jueves, 22 de agosto de 2013

“Gritando fuego”

Hace un par de años un colega me recomendó un documental de HBO sobre la libertad de expresión y sus consecuencias que se llama “Shouting Fire: Stories from the Edge of Free Speech”.[i] El documental es excelente porque muestra las implicancias que tiene defender la libertad de expresión hasta las últimas consecuencias. “Shouting fire in a crowded theatre” (“gritando fuego en un teatro lleno”) fue una expresión que usó Oliver Wendell Holmes Jr. en una intervención realizada en la Suprema Corte de los Estados Unidos y que hoy se usa como metáfora para referirse a aquellas declaraciones o acciones que tienen el propósito de generar falsas alarmas públicas.  El documental plantea que la defensa de la libertad de expresión, tal como es consagrada en la Primera Enmienda[ii] de los Estados Unidos, y tomada en toda su radicalidad, implica defender el derecho de expresión incluso de aquellos que están en contra de la democracia.

Nuestro país proviene de otra tradición cultural en estos temas. Sin embargo, la libertad de expresión también es uno de los derechos básicos consagrados en nuestra Constitución. El proyecto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual o nueva Ley de medios ha generado críticas en relación a este tema[iii]. Los cuestionamientos principales han venido de diversas fuentes. Por un lado, los partidos opositores al gobierno, lo cual era de esperar, pero también desde miembros del Frente Amplio y representantes del gobierno, por ejemplo Héctor Lescano declaró que en el Parlamento el Frente Amplio deberá introducir modificaciones para asegurar el “irrestricto respecto a la libertad de prensa”[iv]. También las dudas han provenido de dentro de la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa)[v] y de reconocidos expertos en derecho administrativo como el decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica, quien manifestó que “cualquier persona de cualquier partido podría hacer cualquier disparate con este texto en la mano”[vi].  Si este proyecto de ley que en setiembre será discutido en el Parlamento le otorga al gobierno la posibilidad de controlar más los contenidos de los medios, hay que seguir de cerca su debate, ya que en varias oportunidades el gobierno ha querido incidir en cómo son presentados en los medios algunos temas problemáticos como el de la inseguridad.

Desde hace unos pocos años la inseguridad pasó a ser el problema que más les preocupa a los uruguayos[vii]. La creciente preocupación por la falta de seguridad puede deberse tanto a un incremento de la victimización por crimen real, como a una percepción de inseguridad, la cual también puede provenir de la criminalidad objetiva o ser producida por los medios, o ambas a la vez. Si bien la percepción de inseguridad de los uruguayos no ha aumentado desde el 2007[viii], la preocupación existe. Tanto es así que mucha delincuencia es la principal causa por la que los uruguayos apoyarían un golpe de Estado, y también subyace al apoyo que las Fuerzas Armadas reciben para cumplir tareas de combate al crimen y la delincuencia[ix]. No hay duda que los uruguayos están preocupados por la seguridad. ¿Es esta preocupación generada, o por lo menos incrementada, por los medios?

Actualmente nadie pone en duda la influencia que tienen los medios de comunicación a la hora de definir la agenda de la opinión pública. Sin embargo, los medios no son todopoderosos como se creía a principios del siglo XX cuando teorías como la de la Aguja Hipodérmica planteaban que los ciudadanos asimilaban el mensaje de los medios sin ninguna resistencia. Aunque sí influyen en los ciudadanos porque fijan los temas de la agenda o, en otras palabras, le dicen a la gente sobre qué temas pensar[x].  Por lo tanto, y más allá de la tasa de criminalidad existente, que la inseguridad sea la principal preocupación de los uruguayos, al menos en parte se debe a la cobertura mediática.

Unamos los cabos. Entonces, en este tema (como también podría suceder en otros), y amparándose en la metáfora de gritando fuego, los gobiernos (sean del partido que sean), podrían incidir en los contenidos que emiten los noticieros, por ejemplo exigiendo una disminución del tiempo dedicado a la crónica policial. Sin lugar a dudas eso sería una intromisión en la libertad de prensa y expresión.  Ojalá que el proyecto de ley que entrará en discusión en el Parlamento sea modificado para eliminar la tentación de estos controles y regulaciones por parte del Estado. Ojalá que sean los propios los que deciden no sentarse frente al televisor a ver 40 minutos de noticias policiales si hieren nuestra sensibilidad y de esa manera incidir en el rating de los noticieros,  en vez de que sea el Estado quien termine regulando con el argumento de que no se puede “Gritar fuego en un teatro lleno de gente”.



