
El
Dr. Sanguinetti argumenta que mi mentalidad es arcaica y permisiva.
Al respecto digo que ningún sistema educativo de los que se
consideran avanzados tiene a la repetición como modalidad instituida
para lidiar con los problemas de aprendizaje de los alumnos.
Sugeriría al Dr. Sanguinetti que se informe sobre el actual debate
académico en torno a la repetición. Para ello sugiero las
referencias que detallo a continuación.
Uno
de los últimos trabajos del
sociólogo
Carlos
Filgueira y
sus colaboradores es la mejor reseña nacional sobre los efectos de
las
políticas recientes sobre
la
repetición hasta 2004. El Dr. Andreas
Schlicher,
Director del Programa Pisa, de visita este año en Montevideo, fue
categórico al mostrar que la repetición es un instrumento de los
sistemas arcaicos y que los sistemas educativos de alto desempeño la
han desechado hace tiempo. Por
otra parte, un artículo reciente del Lic.
Felipe
Martinez Rizo revisa la literatura comparada al respecto y concluye
mostrando
los
perjuicios de la repetición, al igual que lo hacía la colombiana
Rosa
María Torres o García
Huidobro,
especialista chileno. Por último, el
Dr.
Gustavo
de Armas de Unicef escribió
recientemente un artículo
a
pedido del CEIP, revisando las tendencias actuales del Uruguay y la
perspectiva comparada, arribando
a conclusiones idénticas a las que formulo.
El
Dr. Sanguinetti me tilda de permisivo. Debo decir que no postulo que
haya que ser permisivo. Creo sí en la necesidad de tener referencias
sistemáticas y objetivas para mejorar el sistema educativo.
Ver el reportaje al respecto en Síntesis
Educativa.
Sin
duda, Uruguay tiene un problema a resolver con su educación, y
precisa de sus mejores docentes, técnicos y de sus mejores políticos
-independientemente de a qué partido pertenezcan. Lo arcaico no es
mi mentalidad, sino la repetición como forma de lidiar frente al
no-aprendizaje. Dicen que un síntoma de la locura es hacer
exactamente lo mismo y esperar resultados distintos. El camino no
pasa por la repetición, sino por proponer trayectorias de
aprendizaje significativas para cada alumno donde pueda desarrollar
todo su potencial.
Columnista invitado: Andrés Peri
*Andrés Peri es doctor en Demografía y magister en Sociologia por la Universidad de Texas en Austin. Es licenciado en Sociologia por la Universidad de la República. Actualmente se desempeña como director de evaluación y estadística de la ANEP.
** El artículo escrito por Sanguinetti puede leerse en: http://www.correodelosviernes.com.uy/El-problema-es-de-concepto.asp
dos preguntas de un lego (que no tiene tiempo de informarse sobre el asunto). 1) ¿se puede realmente trazar una conexión causal entre la inclusión de la repetición en un sistema educativo y su ineficiencia? Supongo que hay países similares a Uruguay que no la utilizan y que han mejorado significativamente su desempeño. ¿Realmente no hay explicaciones rivales igual de convincentes de los numeritos? 2) ¿Qué alternativa proponen estos sociólogos? ¿Qué debemos hacer cuando un sujeto no satisface los requerimientos cognitivos mínimos que le exigimos a quien recibirá un certificado que atestigua su capacidad sobre una materia? ¿o proponen a su vez dejar de evaluar?
ResponderEliminarpropongo dos cosas:
Eliminar1) hacerse de un tiempo para informarse sobre el asunto (sea cual sea); suele dar buenos resultados especialmente a la hora de hacer preguntas.
2) ser honestos: no está bien anunciar que se van a formular dos preguntas (y numerarlas), cuando en realidad se hacen cinco.
carlos giráldez
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ResponderEliminarAgrego otra investigación que reporta efectos negativos de la repetición: Manacorda, 2012. http://www.mitpressjournals.org/doi/abs/10.1162/REST_a_00165 (disponible también en la web del autor). Somos ejemplo para el mundo en lo que no hay que hacer. Bueno para el mundo, mal para nosotros.
ResponderEliminarNo pude acceder al artículo. Sólo al resumen. Les agradecería a quienes dominan el tema que me aclararan si este es un resultado establecido entre economistas y/o sociólogos, por lo que discutir el punto 1 sería excéntrico, o si se trata de artículos aislados, sobre un asunto polémico o debatible. A primera vista, me llama poderosamente la atención que en el resumen se hable de "efectos". Seguramente hay muchos datos que muestran una correlación entre repetir varios cursos y el subsiguiente fracaso escolar. Quisiera que me ilustraran acerca del modo en el que este autor descarta la hipótesis plausible de que esta correlación sea accidental. Obviamente habrá causas un poco más profundas que expliquen qué tipo de alumnos suele fracasar a nivel escolar, reprobando cursos. ¿Por qué atribuir poder causal a la reprobación? ¿No será que se trata de un fenómeno ilusorio? De todos modos, si los expertos coinciden sobre el punto 1, queda por discutir el punto 2. ¿Cómo conciben el proceso de evaluación? El sistema educativo tiene la obligación de expedir títulos que certifiquen la posesión de ciertos conocimientos y habilidades. Cuando un alumno no satisface los mínimos imprescindibles, ¿debemos otorgarle igualmente dicho certificado? ¿No trae eso consecuencias sociales perniciosas?
