Crónicas de Navidad: La lógica de mercado en torno a las configuraciones de la (s) memoria (s)

Árbol de Punta Carretas por Gustavo Uval bajo licencia (CC BY-NC-ND 2.0)
El pasado mes de noviembre fui invitada junto a mis compañeros/as de trabajo a participar en un seminario sobre sitios de memoria y territorio, el cual era organizado por el Museo de la Memoria ( MUME), la Intendencia de Montevideo; el Espacio para la Memoria y los DDHH "Quica Salvia" de Las Piedras, la Comuna Canaria; la Fundación Zelmar Michelini, y Memoria Abierta de Argentina.

En este seminario pudimos recorrer varios sitios donde hubo detenciones y torturas durante la última dictadura cívico-militar uruguaya, los participantes del seminario pudieron visitar y conocer lugares como ser: Batallón de Infantería Paracaidistas Nº 14 en Toledo; Canelones, el Centro Clandestino de Detención y Tortura de la ciudad de Canelones (“Los Vagones”); SMA (Servicio Material y Armamento) - Batallón Nº13, conocido como “El Infierno Grande”; la Cárcel de Punta Rieles, la cual fue ex Centro de Detención masculino (breve tiempo) y femenino durante toda la dictadura y la casona de Bulevar Artigas y Palmar antigua sede del Servicio de Información de Defensa (SID). Estos lugares no son accesibles de visitar dado que están abiertos al público normalmente.

Esta visita a conocer los sitios antes mencionados, me puso a pensar y justo en estas épocas donde la gente está como loca en la calle y comprando compulsivamente, que hay un sitio que si bien no ha sido justamente considerado como sitio de memoria, tampoco puede ser categorizado como sitio de amnesia y es un lugar que mucha gente visita seguido, el Punta Carretas Shopping Center.


En un artículo que escribimos Ana Guglielmucci y yo, publicado en la revista Latin American Perspectives en mayo de 2015, debatimos la idea de lugar de amnesia, con respecto a este caso específico. Aquellas personas jóvenes que no han conocido la historia del lugar, el Shopping Punta Carretas fue una cárcel donde hubo presos políticos en la última dictadura militar y de donde se escaparon un grupo significativo de militantes del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros.


Para la escritura de este artículo que titulamos “Site of Memory and Site of Forgetting. The Repurposing of the Punta Carretas Prison” (Sitio de memoria y sitio de olvido. La re-funcionalización de la Cárcel de Punta Carretas, traducción propia), realice un trabajo de campo para el cual entreviste a los vecinos de la zona, sobre todo del almacén que está ubicado en la calle Garcia Cortinas al costado del Shopping, dado que es un almacén cuyo dueño siempre vivió en el barrio y que se conserva desde las primeras generaciones que poblaron el barrio. A su vez, se me ocurrió para esa ocasión ir al Shopping y preguntarle a los que encontraba allí si recordaban la historia del lugar, a quienes iban a comprar y a quienes trabajaban allí, la mayoría de las personas con quienes hablé estaban en conocimiento de la historia del sitio, lamentablemente luego fui echada del lugar por los guardias de seguridad quienes no querían que molestara a quienes estaban comprando allí.

De acuerdo con las reflexiones que realizamos en este artículo, consideramos que la re-utilización de la antigua prisión de Punta Carretas como un centro comercial no puede ser leído como un ejemplo de amnesia impuesta vinculado a la Ley de Caducidad. Esta reutilización espacial incorpora nuevas relaciones generadas desde el lugar, que difieren de las dadas previamente (en el tiempo en el que funcionó como una prisión) y que conducen a una resignificación de los recuerdos del lugar que no es necesariamente la imposición de amnesia colectiva (Guglielmucci y Scaraffuni, 2015:5, traducción propia) 

Esto implica que las relaciones entre las personas y el propio sitio se resignifican diariamente, lo cual me retrotrae al recuerdo del relato de una vendedora, quien me contó que su hermano quien estudiaba arquitectura había sido ayudante de arquitecto, al momento de tirar abajo las celdas para construir los espacios donde hoy en día están ubicadas las tiendas, y los arquitectos y trabajadores que debían realizar las reformas al lugar, tenían miedo de permanecer mucho tiempo allí debido a la presencia de fantasmas según este relato.


