El problema de ser cigarra es que el invierno siempre llega

Muchos procesos sociales importantes maduran en el largo plazo. Estos procesos suelen ser los más interesantes y, muchas veces, los más importantes para comprender un fenómeno social en cuestión. Esta nota reflexiona brevemente en esta clave sobre los problemas de cobertura en educación e inseguridad.
¿Por qué es importante pensar los problemas a los que el país se enfrenta en esta clave? Por dos motivos. Mirando hacia atrás, porque nos obliga a pensar en las cadenas causales que poco a poco forjaron el fenómeno actual. Mirando hacia adelante, porque nos sugiere pensar en el bosque detrás del árbol, el sistema detrás de la política o la ley concreta, el largo plazo detrás del corto plazo.
El cortoplacismo es parte de la dinámica política e inherente a ella (aunque no necesariamente la única estrategia que debiera operar); pero también es una tentación en la academia. Son repetidos los cuestionamientos a la tendencia natural del investigador a centrarse en el análisis de las causas más cercanas en el tiempo y visibles para explicar un fenómeno (ej. Carmines y Stimson 1989, Mahoney 2002, Pierson 2003).
Educación. La deserción en secundaria en Uruguay no es un problema cuyas causas puedan encontrarse en 2011. A principios de la década de 1990 el problema del abandono escolar estaba identificado. Causas: exceso del uso de la herramienta de la repetición (leer nota anterior: Educación, equidad y la búsqueda del desarrollo), galopante ausentismo docente en secundaria, falta de atención al estudiante por multiplicidad de referentes y excesiva rotación de los mismos, entre otras. La reforma de 1995 se ocupó del problema, pero las políticas implementadas (más allá del éxito que hubieran podido tener) fueron desechadas en las siguientes administraciones, las más de las veces sin la evaluación adecuada. Diferentes administraciones de todos los colores desatendieron el problema. ¿Por qué? Porque en el corto plazo no era relevante. ¿Por qué ahora sí? Por una combinación de factores asociados a un mercado laboral muy dinámico y la necesidad de mano de obra calificada. En definitiva, un conjunto de procesos de largo plazo se activan en una coyuntura determinada para agudizar el fenómeno.
Inseguridad. Este caso resulta particularmente interesante y tampoco sus causas las podemos encontrar en el 2011. Hace un par de semanas, en medio del aluvión de argumentos vacíos que se escucharon, alguien tuvo el buen tino de entrevistar a los ex Ministros del Interior. Las respuestas de los/a mismos/a, de todos los colores partidarios, fue de unánime cautela y reconocimiento sobre la complejidad del tema. Esta reacción por parte de quienes lidiaron con el problema dibuja un proceso también de largo plazo de pauperización social asociada a más de una década en que se combinaron un mercado de trabajo escuálido y una carencia atroz de políticas sociales de contención; entre las cuales está la falta crónica de inversión en la policía. Resultado: el lento proceso de socialización en pautas de supervivencia ajenas a los mecanismos socialmente reconocidos de trabajo y educación en un marco de anomia territorial. Similar patrón, similar resultado.
¿Qué se hace en ambos casos? Viene el parche. Si es con rédito político, mejor. El parche es necesario, cuando resulta adecuado, pero insuficiente. La lógica puramente inductiva del parche no es suficiente para lograr articular un modelo, para lo cual es necesario combinar esta estrategia con otra de tipo deductiva en que las políticas particulares estén orientadas a la construcción de ese modelo razonablemente identificado y convenido. El modelo que considere los procesos de largo plazo. Es necesario, imprescindible, actuar sobre esos procesos de largo plazo que lentamente deben ser abonados. Vivir del parche es más o menos como divisar un iceberg y, en lugar de esquivarlo, preocuparse por juntar las sillas en cubierta.

Una muy peleadora reflexión electoral sobre las propuestas en educación, o de cómo somos el perro que se persigue la cola

Autor: Pablo Menese Camargo Advertencia Soy sociólogo. Perdón. Advertencia adicional En febrero, me propusieron escribir para Razones...