jueves, 1 de junio de 2017

I Lique Roc, o, Una Modesta Proposición para las Ciencias Sociales Orientales


Por el Profesor John Whitelocke
University of Auchmuty
Especial para Razones y Personas

I speak English / I lique roc / I’ve never learned another language
(Leo Maslíah, “I lique roc”)

Estaba pensando sobre viviendo con mi síster en New Jersey
(Pixies, “Vamos”)


I
Los límites de mi lenguaje significan los limites de mi mundo (Wittgenstein, Tractatus 5.6).
El idioma de la ciencia es hoy el inglés.
Su hegemonía es indudable.
Es indudable en las ciencias naturales desde hace tiempo, pero hoy también lo es en las ciencias sociales.
Es indudable en la macroeconomía y la demografía desde hace tiempo, pero hoy también lo es en la teoría política, la política comparada, la sociología histórica, y la sociología de la cultura.
La revistas científicas más prestigiosas son en inglés.
Las revistas, coloquios y conferencias “internacionales” son en inglés.
Publicar en inglés está mejor visto que publicar en mandarín, farsi o alemán.
Los organismos que evalúan a los académicos chinos, iraníes y alemanes incentivan las publicaciones en inglés.
Los campos científicos no son locales sino mundiales o “globales,” todos juegan al mismo juego, y este juego se juega en inglés.

II
¿Debemos celebrar esta tendencia o lamentarla?
¿Promoverla o combatirla?
El dilema y el debate no son nuevos.
Mucho se ha escrito sobre el imperialismo y el nacionalismo lingüísticos, y su relación con el colonialismo, la construcción de identidades nacionales y regionales, y las políticas públicas en países plurilingües.
Mucho se ha escrito sobre el inglés en particular y la investigación científica en particular.
Qué hacer.
Farsi o inglés.
Español o inglés.
(¿Ariel o Calibán?)
El dilema y el debate no son nuevos, pero es indudable quién tiene razón: debemos celebrar y promover el uso del inglés en las ciencias sociales en China, Irán, Alemania y también en Uruguay.
Y en todo país que no haya tenido la precaución de adoptar el inglés como su lengua oficial.


III
Existen diversos argumentos en contra de esta tendencia idiomática, en contra de la hegemonía del inglés, pero sería fácil demostrar que son falaces y anticuados.
Por ejemplo, se argumenta, erróneamente, que los idiomas están asociados con perspectivas ontológicas, esto es, el idioma afecta qué puede haber en el mundo.
Que los idiomas están asociados con perspectivas epistemológicas, esto es, el idioma afecta cómo se puede pensar y entender el mundo.
Que los idiomas no son medios neutrales de comunicación, sino que reflejan y expresan tradiciones culturales.
Hay cosas que el mandarín, el farsi y el alemán nos podrían decir, pero que el inglés no permite expresar.
Que el idioma único lleva a la homogeneización del pensamiento, sea el inglés contemporáneo o el latín medieval.
Y que el inglés es una imposición del imperialismo yanqui.
En la ciencia tanto como en la educación, las relaciones internacionales, el periodismo, el arte, la música y el cine.
Y aunque quizás no siempre sea un imperialismo deliberada y estratégicamente instrumentado por los poderes dominantes, las consecuencias son las mismas: una situación de desigualdad, dependencia y subordinación.
La hegemonía del inglés refleja pero también reproduce e incrementa la desigualdad entre el centro y la periferia: los recursos materiales y simbólicos se quedan en el mundo anglosajón, en sus instituciones y universidades.
Todos estos argumentos son tan falaces y anticuados que no vale la pena perder el tiempo refutándolos.
Pero sería fácil hacerlo.