EliminarEl año pasado asistí a un seminario sobre educación y políticas educativas organizado por el Instituto Ortega y Gasset en Madrid. En una de las sesiones estuvo el Ministro de Educación y cultura de Finlandia presentando las claves del éxito del modelo finlandés que, recordemos, es el país que mejores resultados obtiene en las pruebas PISA. Una de las claves de la reforma finlandesa: los niños no repiten el curso (ver diapositiva 9 en este link: http://www.ortegaygasset.edu/descargas/contenidos/Finnish%20Education%20System.pdf). No hace falta inventar nada, se puede mirar cómo realizan las evaluaciones en otros países con sistemas educativos avanzados.
ResponderEliminarAgrego el link al artículo completo de Manacorda: http://personal.lse.ac.uk/manacorm/repetic.pdf. Lo que encuentra no es simple correlación. Muy rápidamente, lo que hace es utilizar la regla que establece que todo aquel que tenga menos que aceptable en más de tres materias en el liceo debe repetir el año. Entonces compara aquellos que fallaron en más de tres materias y por tanto repitieron, con aquellos que fallaron en tres o menos y encuentra que los primeros tienden a abandonar antes el sistema educativo. Para esto utiliza datos que permiten seguir al mismo individuo (datos de panel). Sobra decir que el artículo está publicado en una prestigiosa revista arbitrada internacional, es decir, que ya fue sometido a la revisión de otros académicos.
Estimados, me pregunto qué más da que se anuncien dos preguntas y se formulen cinco, ocho o quince? Más cuando son preguntas que creo yo, aportan al tema tratado.
ResponderEliminar¿Cuál es el grado de información previa necesaria para participar de la discusión? El mío es bastante bajo, de todos modos, insisto en las preguntas de Ignacio, que me parecen super relevantes. Por otra parte, agrego algo de lo que también considero clave, pero que me interesaría conocer los contenidos que implicaría: "proponer trayectorias de aprendizaje significativas para cada alumno donde pueda desarrollar todo su potencial." Porque más allá de mediciones de logro o eficiencia de un sistema u otro, me parece que hay cuestiones sustantivas que están en la base y que no podríamos dejar de considerar, desde el vamos (qué se espera de la escuela, entre otras...)
Saludos,
Fabiana
Muy bien. Por lo visto debemos considerar la posibilidad de que la repetición pueda tener efectos perniciosos en la calidad general de la enseñanza. 1) Ni concedo ni me niego a conceder el punto fáctico. La apelación a la autoridad es una buena manera de razonar, siempre que, por lo menos, exista consenso en la comunidad de especialistas sobre el punto debatido. Hasta ahora, parece ser que los especialistas que han participado en este foro se inclinan fuertemente por atribuirle poder causal a la repetición sobre la calidad de la enseñanza. De todos modos, no podemos todavía descartar la posibilidad de que el consenso alcanzado hasta el momento sea insuficiente para cerrar la discusión sobre el asunto. No soy yo quien deba juzgar, en último término, este asunto. Pero, como participante no especializado sobre esta parte de la discusión, no puedo sino seguir albergando dudas. Si nos convencemos de que el consenso es absoluto, o muy grande, estará saldado ese aspecto de la discusión. Pero para eso necesitaríamos reportes objetivos sobre el asunto, avalados por varios expertos en estos temas. 2) Una razón de sentido común para dudar. a) Estos teóricos le atribuyen poder causal a la repetición. Según ellos, quienes repiten un curso tienden, en general, a abandonar el sistema educativo. Ahora bien, ¿cómo explicamos el primer fracaso escolar? ¿Cómo explicamos el primer episodio de repetición? No podremos apelar ya a la repetición como categoría causal, claro está. Por lo tanto, debe haber OTRA explicación alternativa, que apele a causas más generales, que nos explique la primera repetición. Pero entonces uno se pregunta si esas causas más generales no serán suficientes para explicar el desempeño educativo, sin necesidad de apelar a la repetición. ¿Qué razones tenemos para pensar que el primer fracaso escolar es categóricamente diferente del primero? Si no hay razones y si necesitamos apelar a causas más generales para explicar el primer fracaso, entonces lo esperable es que terminemos por deshacernos de la categoría "repetición" para explicar el desempeño, ya que, además, no parece haber impedimentos a priori para pensar que las causas más generales serían capaces de explicar AMBOS fenómenos. 3) Como dice Fabiana, todavía queda pendiente la discusión normativa, sobre si querríamos tener sistemas sin repetición o no, más allá de si tienen ciertos efectos que pudiéramos llamar negativos, si es que hay razones más generales para conservar la evaluación estándar, ya que, considerando todas las cosas, nos parece que un sistema alternativo es, en sí mismo, reprochable.
ResponderEliminarEntiendo tu punto, Ignacio. No me interesa ponerme a discutir acá sobre qué se necesita para que algo se considere "probado". Los resultados de los análisis disponibles muestran una asociación robusta entre reprobación y deserción. No es suficiente para probar una relación causal, es cierto. Podría ser un caso de asociación espuria y que todo dependiera de la "inteligencia" no observada de los niños. Pero es acá donde hay dos puntos importantes para mi: 1) En política social no podés esperar a tener pruebas irrefutables; si algo puede llegar a ser bueno, hay que hacerlo; si puede a ser contraproducente, hay que dejar de hacerlo. 2) Yo te retrucaría: ¿qué se gana con la reprobación? ¿Mejorás los aprendizajes, la autoestima del niño, el vínculo con la escuela o la probabilidad de progresión escolar? ¿Acaso eso está probado? En todo caso hay menos elementos a favor que para lo otro.
