“El Frente Amplio tiene problemas muy serios, que tienen que ver con la imposibilidad de repensar ciertos asuntos acerca de su identidad política, acerca de su estructura política. Ha cambiado muchísimo en términos de sus proyectos políticos, pero ha tenido muchas dificultades para lograr tener conciencia de lo que fue esa transformación. ¿Qué quiero decir con tener conciencia? Reflexionar sobre su propio escenario, su propia práctica política, es una organización que en 40 años pasó de un discurso revolucionario, nacional, popular, latinoamericano a un discurso que básicamente reivindica la democracia liberal, en términos más ideológicos tiene una visión muy similar a ciertas políticas tradicionales del Uruguay, como el Batllismo, modelo de Uruguay integrador. Después de la crisis del socialismo, lo que se siguió manteniendo fue una mística de izquierda, me parece que Mujica tiene mucho que ver con eso, el MLN supo hacer muy buen trabajo con esa mística, pero fue mística al fin, no fueron propuestas políticas radicales. Entonces es como que esa mística después se conjuga con la política real y se dan miles de cortocircuitos.” En el Frente la acción política le ha ganado a la reflexión política. Son pocos los momentos en los cuales ha habido un sinceramiento y un momento para la reflexión.
Es difícil dar una respuesta de por qué pasa eso, pero puedo decir que hay como cierta pereza ideológica, tal vez porque siempre la izquierda ha pensado en la ideología como una cuestión de honor. Entonces si uno asume que ya no está luchando por el socialismo y que está pensando en un capitalismo más integrado, eso se ve como una traición. Es un cambio ideológico, pero no necesariamente tiene que ser una traición. La consecuencia de no pensar esa transformación es mucho más grave que pensarla. Porque de lo contrario, no se entiende bien de qué se trata la política sino se asumen esas transformaciones en las prácticas políticas. Uno de los temas es ése dentro del Frente Amplio y en parte, las discusiones que se dan en relación a las políticas del ministerio del interior, las discusiones que se dan en relación a las políticas de inversiones extranjeras, ejemplifican claramente como desde posturas que están más a la izquierda se están haciendo políticas que no son innovadoras ideológicamente, son muy similares a las políticas de gobiernos anteriores, por lo menos el tipo de argumentos que desarrollan para impulsar sus proyectos.
En general, creo que esto también genera un malestar muy fuerte en mucha gente, militantes de varias generaciones, es un malestar que no se puede expresar en palabras, porque no se puede construir nada nuevo. No se dan nuevos debates ideológicos, no hay nuevas herramientas discursivas para discutir lo que está pasando, es como una parodia del pasado. El FA se parece cada vez más a los partidos tradicionales, todo el tema de su tradicionalización, que se ha hablado desde hace bastante tiempo, es cada vez más notorio.”
“Creo que la posibilidad de crear partidos políticos fuera del FA hoy es muy remota, partidos que tengan incidencia política real a nivel electoral, no lo veo como una posibilidad en el mediano plazo. Lo que si veo que cada vez se va a tender a reformular la relación entre los movimientos sociales y la izquierda. Ese tipo de conexión que por mucho tiempo fue fundamental para entender el nacimiento y crecimiento de la propia izquierda, hoy se está complejizando cada vez más y los movimientos sociales van a tender a separarse de la izquierda electoral, a tener mucho más autonomía.”
“Lo primero que habría que hacer es un congreso de redefinición ideológica, transparentar, blanquear qué es realmente el FA para a partir de ahí empezar a rearmar cuales son los proyectos políticos viables en el Uruguay de hoy. Esto es un tema que ayudaría un poco más a reducir todos los malestares que hay constantes dentro de la propia fuerza política, de gente que se siente muy desilusionada y con razón. El Frente se debe millones de debates, que se desarrollen en justos términos, sin acusaciones, sin agravios. Pero también hay que repensar la situación a nivel mundial, hay críticas al capitalismo que tienen plena vigencia, pero no hay caminos para discutirlas sanamente dentro del Frente, porque las luchas internas parecen primar ante una discusión más ideológica. Es necesario asumir que con esta pobreza de ideas es dificil reconstruir la fuerza política.
Dentro del FA hay mucha gente que se da cuenta de esta problemática, pero hay mucho miedo a discutir hasta por aspectos emocionales, que tienen que ver con trayectorias individuales, generacionales, etc. Por ejemplo, hablar de Cuba hoy en el Frente sigue siendo un tema sensible. Pero sin embargo todos sabemos que el modelo cubano tiene serios problemas, pero igual no se habla.”
“Cuando vos no discutís ideológicamente con la derecha, la derecha te gana. Hoy en Uruguay está pasando eso, en algún sentido puede ser bastante similar a lo de Chile. Si en el discurso público, no en el discurso de la interna de los militantes, no intentas construir como cierto pensamiento colectivo social más hacia la izquierda después es muy difícil ganar esos votos.”
“De todas formas, creo que en las próximas elecciones la izquierda va a votar bien, por un sencillo motivo que es que va a ir Tabaré Vázquez, es un candidato que tiene una aceptación popular importante, aunque creo que desde los sectores más militantes, activistas sociales va a haber cada vez más una distancia.”
**Fragmentos de entrevista realizada a Aldo Marchesi en Informe: Desencantados, pensadores de izquierda opinan sobre el momento del FA, Brecha, n. 1338, 15 de julio, 2011.