“Un momento histórico para los homosexuales uruguayos” titulaba “Espectador.com” el pasado martes a propósito de la aprobación en Diputados del proyecto de Ley de Matrimonio Igualitario. [1] Y aunque todavía falta la aprobación en el Senado, todo indica que la nueva norma verá la luz sin inconvenientes. El título me dejó pensando. Las declaraciones de varios activistas pro-derechos de los homosexuales coincidían con el titular. Sin embargo, la aprobación de esta ley satisface a muchos más que a aquellos que se beneficiarán directamente con ella o a quienes estaban férreamente comprometidos con la causa. Al menos así lo sugieren los datos de opinión pública. Uruguay es el segundo país en todo el hemisferio con el mayor apoyo al matrimonio homosexual, apenas una décima por debajo de Canadá (67,1 y 67,2, respectivamente). Argentina, el tercer país con mayor nivel de apoyo al matrimonio entre personas del mismo sexo, está más de 10 puntos abajo (55,4). ...