Otro concepto de apertura: ¿cómo nos orientamos a la innovación?

Nota de Juan Bogliaccini

Uruguay se encuentra en una de las regiones con menos aporte a la innovación. Sin embargo, al igual que otros países vecinos, Uruguay comienza a generar recursos e instituciones que permitan cambiar esta situación. La ANII en si misma es una gran noticia, en particular por sus vínculos con el sector productivo, sus becas de formación en el país y el exterior, y los fondos de investigación que lentamente comienzan a aparecer. [1] Sin embargo, este tipo de esfuerzos necesita una contrapartida desde las universidades en términos de adecuación de estructura, procesos e incentivos. Aunque tenemos sí institutos foráneos que se han instalado en el país con una orientación decidida a la innovación, algunas unidades dentro de las universidades aquí y allá que han logrado adaptarse, o iniciativas innovadoras de carácter individual, en general nuestras universidades no han logrado aún adecuarse para favorecer dinámicas innovadoras.

La nota se basa en la idea de que el sistema universitario debiera ser el núcleo duro de estos procesos de innovación. En este sentido, no hemos logrado adaptarnos y generar complementariedades con dos procesos clave: el primero es la globalización, que expone al país a un escenario competitivo por los recursos más formados, propios y ajenos. El segundo es la entrada en la sociedad del conocimiento, que exige una actualización profesional constante.

Paso a explicar. Salvo algunas excepciones en que Uruguay cuenta con la infraestructura y recursos idóneos para formar investigadores competitivos a nivel global, la formación de recursos de alta calidad en Uruguay es una estrategia ineficiente en comparación con comprar dicha formación en el mercado internacional (al menos para la etapa en que nos encontramos ahora). Es decir, debiéramos concentrarnos en ofrecer las condiciones propicias para que uruguayos o extranjeros formados en el exterior decidan instalarse a trabajar en nuestras universidades. Esto es así porque, recordando el proceso de revolución científica propuesto por Khun [2], Uruguay se encuentra en el estadio de cambio paradigmático. En este estadio existe un desafío de coordinación entre una generación que ocupa los lugares de investigación y liderazgo, y la generación que vuelve formada pero no encuentra un lugar en el país.

Dicha coordinación se viene resolviendo en forma insatisfactoria, de modo que los jóvenes formados tienden a irse a otros países luego de angustiosos procesos insatisfactorios de inserción en Uruguay y los investigadores residentes pierden el beneficio de actualizarse al recibir en el seno de sus instituciones a jóvenes recién formados en centros de excelencia internacional. No logramos complementariedades virtuosas. Es necesario repensar las estructuras, procesos e incentivos de nuestro sistema universitario para lograr mejores niveles de innovación orientada al desarrollo.

A modo de ejemplo anecdótico para ilustrar el problema tenemos el mecanismo de captación de recursos humanos dominante en nuestro sistema universitario. En general, no contamos con concursos competitivos que permitan a jóvenes doctores recién llegados acceder a puestos de dedicación total sin pasar por el tortuoso proceso de tener que ascender en una escala anacrónica por los siguientes 5 a 10 años luego de su llegada. Tampoco contamos en general con procesos de evaluación que eventualmente permitan reemplazar a quien no logra estándares adecuados de productividad.

De este modo, Uruguay no logra completar la transición. Los jóvenes doctores no vuelven o no consideran a Uruguay como destino laboral y el país permanece fuera de los circuitos globales de investigación y desarrollo académico. Se insiste en integrar a los recién llegados en puestos y escalas salariales anacrónicas e incapaces de competir con la oferta global, que no les permiten desarrollar –siguiendo a Lakatos [3]- sus Programas de Investigación. Ante la propuesta de trabajar en programas de investigación ajenos hasta la vejez, éstos se marchan y la transición nunca se completa. 
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[1] Ver memoria 2006-2013 de la ANII: http://www.anii.org.uy/web/content/anii-presenta-su-memoria-2006-2013 
[2] Khun, Thomas. “Th estructure of cientific revolutions”
[3] Lakatos, Imre. "La metodología de los Programas de investigación científica"

Una muy peleadora reflexión electoral sobre las propuestas en educación, o de cómo somos el perro que se persigue la cola

Autor: Pablo Menese Camargo Advertencia Soy sociólogo. Perdón. Advertencia adicional En febrero, me propusieron escribir para Razones...