ResponderEliminarTengamos en cuenta además que: 1) La reprobación no es un resultado "natural" del sistema educativo. Quién reprueba, por qué, y con qué estándares, es pura y exclusivamente una decisión de los maestros en función de ciertos estándares. No dice nada sobre el rendimiento del niño en sí mismo, y mucho menos sobre su potencial. Es, en este sentido, algo bastante arbitrario. Los estándares podrían ponerse mucho más arriba o mucho más abajo. Cuáles son los estándares usados hoy, por qué esos, y por qué perjudican sistemáticamente a los niños más pobres es una de las primeras cosas que hay que preguntarse. 2) La reprobación es, hasta donde sé, una medida administrativa, y no pedagógica. No corrige nada; al contrario, desplaza el problema del aprendizaje, como si fuera solo del niño, y no de su relación con un determinado sistema de educación. Se estigmatiza al niño, y los efectos de estas etiquetas sobre los resultados escolares están bastante estudiados también. 3) Existen medidas alternativas, como en los sistemas carcelarios, que podrían ser más útiles. Por ejemplo una atención especial, clases de recuperación, etc.
Entonces nuevamente: si no está probado que repetir sirva para algo, pero hay muchos elementos teóricos y empíricos que, sin ser definitivos, indican que podría ser perjudicial: ¿para qué mantener la reprobación? ¿No estaremos reproduciendo una ideología meritocrática de la escuela que hace décadas que ha sido puesta en cuestión?
1) Concedo que, por el momento, dado el modo en el que se está analizando el tema por parte de, cuando menos, los sociólogos y economistas que participan en este foro, se conocen ciertas CORRELACIONES entre la repetición y los bajos desempeños educativos, como señala el espectro de García. 2) Es cierto que a la hora de actuar, nuestro grado de confianza en ciertas proposiciones se vuelve progresivamente menos relevante, si es que las consecuencias de no actuar pudieran ser más graves que la propia inacción. Pero también es cierto que, cuando las consecuencias del error pueden ser más altas, nuestros estándares epistémicos tienden a subir, y es natural que nos comportemos así. Si vamos a mandar un cohete a la luna más nos vale tener un buen modelo explicativo. 3) Me parece que el caso que nos ocupa es, precisamente, un caso donde debemos tener cuidado a la hora de juzgar los méritos de nuestras teorías. "¿Qué se gana con la reprobación?"¿Cuál es la razón de ser de la reprobación? A mi me parece bastante claro que una función esencial de los sistemas educativos en las sociedades modernas, sociedades cada vez más complejas en donde el conocimiento regula casi cualquier actividad humana, es determinar, de modo reconocible por terceros no especialistas, quién sabe sobre qué. ¿Sabe el señor Gómez como operarme del apéndice? ¿Puedo confiar en el informe del ingeniero que reporta que mi casa no se va a derrumbar?, y claro, ¿Puede este alumno de 12 años ingresar al liceo? ¿conoce las reglas gramaticales del español? ¿es capaz de utilizar la regla de tres? Me parece que esta función evaluadora de los sistemas educativos es esencial. También es cierto que los sistemas educativos nos permiten a los incultos aprender y nos facilitan la comprensión de la cultura humana en sus diversas manifestaciones. Pero quizás más importante aún es su función institucionalizada de determinar quién sabe sobre qué. Yo he sido profesor y, si bien en Uruguay esto no es posible, me parecería muy bien que un alumno que considerara saber todo lo que pudiera aprender en mi curso se presentara a rendir un examen para ser exonerado de la materia, y dedicarse a lo que estimara conveniente con el tiempo ganado. Pero si bien esto podría instrumentarse sin mayores problemas, me parece claro que el sistema educativo dejaría de cumplir una de sus funciones esenciales si no evaluara quién sabe sobre qué, y cuánto sabe sobre eso que sabe. La reprobación es una categoría que nos sirve para cumplir con esa función esencial de las instituciones educativas. Estipulamos la existencia de ciertos conocimientos mínimos que debe poseer quien se haga acreedor de un título habilitante (en el más amplio sentido, claro). Quien no satisface los mínimos queda reprobado. Claro que puede intentarlo de nuevo y aprobar. Claro que podemos discutir sobre la adecuación de los mínimos. Claro que podemos encontrar arbitrariedades puntuales, quizás irresolubles. Pero el sistema, en general, tiene una lógica sencilla. Las instituciones educativas son, antes que nada, evaluadoras. Por eso discrepo profundamente con quienes pretenden eliminar la reprobación del sistema educativo. Con igual éxito podríamos postular que no haya cuadros vencidos en el fútbol, para aumentar el número de victorias. Pero, me parece, esto no es más que hacernos trampas al solitario. 4) Como se ve, me parece evidente que la reprobación es una medida pedagógica. No abundo sobre este punto por parecerme evidente mi concepción sobre el asunto. 5)Las clases de recuperación (que ya existen) no son, desde luego, incompatibles con la reprobación. En algún momento hay que evaluar si el sujeto X sabe sobre p. Cuando no satisface el mínimo requerido (sobre el que podemos debatir) el sujeto X reprueba. 6) ¿Realmente les parece que decirles a todos que saben sobre todo es un modo de alentar el autoestima de la gente? Se parece más a tomarles el pelo.
ResponderEliminar3) Nacho, seguís sin mostrar, empíricamente, que se gane algo reprobando. Elaborás una teoría sobre los beneficios de la reprobación, pero deberías citar evidencia que por lo menos contrapese - aunque sea a través de correlaciones - los hallazgos en contrario.