IV
Existen diversos argumentos a favor de esta tendencia idiomática, a favor de la hegemonía del inglés, y sería fácil demostrar que son válidos y decisivos.
Por ejemplo, se argumenta, acertadamente, que es inútil resistir lo irresistible.
La “internacionalización” de la ciencia en general y las ciencias sociales en particular son fuerzas mundiales, que no se puede evitar, mucho menos frenar, desde Montevideo.
Nos guste o no nos guste, es una consecuencia natural de la “globalización.”
El inglés fue la lengua que mejor sirvió para este proceso, tanto en la esfera académica como en las esferas de la tecnología, información e internet.
Otro argumento es que ahora podemos aprender de los trabajos de los científicos chinos, iraníes y alemanes.
Podemos leer investigaciones sobre las realidades políticas, sociales y económicas de estos países.
Si escribieran en mandarín, farsi y alemán, no entenderíamos ni jota.
Y hasta podemos colaborar con ellos.
Hacer investigaciones y escribir artículos juntos; ir a sus conferencias.
Lo cual a su vez fomenta los valores académicos más importantes: la “productividad,” la “interdisciplinariedad” y hasta la “reproducibilidad.”
Lejos de reproducir e incrementar las desigualdades epistémicas, el inglés ha permitido que las ideas circulen libremente, en un campo o mercado mundial.
En este mercado mundial las mejores ideas, argumentos e investigaciones científicas triunfan, sin importar de qué país provengan.

V
Siendo que está claro quién tiene razón, me permito hacer una modesta proposición o propuesta para las ciencias sociales orientales, que reíte de Jonathan Swift.
Comprende cuatro áreas.
Primero: propongo que las instancias evaluadoras de la investigación científica en Uruguay, así como los concursos, becas, y premios, no tomen más en cuenta las publicaciones en español.
De ahora en más, únicamente se considerarán los artículos en revistas arbitradas en idioma inglés.

VI
Segundo: propongo que las revistas uruguayas (como la Revista Uruguaya de Ciencia Política; Revista de Ciencias Sociales; Cuadernos del CLAEH; Revista Uruguaya de Historia Económica; o Psicología, Conocimiento y Sociedad), que ya traducen los títulos y resúmenes de sus artículos, empiecen a publicarse enteramente en inglés.
Sus títulos deben también adaptarse a los nuevos tiempos: Uruguayan Political Science Review (UPSR), Notebooks of CLAEH, y así.
Se me dirá que algún autor puede no haber tenido a bien estudiar el idioma inglés desde su infancia, de modo de llegar a dominarlo a la perfección (o peor, puede haber malgastado su tiempo estudiando francés, italiano o latín).
No hay problema: basta con usar el Traductor de Google.

VII
Tercero: propongo que en las universidades uruguayas todos los cursos se dicten en inglés, y que sus bibliografías sean exclusivamente en ese idioma.
Se me dirá que la mayoría de los trabajos sobre la sociedad, política e historia uruguayas nunca fueron traducidos al inglés.
¿Cómo se haría para estudiar Batlle, los estancieros y el Imperio Británico; Uruguay, ¿una sociedad amortiguadora?; Lógica viva; o Etapas de la inteligencia uruguaya?
No hay problema: basta con usar el Traductor de Google.
Se me dirá entonces que el Traductor de Google ignora los aspectos estilísticos y estéticos de la escritura.
Que muchos científicos sociales también los ignoran, ya que dedicarse a ellos redundaría en una menor “productividad.” (Las revistas son estilísticamente más secas que pastel de polaco y más aburridas que chupar un clavo.)
Que muchos artículos en las revistas “internacionales” no están escritos en inglés sino más bien en una especie de “inglés.” (Shakespeare, Jane Austen, Borges y Goffman se revuelven en sus tumbas.)
Respondo que quien quiera textos bellos, elegantes, creativos, bien cuidados, estéticamente interesantes, no debería buscarlos en las ciencias sociales, ni en inglés, ni en español, ni en farsi.
Para eso está la literatura.

VIII
Cuarto: propongo que este “blog” (¡!), Razones y Personas, se empiece a escribir en inglés.
De este modo, alcanzaría la “visibilidad” que merece y que el español le impide alcanzar.
Sin duda, su tráfico y análisis web mejorarían, el algoritmo de Google lo mostraría antes en sus resultados de búsqueda, y subiría en el ranking mundial de blogs.
Además, el espíritu anglosajón de este blog se nota ya en el nombre con el cual fue bautizado: Reasons and Persons es un libro del recientemente fallecido filósofo Derek Parfit (cf. “Sobre este espacio”).
Long live Reasons and Persons!