El ejercicio de abordar el análisis de este sitio y además el ejercicio de frecuentar este lugar y de participar de las dinámicas de mercado que allí se generan, me pone a cuestionarme que el proceso de construcción de memoria(s) que refieren a eventos pasados surge de representaciones, construcciones y prácticas disimiles por parte de diferentes grupos sociales y/o administraciones públicas, inclusive de disputas silenciosas que se dan dentro y fuera de los mismos espacios que se buscan delimitar como sitios de recuerdo u olvido (Guglielmucci y Scaraffuni, 2015).

La productividad de dicho lugar como vehículo de memoria (s), no solamente ligadas a la última dictadura militar, sino también a la lógica del neoliberalismo y a la privatización del patrimonio público confluyen en el espacio y se configuran en el relacionamiento con los transeúntes y consumidores que frecuentan el espacio.

No es dificil observar los vestigios de la cárcel en el actual Shopping, cuando entramos por la puerta principal podemos apreciar que se conserva la fachada de la misma junto con el reloj, así como también el arco que contiene en su interior, bajo el cual hoy en día se encuentra el árbol de navidad, ambos siguen siendo los mismos que presentaba la cárcel anteriormente, aunque su destino actual sea completamente otro. Mientras que un vecino me señaló que el muro que se encuentra en el estacionamiento detrás del edificio también se mantiene igual, allí solía ser el patio de la cárcel.

Esto me hace pensar que en estas fechas cuando todos van desquiciados a la noche de los descuentos, el mismo sitio sigue siendo un sitio donde la gente está de cierta forma aprisionada, hoy en día por una lógica de mercado. Es decir, que desde su propio nombre, que continúa siendo el mismo, y teniendo en cuenta que cada espacio alimenta distintas construcciones y configuraciones de recuerdos a través de ciertas disposiciones en los cuerpos, debemos considerar que este lugar, significa y resignificar las relaciones entre las personas dentro del mismo, así como con su entorno, es decir, el barrio y la ciudad (Guglielmucci y Scaraffuni, 2015:11).

He frecuentado varias veces en estas últimas semanas el Punta Carretas Shopping, por diversas diligencias que he debido realizar y el espacio del Shopping Center genera ciertos disciplinamientos corporales, tal como lo hacía cuando era una cárcel, ya que como distingue Foucault “(…) el cuerpo queda prendido en el interior de poderes muy ceñidos, que le imponen coacciones, interdicciones u obligaciones” (1998: 140). En el Shopping se genera también una organización de los movimientos de los cuerpos dentro del espacio, rodeados de amplias superficies vidriadas y escaleras mecánicas y ascensores que guían los cuerpos.

Recordando que los sitios que funcionaron como centros de detención mencionados al comienzo de este artículo, los pude visitar gracias a la realización del seminario de territorios de la memoria; el caso del Punta Carretas Shopping es un sitio que no debemos esperar la realización de un seminario para poder acceder a este. Sino que podemos y muchos de nosotros accedemos a este sitio sin inconvenientes en algún momento, lo cual me hace reflexionar que este disciplinamiento de los cuerpos en el espacio del Shopping, también se produce un disciplinamiento de la memoria, ya que en esa interacción de los cuerpos con el espacio, la memoria se va configurando en los cuerpos también. Por lo cual, se genera un disciplinamiento de la memoria en los cuerpos, así como también de esta en el espacio (Guglielmucci y Scaraffuni, 2015)

Es en este espacio donde confluyen diferentes memorias, primando una memoria de mercado, donde habría que indagar si las nuevas generaciones poseen un conocimiento de lo que pasó en ese lugar y lo que pasa ahora. La (s) memoria (s) confluyen en el Punta Carretas Shopping como en un palimpsesto, es decir, como en un manuscrito antiguo que conserva huellas de una escritura anterior que quiso ser “borrada”, pero no se borró del todo, lo que pasó dejó huellas marcadas y esto confluye con lo que pasa ahora en ese mismo espacio.


Referencias bibliográficas:

Una muy peleadora reflexión electoral sobre las propuestas en educación, o de cómo somos el perro que se persigue la cola

Autor: Pablo Menese Camargo Advertencia Soy sociólogo. Perdón. Advertencia adicional En febrero, me propusieron escribir para Razones...