ResponderEliminarEl sistema educativo tiene muchas funciones, no siempre congruentes entre sí. Es un campo de conflicto, no una máquina. Y aunque no lo fuera, la función en primer año de escuela no es la misma que al egresar de facultad. Al contrario de lo que vos decís, creo que la principal función del SED no es consagrar, sino enseñar. Los exámenes son los que consagran, y estos no necesariamente son parte del sistema educativo (en el nivel superior podrían quedar a manos de los gremios profesionales respectivos, y en los niveles anteriores, a manos de empresas privadas que aplican cuestionarios). Reprobar a un niño en primer año de escuela, insisto, no tiene nada que ver con no otorgar un título. Reprobar no envía, en los hechos, una señal útil a nadie. Al contrario, es interpretada como un síntoma de estupidez del niño, y por lo tanto, condena. Y no se trata de arbitrariedades puntuales, sino de un sistema arbitrario en sí mismo, que no puede dejar de serlo y que por eso mismo debe estar prevenido, sobre todo si perjudica sistemáticamente a quienes tuvieron menos oportunidades desde el nacimiento. Si ser pobre, independientemente de tu capacidad, te hace reprobar; y si reprobar te hace salir de la escuela antes; entonces no hay que reprobar.
4)Además, repito, hay otras formas de señalar quién sabe y quién no, más útiles para la función de enseñanza que el reprobar. No has explicado cómo sería "pedagógica" la reprobación, a no ser que creas que decirle a un alumno "como este año no aprendió con el método x, vuelva a intentarlo el año que viene con el método x" es, en algún sentido, "pedagógico".
6)Nunca afirmé eso. Discutir con muñecos de paja, no. Lo que se sabe es que, en lugar de los supuestos efectos pedagógicos, la reprobación tiene efectos sociales. Se estigmatiza al niño, su autoestima pedagógica baja, su vínculo académico y social con la escuela también, así como la fe que le tienen sus padres como alumno. Caldo de cultivo para que aprenda menos y se vaya antes. Nadie dice que decirle a todos que saben todo aliente la autoestima, y no se trata de eso. Pero la contraria sí es cierta: crear un repetidor baja la autoestima salado. Y estamos hablando de niños de 6, 7, 8 años, que es donde se da más este fenómeno. Ojo, porque a veces la supuesta neutralidad valorativa y el universalismo joden más de lo que ayudan. Llamale acción afirmativa.
1)No veo la necesidad de "demostrar empíricamente las virtudes de la reprobación". Hace rato que estamos hablando desde nuestros pareceres. Comenzamos discutiendo acerca de los supuestos efectos inamovibles que traía la repetición. Y ahora hemos aceptado que tenemos correlaciones no muy iluminadoras. Comenzamos hablando de algo tan UNIVERSAL como una CAUSA. Y ahora estamos hablando de la escuela uruguaya, en ciertos contextos especiales. Cuando se habla de la "estigmatización", por ejemplo, no se hace mucho más que usar una frase altisonante. No se han presentado todavía estudios psicológicos que aprueben esa terminología. Ni siquiera queda muy claro qué significa. Esto no me preocupa. Si la teoría social matematizada es miope, entonces más nos vale seguir formulando hipótesis no matematizadas y razonando con sentido común. 2) Precisamente, mi argumento de que si algo debía hacer un sistema educativo, en una sociedad contemporánea era evaluar, pretendía mostrar lo que un sistema educativo no puede dejar de ser. Nunca negué todas las demás cosas que puede hacer y que hace. Formulé la que me parece una hipótesis general plausible de la utilidad de los sistemas educativos en las sociedades contemporáneas. Queda claro que para la especie humana, el conocimiento es una forma característica de adaptación al entorno. Pero el conocimiento es cada vez más especializado y complejo. Por eso es plausible suponer que los sistemas educativos nos sirvan para evaluar quién sabe qué sobre qué. Claro que también deben educar. Pero no pueden dejar de evaluar. Al apoyarse no meramente en la impresión de que la reprobación estigmatiza, sino en una hipótesis más general, no "demostrada empíricamente" pero sí más general, creo yo que mi hipótesis está más lejos de lo contingente, incluso si no hay ningún experimento demostrativo 3) Existe, como señala García, la posibilidad de que hubiera por un lado un sistema formativo y por el otro un sistema evaluador. Pero, en los hechos, estas cosas se dan juntas.No es posible enseñar sin evaluar. Por eso la evaluación es tan importante en la práctica educativa. Este es un punto de sentido común, pero importante. No podemos enseñarle a alguien qué son los números irracionales si no sabe sumar. Los cursos se estructuran sobre esta base. Se supone que quien aprueba un grado posee ciertos conocimientos mínimos que le permitirán adquirir nuevos conocimientos en el grado siguiente. Los maestros no pueden enseñarle todo a todos, todo el tiempo. Existe especialización incluso entre los maestros, por más que no haya materias particulares. Hay maestros con más talento para enseñar a escribir por primera vez, y que han estudiado más sobre esa tarea. Hay otros más aptos para los cursos más avanzados. Hay carreras docentes que se apoyan en estas habilidades diferenciadas. Cada vez que un buen maestro o un buen profesor se para frente a una clase, está evaluando. Tiene que saber si un alumno no comprendió un punto importante y por qué. Y tiene que idear una alternativa para lograr que lo comprenda. Para un buen profesor la reprobación es siempre un último recurso. Reprobar a alguien puede, en las penosas circunstancias en las que ocurre, ser la mejor opción. El maestro del siguiente grado no podrá ayudarlo a mejorar, porque estará preocupado ayudando a los demás alumnos a adquirir nuevas habilidades.4) Creo que llegó la hora de que quienes proponen la heterodoxia nos informen sobre cómo van a instrumentar la no reprobación. ¿Se va a eliminar la reprobación para todos los alumnos de los primeros grados escolares? ¿Cuándo se va a volver a calificar la satisfacción de mínimos? Dado que la medida se propone ahora para casos particulares deberá haber un momento en el que esto suceda. Supongo que, en ese momento, nos parecerá adecuado reprobar a quienes no aprendieron, pero me temo que quizás ya haya sido demasiado tarde. Estos nuevos alumnos carecerán incluso de la cultura de la evaluación. No veo de qué modo esto podría ser una solución a los problemas educativos reales.