[i] “Shouting Fire: Stories from the Edge of Free Speech”. 2009. Dirigido por Liz Garbus.
[ii] La Primera Enmienda dice lo siguiente: “Congress shall make no law respecting an establishment of religion, or prohibiting the free exercise thereof; or abridging the freedom of speech, or of the press; or the right of the people peaceably to assemble, and to petition the government for a redress of grievances”.
[iii] El texto completo del proyecto de ley se encuentra en: http://archivo.presidencia.gub.uy/sci/proyectos/2013/05/cons_min_682_anexo.pdf
[iv]El País, Jueves 22 de agosto de 2013.
[v] “Opina la SIP sobre proyecto de ley de Comunicación en Uruguay”, 25 de julio 2013: http://www.sipiapa.org/sip-considera-que-un-proyecto-para-regular-a-medios-uruguayos-tiene-amenazas-a-la-libertad-de-expresion/
[vi] El País, Jueves 22 de agosto de 2013.
[vii] http://www.factum.edu.uy/node/340
[viii] Rosario Queirolo y María Fernanda Boidi. 2013. Cultura política de la democracia en Uruguay y en las Américas, 2012. Hacia la igualdad de oportunidades. Vanderbilt University.
[ix] Ob.cit.
[x] Para un desarrollo de este tema ver: McCombs, M; Shaw, D (1972). "The agenda-setting function of mass media". Public Opinion Quarterly 36 (2).

4 comentarios:

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  2. La actual regulación (o falta de ella) de los medios de comunicación en uruguay no asegura (ni siquiera promueve) la "libertad de expresión". Lo que asegura es la libertad de comprar los medios de comunicación. Eso es: quien tenga dinero suficiente podrá expresarse, y quien no lo tenga, no.
    En particular, se sabe que los canales televisivos se encuentran bajo un oligopolio, donde un par de "familias" deciden cuales serán, en gran medida, los contenidos a las que las personas podrán acceder. Está claro que todos podemos, individualmente, desistir de mirar televisión, pero esta posibilidad no significa que uno tenga "libertad de expresion".
    La nueva ley propone otro paradigma. Se trata de la "democratización de los medios". Esto no es nada estrafalario, es una idea bien simple: posibilitar, mediante regulación, que mas personas accedan a los medios, contemplando (en alguna medida, no en su totalidad) la diversidad de voces y gustos.

    Las personas confian en el canal 4 y en la nueva modalidad de crónicas policiales porque es como creen que mejor se muestra la "realidad"? pues bien, una vez que se aplique la nueva regulación, esas personas podrán gozar de su derecho, nadie les dirá que lo dejen de mirar. Una cantidad de otras personas que no lo creen asi, o que nunca se lo cuestionaron porque no accedían a otro tipo de expresiones, podrá ser, al menos un poco, contemplada.

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  3. Estoy de acuerdo en que esta ley puede llegar a democratizar la propiedad de los medios de comunicación. Y uso el condicional porque no creo que sea un hecho, sino una posibilidad. Sin duda que esa posibilidad es algo muy positivo.
    Independientemente de eso la nota apuntaba a la posibilidad (también uso el condicional)del control y regulación de los contenidos. Eso es lo que me parece riesgoso.

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  4. No entiendo que es eso de la “democratización de los medios”. Democratica es una sociedad donde el mando lo tiene el pueblo. Es el pueblo el que le otorga, via un mandato, el poder a un mandatario. Una sociedad donde los limites sean impuestos por el gobierno no es democracia. Si el poder es ejercido por el mandatario, el mandante pasa a ser súbdito.
    ¿De quien es libre la libertad de expresión? ¿A quien le interesa que las personas no se expresen libremente? La expresión debe ser libre de los intereses del Estado y el gobierno naturalmente. Los derechos humanos son inherentes al ser humano. Existen antes, y pese al Estado. Las personas tienen derecho a vivir, aunque su existencia moleste al gobierno, tienen derecho a vivir en libertad, y asi buscar su felicidad. El Estado existe para que ninguna persona prive a otra de sus derechos… ¿En que momento el Estado adquirió la facultad de decidir cuales son los derechos humanos? El art 59 de la ley asusta… dice claramente que nuestros derechos ahora no son inherentes a la persona, son otorgados y custodiados por el Estado….
    ¿De que democratización están hablando? Es mas democrática una programación diseñada en funcion de los gustos de los televidentes o una diseñada por un Consejo de tecnócratas amigos del Poder Ejecutivo designados como los garantes de lo que nos entretiene?
    ¿Cuándo el Estado decidió que su existencia era para decidir que es mejor para las personas? ¿No sera que, temiendo a la libertad de las personas, esto es una movida para decidir que es mejor para el Estado?
    Todos asumimos el principio de la separación de poderes sin mayor cuestionamiento. Al mismo tiempo asignamos a la prensa el status del 4 poder… ¿Por qué entonces permitimos que el P Ejecutivo lo regule? ¿Por qué cuando el P Ejecutivo asume control del P Legislativo decimos “golpe de Estado” y cuando el P Ejecutivo asume control de los medios decimos “democratización”? En todos los golpes el Ejecutivo dice que es democratizador… o reorganizador de la nación… cuando lo hace con la prensa le creemos?
    Muy bueno el articulo

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