Yo cuido, nosotras cuidamos, ellas nos cuidan
Hace una semana el mundo celebraba el Día Internacional de la Mujer. Un sinfín de mensajes engolosinados del tipo “se escribe perfección pero se pronuncia mujer” que circularon en redes sociales y otros medios de comunicación fueron contrarrestados con noticias cuyo contenido abofeteaba cualquier festejo simple de ese día. Algunas fueron que una mujer murió en el Hospital de Clínicas por una complicación al querer abortar clandestinamente con Misoprostol y que Uruguay tiene una de las tasas más altas en América Latina de muerte ocasionadas por su pareja o expareja. En esta nota quiero problematizar un aspecto distinto de las desigualdades persistentes de género: la economía del cuidado y, principalmente, su relación con el servicio doméstico. El Panorama Social de América Latina 2009 (CEPAL 2009) nos alarma frente a lo que llama “la crisis del cuidado y la doble discriminación de género.” Allí se ofrecen datos de las encuestas de uso del tiempo para diversos países ...