IX
Mi modesta proposición conllevaría innumerables beneficios.
Por ejemplo, las universidades estarían preparando mejor a sus estudiantes para un mercado laboral global, en el cual dominar el inglés es imprescindible.
¿Y cuál es la función de las universidades, si no preparar a sus estudiantes para el mercado laboral?
Otro beneficio es el siguiente.
Las revistas de ciencias sociales anglosajonas e “internacionales” aceptan muy pocos artículos sobre Uruguay.
Es mucho más difícil publicar una investigación sobre la realidad uruguaya que una sobre la realidad estadounidense o británica.
Se precisa una justificación metodológica y epistemológica especial: ¿por qué investigar el “caso” uruguayo?
Por tanto, los científicos sociales orientales se encuentran en desventaja.
Tienen menos probabilidades de acceder al reconocimiento, estatus, y bienes simbólicos y materiales que solamente las publicaciones en inglés podrían otorgarles.
Pero si las revistas uruguayas abandonaran el español y adoptaran el inglés, el problema desaparecería ipso facto.
En fin, de lo que no se puede hablar, es mejor callarse (Wittgenstein, Tractatus 7).

X
Bibliografía:
- Alatas, Syed Farid. 2003. “Academic Dependency and the Global Division of Labour in the Social Sciences.” Current Sociology 51:599­–613.
- Bourdieu, Pierre. 2001. Langage et pouvoir symbolique. Seuil.
- Hagège, Claude. 2012. Contre la pensée unique. Odile Jacob.
- Keim, Wiebke. 2010. “Pour un modèle centre-périphérie dans les sciences sociales.” Revue d’anthropologie des connaissances 4:570–598.
- Keim, Wiebke. 2008. Vermessene Disziplin: Zum konterhegemonialen Potential afrikanischer und lateinamerikanischer Soziologien. Transcript.
- Phillipson, Robert. 1992. Linguistic Imperialism. Oxford University Press.
- Rodríguez Medina, Leandro. 2014. Centers and Peripheries in Knowledge Production. Routledge.
- Swift, Jonathan. 1729. A Modest Proposal for Preventing the Children of Poor People from Being a Burthen to their Parents, or the Country, and for Making them Beneficial to the Publick. Sarah Harding.
- Wittgenstein, Ludwig. 1921. “Logisch-Philosophische Abhandlung.” Annalen der Naturphilosophie XIV(3/4):185–262.

FIN

10 comentarios:

  1. Provocador como siempre, Gabriel. And I lique it. Veo la propuesta como el equivalente funcional a un ingreso básico universal para la desigualdad económica. Creo que tendría los mismos efectos redistributivos, algunos muy transformadores. Sin embargo, creo que el diálogo científico global no depende solo del idioma sino de jerarquías que lo trascienden. Si, podrá publicar uno sobre el caso de Uqbar en la Revista Uqbariana de Sociología, pero...las posibilidades de trascender el caso y contribuir a la teoría que luego sea aplicable a otros casos como el caso de Santa María, o aún más, el caso de Yoknapatawpha County...lo dudo. No es solo que quienes están en el centro de la producción de conocimiento determinando cuál es mainstream de una disciplina no lean persa o español...Es que no consideran que quienes están lejos de ese centro, así escriban en inglés, tengan algo teórico que decir que pueda iluminar sus propios casos. Por otro lado, no creo que el lenguaje no importe...Creo que la argumentación en ciencias sociales es muy relevante. Como uno plantee el caso es casi todo. Me quedé pensando. La belleza del lenguaje es parte de la cosa en mucha ciencia social...no en toda...de acuerdo que google translate ha mejorado mucho y puede hacer mucho por nosotros.

