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Mostrando entradas de octubre, 2012

Desastres

Uruguay enfrenta distintos tipos de desastres naturales con impacto inmediato en la vida humana: las inundaciones, las tormentas, y las temperaturas extremas, por mencionar los más relevantes.  Los fenómenos meteorológicos que comúnmente asociamos a un “temporal”, generan daños dispersos en amplios grupos poblacionales, y sus impactos se distribuyen en forma más o menos aleatoria. Las inundaciones, por el contrario, son eventos que se concentran en áreas específicas y afectan profundamente a grupos sociales más focalizados. El registro del número acumulado de afectados entre 1967 y 2010 por desastres naturales es cerca de 130 mil personas (1), de las cuales el 95% fueron afectadas por inundaciones, mientras que las tormentas y las temperaturas extremas se reparten el 5% restante (EM-DAT). Las medidas de prevención, especialmente en países en desarrollo, parecen ser irracionalmente inferiores a las necesarias. Uruguay no es una excepción. El p...

Tienes un correo

La idea es simple: si se envía un correo electrónico, siempre se espera una respuesta, relativamente rápida. El correo electrónico, presente desde 1961, ha revolucionado la forma en que nos comunicamos, con nuestras personas cercanas, nuestras organizaciones y nuestros gobiernos. Por todos nuestros discursos sobre el cambio entre las relaciones entre el Estado y la ciudadanía, una pregunta sigue siendo pertinente ¿Puede el Estado responder sus correos? En el 2007 un grupo de británicos, inquietos desarrollaron un software de código abierto llamado Alaveteli . El propósito del software es simple: habilitar a las personas a que realicen pedidos de información pública al Estado, de forma sencilla a través del correo electrónico. Basados en la ley de acceso a la información pública británica, el software entrega el pedido y calcula el tiempo que el Estado tiene para responder. La experiencia ha derivado en más de  100000 pedidos de acceso a la información, una comuni...

La investigación científica en el Uruguay*

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A mediados del siglo pasado, digamos en 1950, cualquier médico obstetra, en cualquier parte del mundo, conocía las investigaciones que Roberto Caldeyro y Hermógenes Álvarez llevaban a cabo en Montevideo. Del mismo modo, cualquier matemático interesado en el campo de las ecuaciones diferenciales, donde fuera que estuviere, conocía el trabajo de José Luis Massera, que completaba las investigaciones originales de Aleksandr Lyapunov en teoría de la estabilidad. Pero ellos eran los únicos, o prácticamente los únicos. Casi ningún otro investigador uruguayo de mediados del siglo pasado hacía un trabajo que fuera de referencia mundial. Desde luego, había en el país grandes investigadores, como Washington Buño o Clemente Estable, cuya producción intelectual tuvo sin embargo un impacto menor fuera de fronteras. En líneas generales no es exagerado decir que la investigación científica en el Uruguay de 1950 no existía, salvo como una práctica marginal, encarada con tesón, entusiasmo, entrega y...

Exigirnos más*

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Un hospital en el que no existen salas de internación no es un hospital, es un policlínico. Del mismo modo, una institución de educación terciaria en donde no se investiga no es una universidad; es justamente eso: un instituto de educación terciaria.  Ahora bien, difícilmente alguien pueda estar en desacuerdo si digo que las universidades tienen dos cometidos fundamentales: enseñar e investigar. También tienen otros propósitos como el de la extensión práctica de sus conocimientos hacia la sociedad. Pero investigación y enseñanza son sus cometidos principales y definitorios. En Uruguay hay problemas educativos en los tres niveles educativos (primaria, secundaria y terciaria). Eso no es novedad. Algo novedoso, en cambio, es el debate sobre el posicionamiento de las universidades uruguayas en el concierto mundial en relación a estos dos objetivos. Diferentes rankings internacionales consistentemente ubican nuestras universidades en lugares para nada privilegiados, no solo a escala ...

Volvé a tu casa… ¿cuando quieras?

Entre 2004   y 2005, si mal no recuerdo, se estrenó un programa de televisión en Uruguay que presentaba la situación de uruguayos que hab í an emigrado a diversos países, en su mayoría, tras la crisis del 2002. La cortina musical era “ Volvé a tu casa ” de la afamada banda No Te Va Gustar. Y la canción aun hoy, una década después de la mayor crisis del pa í s, con tasas inéditas de bajo desempleo y con un crecimiento sostenido, no deja de estar vigente. Uruguay es de los países más expulsores de América Latina. Entre 1963 y 1996, se estima que 480.000 uruguayos emigraron al exterior y entre 1996 y 2004 fueron 100.000. En 2005, se estimaba que casi 14% de los uruguayos viv í a fuera del país (Cabella & Pellegrino, 2005) . A partir de la Encuesta Nacional de Hogares Ampliada (ENHA 2006), se estimó que los emigrantes del período 2000-2006 eran mayoritariamente jóvenes varones de 20 a 29 años que se emancipaban por primera vez de su hogar de origen y buscaban mejores opor...