ResponderEliminar1. Creo que no me entendiste. Mi posición es que, sin estar "probada" (qué lo está?) la relación entre reprobación y deserción temprana está "bastante fundada". Yo no moderaría las afirmaciones como vos lo hacés. No estamos en el terreno de las opiniones y no es únicamente Uruguay, hay mucha literatura internacional sobre esto; en parte citada por la gente que se sumó a la discusión. Igual para lo relacionado con la estigmatización, la teoría del etiquetado, etc. Es cuestión de buscarlo. Si sostenés la posición contraria, no veo cómo "no ves" que debas fundamentarla.
ResponderEliminar2. La evaluación como función del sistema educativo tiene dos partes: hacia adentro o hacia fuera. La reprobación hoy no hace ninguna de esas dos cosas. Si además va contra el objetivo principal, que no es evaluar sino enseñar; y habiendo alternativas, mi punto se sostiene.
3. Estoy de acuerdo en lo que decís: si alguien no sabe "a", no puede enseñársele "b". Podemos debatir sobre si ese orden es la mejor forma de enseñar, está bastante discutido ese tipo de curriculum "de colección", pero concedámoslo. Mi punto es este: la reprobación no es "natural", es parte de una escuela concebida como un aparato de producción en serie, donde el producto que falla se queda atrás, porque no hay dispositivos de corrección, no hay tiempo. Yo creo que hay que corregirlo: flexibilizar la cadena para tener opción de recuperarlos. Eso probablemente implique dar atención especial, pero no podés reprobar porque (y parece suficientemente sustentado) las consecuencias son peores.
4. Las alternativas están ahí. Y no, no es necesario dejar a nadie atrás, en todo caso no en la educación básica. Ha que quitarse la reprobación de la cabeza por un momento y mirar a otros sistemas educativos, muy buenos, y ver que no es una necesidad natural. El sistema educativo no está acostumbrado a lidiar con los "problemas", sino a deshacerse de ellos. Hay que dedicar plata, tiempo y cabeza para cambiarlo. Si esos alumnos necesitan dos horas más de acompañamiento por día, en clase aparte, pues eso. Si hay que poner dos maestros por clase, igual. A veces tengo la impresión de que la defensa de Sanguinetti (no la tuya) se basa en un programa "moralizante": el niño tiene que ser evaluado para que aprenda responsabilidades, y aprenda la cultura del esfuerzo, y no sea un vago. Algo así como que "se pierden los valores". Si querés podemos pasar a ese tema, porque parece lo que está en el fondo, y porque hablar de correlaciones y curriculum ya me emboló.
Volvemos dos pasos atrás y uno hacia adelante. Si se aceptó que no conocemos las causas entonces las correlaciones son insuficientes para saldar la discusión. Si existe una sospecha fundada de que estos especialistas no comprenden el fenómeno causalmente, entonces no podemos cerrar la discusión citando meras correlaciones. No se trata de que toda opinión valgo lo mismo que la otra, nunca dije eso. Solo que no podemos saldar la cuestión apelando a la autoridad de los expertos,porque al parecer, dada la complejidad del fenómeno, este campo todavía necesita tiempo para avanzar y llegar a una teoría respetable. Desconozco los méritos de la teoría del etiquetado. De todos modos, los especialistas podrían hacer un esfuerzo por proponer medidas mas concretas de cambio y por responder a los problemas de sentido común que mencioné. No sé exactamente dónde está la carga de la prueba por el momento. Pero en lugar de dedicarse a citarme supuestas autoridades que luego se desarticulan ante la primera pregunta, no estaría mal que los que saben nos respondan las interrogantes obvias que surgen a primera vista. Ofrecí un argumento a favor de la esencialidad de la evaluación en las sociedades contemporáneas. No he escuchado ninguna réplica, salvo una nueva apelación a datos que me siguen pareciendo desordenados y sobre dimensionados. Ya ofrecí argumentos que pretenden mostrar tanto la función externa como la interna de la reprobación. No he escuchado ninguna respuesta a estos argumentos. La exigencia de mínimos para aprobar un curso no es incompatible con la existencia de medidas de ayuda para los que tienen más dificultades. Por momentos parece que se pretende fundamentar una tesis muy novedosa y radical sobre la base de medidas que no requieren cambios radicales. Apoyo las medidas no radicales y estoy en contra del cambio heterodoxo. Ofrecí razones para esto último que todavía no han sido respondidas. Me interesa especialmente saber qué opinan sobre el momento en la carrera estudiantil en el que se pase a exigir mínimos nuevamente y sobre la importancia didáctica de la evaluación constante, como parte de cualquier proceso educativo de calidad.
ResponderEliminar¿No hay algo de maña en tu exigencia? Como no te gusta el resultado de la investigación (que existe y es sólido), lo impugnás apelando a unos estándares que ni siquiera en todas las ciencias duras se aplican. Demostrar un vínculo causal es, además, hasta donde sé, imposible. Me parece que tu purismo corre el riesgo de ponerte en un lugar similar al de los que niegan el calentamiento global: la evidencia se acumula pero se la desecha en nombre de una "contundencia" imposible de alcanzar. Lo mismo pasa con la negación de la teoría de la evolución.