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  3. Very interesting post. Pero dudo que sea bien recibida la propuesta. Podría dar una lista larga de connotados profesores e investigadores en Uruguay que sostienen la tesis de la “colonialidad del lenguaje”, entre otras proposiciones, que no van en la línea de ayudar a difundir el inglés como lengua vehicular para la comunicación científica en el país. Ese punto es muy importante, ya que en definitiva, son quienes terminan tomando las decisiones acerca de los programas de grado y posgrado en Uruguay, teniendo ello una repercusión transcendental en la producción científica escrita en uno u otro idioma.
    Desde mi punto de vista, creo hay una fuerte cuestión generacional en esto y por ello una propuesta como la de este post tomaría unos cuantos años en, apenas, ser considerada. Convengamos que es una propuesta radical, y los uruguayos no gustamos mucho de grandes cambios. Creo que estamos bastante lejos de poder pensar en enseñanza de grado en inglés, por varias razones. Tampoco creo que sea deseable por ahora, al menos con el nivel de inglés que la mayoría de los estudiantes llegan a los estudios terciarios. Causaría muchos más inconvenientes que soluciones hoy en día.
    Por lo tanto, porque no intentar con algo más incremental? Por ejemplo, al menos un artículo en inglés como parte de la tesis de doctorado, de forma obligatoria. Creo que podría ser al menos un buen comienzo que de a poco pueda generalizarse. Hay pocas razones para no intentarlo. Quien se embarque en estudios de doctorado deberá leer si o si las últimas producciones en su área científica; y ello, nos guste o no, va a estar 99% escrito en inglés. Se argumenta en repetidas ocasiones que se premia a las personas de origen socioeconómico medio-alto o alto por saber inglés antes de sus estudios de posgrado. Pero, una persona que no sepa ingles a nivel de doctorado cuenta con al menos una maestría que le permitirá tener los medios económicos para estudiar inglés. Le va a llevar más tiempo? Probablemente. Bienvenidos a un mundo injusto, pero es igualando hacia arriba que salimos de él.

    PD. Me encantaría leer razones y personas en inglés.

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  5. http://hoaxes.org/archive/permalink/a_modest_proposal

    http://bit.ly/2rTqKHV

    In 1729 Jonathan Swift anonymously published a short work titled A Modest Proposal for Preventing the Children of Poor People in Ireland From Being a Burden to their Parents or the Country, and For Making Them Beneficial to the Public. The essay began innocuously by discussing the problem of numerous starving beggars and homeless children in Ireland. But then it proposed a radical solution: Ireland's large, impoverished population could be turned to its advantage by feeding the unwanted babies of the poor to the rich. Swift noted, "A young healthy child well nursed, is, at a year old, a most delicious nourishing and wholesome food, whether stewed, roasted, baked, or boiled; and I make no doubt that it will equally serve in a fricassee, or a ragout."

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  7. reo que si bien tiene razon majo (en cuanto a que los cientistas sociales tercer mundistas son muchas veces vistos como gente que solo aporta para testear o validar cosas, pero no no para innovar teorica o metodologicamente) igual seria genial un mundo donde el ingles terminara de predominar y donde desaparecieran el resto de los idiomas. Un mundo parsimonioso a la Augusto Monterroso o Jorge Luis Borges, que escribia en espaniol pero todos sabemos que pensaba, soniaba y eructaba en ingles.

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  8. Sin una línea argumentativa clara de mi parte, así intuitivamente se me ocurren dos cosas.

    Una, que Razones y Personas (o algunos colaboradores) parecen tener una intención de llegada sobre la realidad del Uruguay y que en ese sentido escribir solamente en inglés podría achicar el público que efectivamente lee las notas. Una forma de resolver la tensión "llegada internacional" y "llegada al policy maker local" sería hacer artículos en español y en inglés y tener una opción "idioma" en el blog. Puede quedar a juicio del colaborador, por ejemplo.

    La otra, que publicar en inglés no parece ser equivalente a "investigar en inglés" ni a "enseñar en inglés". Se pueden dictar cursos en español con bibliografía en inglés, se puede hacer investigación en español y traducir el artículo terminado al inglés. No creo que google translate camine pero se puede pedir/sugerir/obligar a investigadores a hacer siempre una versión en inglés de todo producto de investigación para tener por ahí / mandar a journals en inglés. En vez de hacer el Notebooks of CLAEH directamente prescindir de el y publicar en inglés en otros journals.
    La propuesta de Nicolás en el otro extremo, también suena bien.

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  9. "Una modesta proposición" es un ensayo satírico escrito por Jonathan Swift en 1729. El ensayo propone resolver el problema en Irlanda de campesinos inquilinos que no pueden alimentar a sus hijos porque los propietarios son inflexibles sobre el arriendo. Después de discutir el problema, sugiere una solución nueva: los padres deben vender sus hijos a los terratenientes ricos para que se los coman.

    Muchos contemporáneos de Swift no entendieron la intención satírica del ensayo de Swift y obtuvo críticas por su escrito de excepcional "mal gusto". El objetivo del autor es enfrentar a la sociedad irlandesa con las condiciones deplorables de los jornaleros y campesinos de su país.

    (Fuente: Wikipedia)

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