El comercio internacional es sobre todas las cosas, una competencia. La dotación doméstica de capital humano es un componente central de la competitividad de los bienes y servicios que exportan los países. El problema que planteo es simple: ¿qué hacen los países que compiten con las exportaciones Uruguayas en materia de inversión educativa?; ¿y de qué modo Uruguay ha reaccionado frente a la carrera en formación de capital humano?
El primer gráfico muestra el promedio de gasto educativo total que realizan los países que compiten con las exportaciones Uruguayas[1]. La línea solida es el gasto educativo que realizó Uruguay entre 1970 y 2008. Lo que ha sucedido es que durante casi tres décadas Uruguay ha invertido sistemáticamente menos en educación que sus competidores comerciales. Desde hace muy pocos años el país parece haber reaccionado frente a los incentivos de la carrera educativa (al menos en materia de gasto público).
Mientras tanto, nuestros principales competidores han seguido otro camino. Argentina, Paraguay y España invierten más en que sus competidores comerciales desde inicios de los noventa. Brasil, Nueva Zelanda y Australia son países que han ganado siempre esta carrera frente a sus respectivos competidores comerciales.
Es verdad que una parte importante de la capacidad de los países para exportar su producción es encontrar destinos abiertos al comercio, es decir buenos socios comerciales. Pero además de los socios están también los competidores y sus decisiones de política doméstica. Las naciones compiten entre sí cuando exportan los mismos productos a los mismos mercados de destino. La competencia genera una fuerte interdependencia entre las decisiones de los gobiernos. Por ejemplo, si un país "j" logra aumentar su dotación de capital humano también aumenta la productividad sus trabajadores y mejora su capacidad exportadora en el largo plazo. Ello redunda en consecuencias negativas sobre el desempeño exportador de las naciones que compiten con el país "j". Es de esperar que como resultado de lo anterior se desate una carrera educativa entre países con perfiles exportadores similares. Uruguay parece haber sido insensible a estos incentivos y ha desatendido las decisiones educativas de sus competidores comerciales durante mucho tiempo. La realización de las consecuencias de esta historia todavía está por venir.
[1] Hay múltiples formas de identificar competencia y los resultados son todos muy similares. Aquí utilizo la correlación entre los vectores de los perfiles exportadores de cada uno de los países del mundo con el perfil exportador de Uruguay. Esto es estándar en estudios de difusión en economía política. Pero ver también: Finger, M. and M. Kreinin (1979) “A Measure of ‘Export Similarity’ and Its Possible Uses,” Economic Journal, 89:905–912. Los perfiles exportadores se componen de 10 sectores (tipos de productos) y n destinos comerciales (todos los países existentes en cada año). Los países que tienen un perfil exportador más similar al de Uruguay son Argentina, Nueva Zelandia, Paraguay, Brazil, Australia, etc. Para calcular el gasto educativo de los competidores realizo un promedio de gasto ponderado por el nivel de competencia comercial vis-a-vis con Uruguay. Los datos de flujos de exportaciones son de UN-COMTRADE. Los datos de gasto en educación son del Banco Mundial.
Si hay algo que agradecerle al 4.5% para la educación, es que no demostró que mas dinero no hace mejor educación.
ResponderEliminarEs verdad que contribuye, y estoy a favor en todo con este post, solo posteo para contribuir una variable adicional: los sistemas educativos de muchos de estos países, han hecho avances y reformas de mostrado éxito. Incluso en este aspecto nos estamos quedando atrás, no solo por los bloqueos de las corporaciones docentes, sino porque la academia y los tomadores de decisiones están absolutamente divorciados en materia de educación.
Santi como andas? Soy Daniel, ex alumno tuyo de la Ucudal. Cómo estoy haciendo mi tesis sobre el problema educativo encontré este blog y me interesó el artículo. Claramente, la economía a la hora de medir inversión y gestión educativa, parte de supuestos muy grandes y a la vez erróneos. Invertir más en educación no significa ni mejores resultados en generación de capital humano, y mucho menos mejores resultados. Si ese aumento en la inversión se mantiene entre corporaciones y elites sindicales, los resultados educativos no se van a ver reflejados por el aumento en los rescursos económicos. Uruguay es un claro ejemplo de ello, aunque viene haciendo la mayor inversión en la historia en políticas educativos, los resultados osn magros y están hace casi 15 años estancados. Por eso es interesante ver el tema educativo desde un punto de vista economicista, pero no simplificista.
ResponderEliminarSanti como andas? Cómo estoy haciendo mi tesis sobre educación, encontré este artículo y me pareció muy interesante. Te quería comentar cómo la visión economicista dentro de la gestión y administración educativa, es muy importante pero a la vez muy simplificista.
ResponderEliminarPara empezar, el supuesto de que a mayor inversión = mejores resultados es vago, y está comprobado que no es real. Si los recursos que invierte un país en educación, son invertidas en áreas no productivas o se concentran dentro de elites corporativas, ese capital no se traduce en mejores resultados educativos.
Uruguay es un claro ejemplo, dónde la mayor inversión de la historia en educación durante 10 años se viene incrementando, y los resultados son magros en egreso y mejoras a niveles de aprendizaje. Por eso el tema parece ser más complejo cuando se analiza el tema desde adentro, o sea desde su estructura.
Nada más. Esto es de hace un an más o menos jeje pero si sirve de algo mejor
Saludos