ResponderEliminarEn todo caso te faltaría mostrar qué apoya la tesis de que repetir sirve para algo. Insisto, quien afirma eso también debe demostrarlo. La carga de la prueba cae en ambos lados; uno ya hizo bastante trabajo.
Nadie cita "autoridades", sino investigaciones. Mejor leelas; no son únicamente "datos". Se aprende más así que presentando las propias convicciones (¿sentido común? argumento de autoridad!) como si fuesen teorías fundamentadas cuando en realidad no son más que enunciados normativos en el aire, absolutamente desvinculados de la realidad (y que traslucen una ideología meritocrática que está, al menos entre quienes estudian estas cuestiones, superadísima).
Pero para decirlo simple: no tenés pruebas a tu favor de tus argumentos. Y sí, una avalancha de datos/argumentos en contra. Ya están expuestos; para mi es respuesta suficiente. Ahora hay que leerlos.
Una aclaración que quizá ordene. Creo que confundimos niveles de análisis: yo argumento que la reprobación no es buena para los individuos, y vos que es buena para el sistema. Así no vamos a llegar lejos. A mi me importan, en este caso, más los individuos que el sistema. Pero ahí ya es cuestión de valores. Tenemos dos: o yo me voy a tu nivel y tratamos de ver si la reprobación (en primaria) es perjudicial o no para el sistema (pero tendríamos que estar de acuerdo en qué sería bueno o malo); o bajás a mi nivel y me explicás por qué la reprobación sería buena para los individuos.
ResponderEliminarPresenté objeciones a los datos. No pido teorías impolutas solo respuestas a mis dudas. Más atrás lancé un desafío a la supuesta causalidad postulada. Supongo que si hay tal consenso sobre el asunto, los especialistas deberían responderme rápidamente mostrando el error de mi argumento. Pero, hasta el momento, no recibí una respuesta a las dudas que he presentado. También critiqué la mera apelación a correlaciones no iluminadoras, que, por la misma razón por la cual sospecho de la causalidad, tenemos razones para pensar meramente accidentales. No he recibido ni una respuesta a mis dudas. También presenté argumentos de principio en contra de la eliminación de la reprobación. No se ha respondido a una sola de mis críticas. Mandarme a leer y citar autoridades no ayuda. Pueden comenzar a explicarme de modo sencillo cuáles son los defectos en mis argumentos. No es una buena política continuar apelando a la autoridad, lo que ya se está pareciendo a una falacia, sin responder los argumentos que ya están sobre la mesa. Sigo esperando respuestas a mis preguntas. No debería ser muy difícil hacerlo ya que yo no sé nada sobre el asunto, no soy especialista, ni mucho menos. Pero los que deberían explicarnos me mandan a leer. Lamento tener otras cosas que hacer. Sería útil para mi y para quien albergue dudas similares que superen el momento de la cita bibliográfica y que comenzaran a decir algo más articulado. Hasta que no se respondan mis argumentos terminó mi participación en este debate.
ResponderEliminarCreo que recibiste respuesta, sólo que la querés masticada, o no la considerás válida por razones que no exponés, y que entonces debo suponer arbitrarias o inexistentes. Hay que leer, nada sustituye eso. El problema es que cuando la realidad es compleja, los datos complejos, y los argumentos complejos, el asunto no se puede resolver con silogismos sencillos.
ResponderEliminarYa te dije en que consiste el problema principal de tu argumento: es sólo un argumento, no hay datos que lo respalden. El segundo problema es que es normativo, más que fáctico; un argumento fáctico debería explicar por qué la reprobación es buena para el alumno, y eso no lo has dado todavía. Es decir que en realidad ni siquiera tenés un "argumento" sino una opinión: "el sistema educativo tiene que tener mínimos, esos mínimos implican reprobar, y si eso no sucede, hay consecuencias negativas". Tercer problema: va contra los mejores análisis disponibles sobre los posibles "efectos" de la reprobación, que arrojan evidencia en contrario: la reprobación perjudica la carrera académica de los alumnos. El cuarto problema es que desconoce los análisis y argumentos "intermedios" respecto de los mecanismos que podrían explicar este efecto (estigma, etiquetado, vínculo). Quinto: es un argumento abstracto, y por tanto difícilmente vinculable a algo real. Sexto (ahora soy yo el que se pone normativo): es que privilegia el universalismo sobre la equidad como criterio de distribución, es decir, se pone del lado liberal en una sociedad que no garantiza igualdad mínima de oportunidades.
En fin, capaz que antes de pedir que te expliquen todo, tendrías que revisar si el argumento que presentás lo amerita.
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ResponderEliminarIgual, como me sobra el tiempo, voy con lo básico:
ResponderEliminarHechos suficientemente sustentados producto de 50 años de investigación en educación: 1) la escuela incide relativamente poco sobre los aprendizajes, en comparación con la incidencia del origen social de los alumnos; 2) el mejor predictor del resultado académico de un alumno es el nivel educativo de sus padres; 3) la escuela privilegia de antemano el tipo de conocimientos (y actitudes) que traen los alumnos de clase media; esto, sumado a que 4) las representaciones que los maestros se hacen sobre la capacidad de un alumno están fuertemente condicionadas por la distancia entre el origen social del alumno y el origen social del maestro, y a que; 5) estas representaciones se basan más en características adscriptivas y performances sociales, que en características o performances académicas; deriva en que 6) los alumnos pobres tienden a ser vistos como "poco educables" o "menos educables" por parte de los maestros; a esto se agrega que 7) las representaciones de los maestros condicionan sus actitudes hacia los alumnos, el tiempo que les dedican, el aliento que les dan, y la tolerancia que les tienen; en consecuencia, 8) las representaciones socialmente condicionadas de los maestros sobre los alumnos terminan cumpliendo su propia profecía: los alumnos pobres reciben menos atención y aprenden menos; a esto se suma que 9) los recursos dentro del sistema educativo se distribuyen desigualmente, en perjuicio de las poblaciones más pobres.
