres y los motivos de migración han evolucionado hacia la búsqueda de refugio político y oportunidades en un contexto latinoamericano.
Esta metamorfosis migratoria refleja no solo los cambios geopolíticos globales del último siglo, sino también la consolidación de Uruguay como un país de referencia regional en términos de estabilidad democrática y social. Si en 1908 los inmigrantes europeos llegaban para construir las bases económicas del país moderno, ocupando posiciones centrales en sectores clave, hoy los migrantes latinoamericanos (especialmente cubanos y venezolanos) buscan en Uruguay un refugio seguro ante las crisis de sus países de origen trabajando desde sectores mucho más comerciales.
Sin embargo, este cambio también plantea nuevos desafíos. La menor concentración sectorial de los migrantes actuales y su inserción en empleos más precarios sugiere la necesidad de políticas públicas más específicas para aprovechar plenamente el capital humano que representan estas nuevas corrientes migratorias. La diversificación de orígenes que pasó de estar dominada por dos países europeos a incluir una amplia gama de nacionalidades latinoamericanas enriquece culturalmente al país, pero también requiere estrategias de integración más complejas.
Referencias
Arteaga, J y Puigross, E (1987a) Legislación y Política Imigratoria en el Uruguay: 1830-1939 En: Arteaga, J., Balhanna, A., Silva, H., Gerpe, A, Martino, A., Puigross, E., Rodrígues, L., Westfalen, C., y Witter, J.S. Legislación y Política Inmigratoria en el Cono Sur de América. OEA e Instituto Panamericano de Goegrafía e Historia.
Arteaga, J y Puigross, E (1987b) Inmigración y Estadística en el Uruguay: 1830-1940. En: Arteaga, J., Balhanna, A., Silva, H., Gerpe, A, Martino, A., Puigross, E., Rodrígues, L., Westfalen, C., y Witter, J.S. Inmigración y Estadísitcas en el Cono Sur de América. OEA e Instituto Panamericano de Goegrafía e Historia.

Tomado de Razones y Personas. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución 3.0 No portada.