¿La rebelión de las maquinas?





Teniente Comandante Data. Fuente: Wikipedia
Hace escasos días el programa AlphaGo de la empresa DeepMind (propiedad de Google) venció a un jugar humano en el antiguo juego de Go. No es la primera vez que una maquina vence a un humano en un juego, pero si la primera vez que lo hace en un juego tan complejo. Desde hace un largo tiempo las “maquinas” han comenzado a aprender acerca de cómo – dentro de ciertos parámetros, emular y potencialmente mejorar el comportamiento de sus creadores humanos en varias áreas. En este artículo quiero aportar a la discusión acerca de que implican estos desarrollos para las ciencias sociales en el contexto de la llamada revolución de los datos

¿ Inteligencia Artificial?

Las modas en el mundo “digital” son cambiantes. La nueva palabra de moda sería “Inteligencia Artificial”, que según el diario El Observador acaba de desembarcar en Uruguay gracias a Ia empresa IBM. Sin embargo en Uruguay trabajan en estos temas personas desde hace posiblemente 30 años, entre ellos un uruguayo que en el 2006 también propuso principios para vencer a los humanos en el Go. Cómo indica el Dr. Guillermo Moncecchi en este post [1] el término inteligencia artificial- acuñado en 1954- ha pasado por una evolución pero el foco siempre se encuentra en que el dispositivo creado (en el mundo de hoy en general un programa) es inteligente si es capaz de percibir su entorno y tomar acciones que maximicen su probabilidad de éxito. En resúmen, un programa es inteligente si logra “entender” lo que pasa y si logra cumplir la tarea para la que fue diseñado con aceptable éxito. Las aplicaciones de este tipo de tecnología (en estados más o menos avanzados) son múltiples y se encuentran presente en nuestra vida diaria o podrían encontrase presente dentro de poco. ¿Que película ver en Netflix? ¿ Que se puede comprar en Amazon? ¿Deberíamos otorgarle un crédito a una persona? ¿ Deberíamos otorgar un beneficio social a esta persona? ¿ Deberían los choferes de Uber trabajar más horas? Voy a obviar los usos militares pues seguro usted recuerda Skynet

Muchas de estas preguntas requieren no solo de el desarrollo de programas informáticos que tengan determinados criterios, sino además de datos que los alimenten. Los programas son tan buenos como los datos que los alimenten, y que consecuentemente les permitan seguir aprendiendo. Estos datos puede provenir del gobierno, bajo la llamada agenda de datos abiertos, o pueden provenir de empresas o pueden provenir (y en general en última instancia proviene) de nosotros. Los datos son la llave para el desarrollo de este campo de maquinas más inteligentes.

 

 ¿ Una ciencia social de los datos?


Más temprano que tarde estas tecnologías van a escalar. El uso en el sector productivo y su alto valor agregado en términos de capital humano lo hacen un sector atractivo para invertir en formas alternativas de desarrollo. Sin embargo hace  largo tiempo que esto dejo de ser meramente un tema de tecnologías de la información y comunicación (o TICs) o meramente “innovación.” Existen varios trabajos que exploran el rol de los algoritmos (algunos de ellos inteligentes) en nuestra vida social. Existen instituciones trabajando sobre los aspectos éticos del uso masivo de datos y las tecnologías que posibilitan esos usos.  También existen expertos que reflexionan sobre los riesgos de estas tecnologías Y existen institutos a nivel global proponiendo los cimientos llamada ciencia social de los datos. Este  (¿nuevo?) campo requiere de trabajo interdisciplinario que no solo explore nuevos métodos sino que además conecte con las teorías disponibles en varios ámbitos de las ciencias sociales. La nueva realidad social será más cuantificable (y potencialmente más automática) pero el dar sentido a la misma, sigue siendo una tarea de los humanos.

Mi argumento es que Uruguay precisa constituir grupos de expertos que aporten a la  investigación básica y aplicada sobre estas nuevas metodologías para favorecer su desarrollo en lo que se configura como un nuevo campo. El uso de datos en diversos áreas (notoriamente gobierno y sector productivo) promete aportar a ese desarrollo. Pero a su vez precisamos reflexionar sobre los impactos de estas actividades más allá de lo estrictamente productivo. Esta convergencia requiere de una interdisciplinariedad generalmente denostada a nivel de los silos académicos tradicionales. Requiere reflexionar para regular y actuar sobre el impacto de estos nuevos métodos y de nuestros numerosos ayudantes “inteligentes”. Al final del día requiere entender, que las decisiones de cómo se crean estas nuevas realidades y a quiénes terminan sirvendo, es una decisión, que lejos de ser automática, seguimos tomando los humanos. 

[1] Para un entendimiento más profundo del tema de Inteligencia Artificial recomiendo la lectura de Inteligencia Artificial y el camino hacia #AIUy de Guillermo Moncecchi. 

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