Con esto en mente, no debería extrañar que la reprobación sea mucho más alta entre los alumnos más pobres. Tienen menos recursos en la casa, menos apoyo de sus familias, menos recursos en la escuela y menos apoyo de sus maestros. 10) Este último punto se exacerba en sistemas poco flexibles y burocratizados, como el uruguayo, en el cual no se dispone a nivel general de dispositivos compensatorios; hay demasiados alumnos, los maestros tienen demasiada carga de trabajo; no hay capacitación suficiente en pedagogías y didácticas alternativas. 11) Frente a esto, la reprobación es un mecanismo burocráticamente eficaz de "administrar" un problema, porque permite que el sistema siga haciendo lo mismo sin demasiado esfuerzo. 12) La repetición, en tanto tiene por objeto la performance final de un alumno (no sus condiciones, no la relación pedagógica) desplaza la responsabilidad de la escuela hacia el individuo, que ahora es un "repetidor", alguien que "no cumplió los mínimos". La escuela se desentiende. 13) A través de los mecanismos 7 y 8, más otros que tienen que ver con la auto-imagen del alumno y la imagen frente a su familia, las expectativas de éxito de estos alumnos caen todavía más, el círculo de logros bajos se reproduce, y surge el fracaso académico como resultado.
Un adicional: la reprobación no deja de ser, para las consecuencias serias que tiene, y para la defensa que hacés, un mecanismo opaco, no estandarizado, y muy alejado del ideal de "mínimos claros" que el argumento "neutral" pretende. Dado que no sabemos con qué criterios se toman estas decisiones (y esto sí que no lo sabemos, más que anecdóticamente, aunque por algunos de los puntos anteriores tenemos elementos para pensar que no se trata de una evaluación neutral, objetiva y justa) ¿no habría que revisarlo?
ResponderEliminarSe han tratado muchos puntos en esta discusión. Me parece que todavía no hemos llegado a un acuerdo sobre el primero de ellos. Sólo por ser ordenados intentaré mostrar por qué. Considero que mi punto central sobre este asunto se sostiene.
ResponderEliminar1) se postuló la siguiente relación causal: la reprobación genera fracaso escolar
2) Presenté la siguiente objeción: Se postula la repetición (reprobación) como causa del fracaso escolar. Ahora bien, ¿cómo explicamos el primer fracaso escolar? ¿Cómo explicamos el primer episodio de repetición? No podremos apelar ya a la repetición como categoría causal, claro está. Por lo tanto, debe haber OTRA explicación alternativa, que apele a causas más generales, que nos explique la primera repetición. Pero entonces uno se pregunta si esas causas más generales no serán suficientes para explicar el desempeño educativo, sin necesidad de apelar a la repetición. ¿Qué razones tenemos para pensar que el primer fracaso escolar es categóricamente diferente del primero? Si no hay razones y si necesitamos apelar a causas más generales para explicar el primer fracaso, entonces lo esperable es que terminemos por deshacernos de la categoría "repetición" para explicar el desempeño, ya que, además, no parece haber impedimentos a priori para pensar que las causas más generales serían capaces de explicar AMBOS fenómenos.
Esto es, me parece necesario descartar la hipótesis alternativa, más general, de que el fracaso/éxito escolar se explique por el nivel socioeconómico de los alumnos y sus habilidades cognitivas.
3) García osciló entre varias maneras de responder:
a) Hay una asociación robusta entre reprobación y deserción. Pero dado lo urgente y lo importante del caso, la asociación robusta es suficiente
Ante a) respondí: cuando el caso es muy importante es sensato pedir buenas razones para actuar. No todo caso de urgencia y de relevancia justifica decisiones precipitadas, a partir de razones poco concluyentes. No hubo ulterior respuesta de García sobre este punto.
b) Sin estar probada, la relación entre reprobación y deserción está “bastante fundada”.
ResponderEliminarNo respondí a este punto en particular. Lo hago ahora.
No sé qué relación tiene en mente García. Si se trata de la fuerte correlación, nadie discutió eso, sí sus méritos teóricos para saldar la discusión de fondo. Si se trata de la causalidad ofrecí un argumento en su contra (el primero), que todavía no ha sido respondido.
c) García apeló a la teoría del etiquetado para ofrecer más evidencia a favor de su tesis. “El cuarto problema es que desconoce los análisis y argumentos "intermedios" respecto de los mecanismos que podrían explicar este efecto (estigma, etiquetado, vínculo)”
No respondí a este punto en particular. Lo hago ahora.
La teoría del etiquetado serviría para mostrar el mecanismo particular por medio del cual opera la relación de causalidad postulada. Dado que todavía no se respondió mi argumento central en contra de hablar de causalidad, no veo por qué tendría que ponerme a discutir acerca de los mecanismos mediante los cuales operaría una causa que me niego a aceptar como tal.
d) García formuló un desafío epistemológico general a mi crítica.
