Planes de apoyo gubernamental y empleo: evidencia para abandonar prejuicios –¿O mitos?-



La semana pasada, en la reunión de la Asociación de Marketing (ADM), el ex-presidente Jorge Batlle manifestó: Estamos repartiendo plata a gente que puede trabajar. Ya van seis años de cobrar todos los meses. Cuando lleguen a diez años, concluido este gobierno, me pregunto dónde quedan los hábitos de trabajo" . Me pregunto acerca las bases de esta aseveración ya que la evidencia no la sustenta.

I. Contexto: Plan de Emergencia – Plan de Equidad

Los planes a los que se refiere, son el PANES y el Plan de Equidad. Presentamos a continuación, una breve reseña de cada uno. El Plan de Atención Nacional a la Emergencia Social (PANES) fue un programa de transferencias condicionadas, creado en 2005. Su propósito era atender hogares indigentes y vulnerables a la indigencia (Ley 17.869). Benefició a 71.231 hogares, de los cuales 8 de cada 10 pertenecían al primer quintil de ingresos (MIDES/ DINEM/ LCSSO 2008). A grandes rasgos, el programa ofrecía una tarjeta de apoyo alimentario, ingreso mensual al hogar (Ingreso Ciudadano) y acceso a servicios educativos y de salud, entre otros programas. En 2008, el programa fue reemplazado por el Plan de Equidad que se propuso reformular el sistema de protección social en Uruguay. Entre otros cambios, el Ingreso Ciudadano (que en un 80% era utilizado para alimentos según los beneficiarios encuestados en 2007) fue sustituido por la ampliación del -ya existente- sistema de Asignaciones Familiares para hogares en situación crítica y vulnerable (MIDES 2009). El monto de las transferencias es mayor que el Ingreso Ciudadano, diferencial de acuerdo al nivel educativo que asisten los menores, y la transferencia es condicional a la asistencia al sistema educativo y chequeos de salud por parte de los menores del hogar (0-18 años) (OPP 2008).

II. Evidencia

La mayoría de los ingresos en hogares pobres, ¿provienen de transferencias del Estado? NO. Supongamos que cada hogar por debajo de la línea de pobreza recibe en promedio $100 por mes. De acuerdo a la Encuesta de Hogares de 2010, de esos $100, $55 provienen de ingresos por empleo y $19 de transferencias del Estado (asignaciones familiares, pensiones por vejez e invalidez, canastas de alimentos y Tarjeta Alimentaria del Plan de Equidad) (González, Macari, and Horjales 2011).

El monto del Plan de Equidad, ¿cubre el valor de una Canasta Básica Alimentaria por persona? NO. En Diciembre de 2010, el valor de la Línea de Indigencia per cápita (Valor de la Canasta Básica Alimenticia) era de era de $1735.44 en Montevideo y $1631.28 en el resto del país urbano (INE). El monto actual de la Asignación Familiar –Plan de Equidad (definido en Enero de 2011) es de $866 por un menor que cursa Primaria y $1296 por un menor que cursa Secundaria en un hogar de condiciones críticas (Datos actualizados del Banco de Previsión Social). De contar el hogar con un menor en Primaria y otro en Secundaria, el monto total a percibir es de $1683. Si los dos están cursando Primaria, el monto que el hogar percibe es de $1312. En ninguno de los casos, el monto permitiría ni siquiera cubrir la alimentación mensual de uno de los menores.
Supongamos ahora que el hogar cuenta además con la Tarjeta Uruguay Social (tarjeta que solo permite la compra de alimentos, artículos de higiene y limpieza). El monto a percibir por un menor en el hogar es de $523 y por dos es de $793 (MIDES). Tampoco le cierran las cuentas, ¿no?

A partir de estos ejemplos queda claro que la complementación de ambos beneficios no permite cubrir la canasta alimenticia de dos menores de hogares en situación crítica. Considerando que el promedio de menores de 18 años en los hogares indigentes es de 3.1 y en los hogares pobres es de 2.1, queda claro que el Plan de Equidad contribuye a cubrir las necesidades mínimas pero no es suficiente (INE 2009).

¿El Plan de Emergencia y posterior Plan de Equidad desmotivan la actividad laboral de los adultos del hogar? NO. En base a datos de 2008, comparando beneficiarios y no beneficiarios del Plan de Emergencia con similar situación socio-económica, se concluyó que el programa no impactó en la inserción laboral de los adultos del hogar, ni en su tasa de desempleo ni calidad del empleo (Amarante et al. 2008, 2009) . Y esto no es llamativo ya que los resultados son similares a evaluaciones de programas de transferencias condicionadas en el resto de América Latina (véase: Veras Soares, Perez Ribas, and Guerreiro Osorio 2010).

La principal diferencia entre hogares pobres, indigentes y no pobres, no radica en la tasa de actividad sino en la calidad del empleo. Las personas pobres subempleadas triplican a las no pobres y 66% de las personas pobres no contribuyen a la seguridad social (González et al. 2011). De acuerdo a datos de 2006, los beneficiarios del PANES se ocupaban principalmente como peones, domésticas, recolectores, vendedores ambulantes y barrenderos (Amarante, Flores, and Vigorito 2007).

A partir de la evidencia presentada, reitero mi pregunta del inicio: ¿en que basan su aseveración quienes día a día defienden premisas como la del Dr. Batlle? ¿No será hora de asumir de una buena vez que es responsabilidad de todos que todo ciudadano tenga las necesidades mínimas cubiertas? El Plan de Equidad contribuye pero no es suficiente. En parte por eso todavía vemos niños en situaciones como la de la foto adjunta.

Referencias:
  • Amarante, Veronica, Manuel Flores, and Andrea Vigorito. 2007. “Perfil socioeconómico de la población incluida en el PANES. Informe final.”
  • Amarante, Veronica, Gabriel Burdin, Marco Manacorda, and Andrea Vigorito. 2008. “Informe final de la evaluación intermedia del impacto del PANES.”
  • Amarante, Veronica et al. 2009. Evaluación del impacto del Panes. Segunda ronda de seguimiento. Montevideo, Uruguay.
  • González, Franco, Andrea Macari, and Rodrigo Horjales. 2011. “Estimación de la pobreza por el Método del Ingreso. Año 2010.”
  • INE. 2009. “Estimaciones de Pobreza por el Método del Ingreso 2008.”
  • MIDES. 2009. Politicas sociales que promueven el ejercicio de los derechos ciudadanos. Montevideo, Uruguay: Ministerio de Desarrollo Social.
  • MIDES/ DINEM/ LCSSO. 2008. Dela PANES al Plan de Equidad. Un balance del PANES para aportar ideas a la ejecucion del Plan de Equidad en Uruguay. Montevideo, Uruguay: MIDES.
  • OPP. 2008. El Plan de Equidad y la reforma de las Asignaciones Familiares. Montevideo, Uruguay.
  • Veras Soares, Fabio, Rafael Perez Ribas, and Rafael Guerreiro Osorio. 2010. “Evaluating the impact of Brazil’s Bolsa Familia. Cash Transfer Programs in comparative perspective.” Latin American Research Review 45(2):173-190.

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