ResponderEliminar“¿No hay algo de maña en tu exigencia? Como no te gusta el resultado de la investigación (que existe y es sólido), lo impugnás apelando a unos estándares que ni siquiera en todas las ciencias duras se aplican. Demostrar un vínculo causal es, además, hasta donde sé, imposible. Me parece que tu purismo corre el riesgo de ponerte en un lugar similar al de los que niegan el calentamiento global: la evidencia se acumula pero se la desecha en nombre de una "contundencia" imposible de alcanzar. Lo mismo pasa con la negación de la teoría de la evolución.”
No respondí a este punto. Lo hago ahora.
Según García exijo unos estándares exagerados para imputar una relación causal, estándares que ni siquiera rigen en las ciencias más duras. Mi exigencia me comprometería, por ejemplo, a negarle estatuto científico a la teoría de la evolución (algo que se le dijo en su momento, y con justicia, a Popper). Esto no es cierto. Exigí que se descartara una explicación alternativa de los datos que, a primera vista, sería más explicativa que la propuesta, por ser más general. La teoría de la evolución sigue siendo hasta el momento la más explicativa en su campo. La disanalogía es evidente. Pedí algo que parece bastante modesto para imputar seriamente causalidad. El cargo de purista es injustificado.
Una cosa más. García dice en un momento: “En fin, capaz que antes de pedir que te expliquen todo, tendrías que revisar si el argumento que presentás lo amerita.” A mi me parece claro que lo amerita. Sigo esperando una respuesta. También podemos seguir debatiendo los demás puntos, muy interesantes, más adelante.
1-2. Me parece que se acumula evidencia "suficiente". Es ir y leerla.
ResponderEliminar3. Suficiente ¿para qué? Para pensar medidas alternativas a la repetición, sobre todo cuando:
a) el fracaso escolar es resultado de la relación alumno-sistema, no una propiedad del alumno; y
b) no se ha demostrado una relación causal entre repetición y éxito escolar o sistémico.
La respuesta sobre el punto ya la di: si las evidencias son mayores en favor de una cosa que sobre la otra, hay que actuar. A menos que tengas otro tipo de compromiso, valorativo, con el statu quo. Yo tengo un compromiso, también valorativo, y lo dejé claro, en contra. Y eso ya no es decidible científicamente.
3.b. Sobre la causalidad, ya te respondí. Estás exigiendo criterios utópicos para la ciencia por un lado, y muy poco exigentes por otro. Utópicos porque muy pocas disciplinas se mueven con el estándar que vos pedís. Poco exigentes porque dejás de lado la descripción de los mecanismos como parte de la explicación causal, y creo que abundé sobre mecanismos.
ResponderEliminar3.c. En este sentido, si basás tu derecho a negar disctuir sobre mecanismos porque "no ha sido demostrada una relación causal", sólo podría preguntarte: ¿qué entiendes por demostración de una relación causal y qué podrías citar como ejemplos de eso en ciencias sociales?
ResponderEliminarSobre el control de explicaciones alternativas: vuelvo a pegar un artículo que, justamente, intenta controlar explicaciones alternativas por medios estadísticos, en Uruguay. Lo que muestra es que la repetición tiene efectos en dos sentidos: incrementa la salida temprana, y al mismo tiempo podría ser un incentivo para mejorar la performance académica (antes de que te la apliquen); sin embargo, esto último no logra compensar lo primero. http://personal.lse.ac.uk/manacorm/repetic.pdf.
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ResponderEliminarY el tema es que sigue sin responder un punto fundamental: ¿cuáles son los beneficios probados de la repetición? ¿mejora el rendimiento educativo general? ¿mejora las chances de los alumnos más pobres? No es suficiente apelar al sentido común.
ResponderEliminarBreve nota sobre las correlaciones y el control de variables alternativas, para aclarar los tantos. Cuando digo que se ve una "asociación" robusta no me refiero al resultado de una correlación simple sino a resultados de modelos econométricos complejos, que "controlan" muchas variables. Te mando un buen ejemplo por mail. En resumidas cuentas, hay muchas cosas controladas. Claro que esto no "prueba" una relación causal. Para eso se necesitan experimentos.
ResponderEliminarAgrego el enlace a un documento (que se cita en un artículo de Brecha del 05/10) donde se resume la normativa sobre repetición en primaria en Europa. Éste señala que, tal como comentaron otros compañeros, en países como Noruega e Islandia se practica la promoción obligatoria. Da para pensar...
ResponderEliminarhttp://eacea.ec.europa.eu/education/eurydice/documents/thematic_reports/126ES.pdf
Me da gracia cuando comparan el modelo educativo finlandés. Querer comparar todo con todo, o trasladar soluciones a casos distintos es absurdo. Tenemos un sociedad particular donde seguimos comparándonos con el primer mundo cuando claramente estamos cada día más alejado de él. Nuestra realidad se parece más a la de países como Paraguay, Bolivia, centroamérica o áfrica. Dejen de mirar europa y estados unidos porqué no hay comparación posible. El intelectual uruguayo hace rato que no pertenece a la sociedad uruguaya, el 90% del país vive una realidad que ningún profesional puede ni quiere "modelar". Las soluciones son mucho más simples y básicas. ¿Para qué soñar con construir satélites si nos hemos olvidado de cómo hacer el fuego? Un baño de humildad para todos, es es lo que necesitamos...que hay mucho ego en la vuelta!!!
ResponderEliminarPara los interesados en el tema, este libro presenta una visión diferente de las cosas.
ResponderEliminarhttp://books.google.com.mx/books/about/On_the_Success_of_Failure.html?id=iIP4r5qsBJMC&redir_esc=y
García me comentó que ya ha sido criticado, lo que de todos modos pone en duda la unanimidad existente en la comunidad de especialistas sobre el tema.