
Sin embargo, no todos los rankings nos ponen favorablemente en el mapa. Y muchas veces, cuando eso sucede tendemos a desacreditarlos y a decir que no sirven para nada. Incluso se dice que son medidas “neoliberales” o “imperialistas” con fines espurios. Eso sucede notoriamente con las mediciones internacionales que tenemos de nuestro sistema educativo a diferentes niveles. Citando la ironía de un amigo, algunos creen que estos rankings no entienden que para nuestra educación “criolla, sensible y compañera, lo esencial es invisible a los ojos (y obviamente a las mediciones)”.
Hay dos puntos importantes que quiero destacar aquí. Primero, la industria de los rankings ha explotado durante los últimos años y eso – como es de esperarse- ha producido mediciones de diferente calidad. Por ejemplo, un reciente ranking de facultades de arte y humanidades en el mundo ubica a Harvard como la tercera mejor escuela de geografía. Ese es un hecho curioso, considerando que el departamento de geografía de Harvard fue clausurado en 1948. Y ese no es un caso aislado. Es bastante común toparse con rankings que ordenan universidades de acuerdo al prestigio que los consultados de todo el mundo ven en las diferentes instituciones. Así, los nombres más famosos se ubican en las primeras posiciones y el ranking de poco sirve.
Pero ese tipo de problemas-y aquí viene mi segundo punto- no debe llevarnos a concluir que todos los rankings son erróneos, mal intencionados e inútiles para evaluar nuestro rendimiento educativo, gubernamental, económico, deportivo, etc. El hecho de que las pruebas PISA nos ubiquen en una posición nada deseable es mas para alarmarse que para cuestionar las intenciones políticas de ese tipo de mediciones. Algo similar sucede con la inexistencia de la Universidad de la República en cualquiera de los rankings que ordenan las universidades de todo el mundo. ¿Será que todas las mediciones son incorrectas o tendenciosas o será que vamos por un mal camino? No es novedoso decir que se necesita una discusión muy seria sobre el rumbo educativo del país en todos los niveles. La crisis en el nivel secundario ha robado la atención de los problemas a nivel terciario.
Aunque suene raro, creo que entender la manera en que muchos de estos rankings son construidos puede ayudarnos para empezar a discutir el tipo de universidad que queremos. Por ejemplo, muchas mediciones diferencian el nivel de formación de los docentes. Quienes tienen títulos de posgrado son mejor posicionados que quienes tiene solo de grado. Asimismo, quienes estudiaron en programas más exigentes (por ejemplo aquellos con mayor duración o una admisión más competitiva) son mejor valorados que quienes estudiaron en programas de maestría o doctorado de corta duración o de admisión menos competitiva. Una lógica similar se sigue con el tema de las publicaciones. Publicaciones en revistas con mayor grado de exigencia (por ejemplo aquellas que aceptan y publican un 1% de todos los artículos que reciben luego de un proceso de referato anónimo) son más valoradas que aquellas revistas que publican cerca de la totalidad de los artículos que reciben a consideración. ¿Pero tiene sentido hacer esto? ¿Tiene sentido ordenar el sistema de educativo terciario en base a algunos de los criterios utilizados internacionalmente?
Para responder de un modo adecuado a estas preguntas se necesitan muchas páginas. Y ciertamente no hay una respuesta sencilla. Por eso aquí me remito a una comparación con el mundo futbolístico para forzar nuestras intuiciones. En 2008, Miguel “chino” Ximénez (ex Deportivo Maldonado, Atenas, Plaza Colonia, Danubio y Wanderers) jugando para el Sporting Cristal fue el máximo goleador de la primera división de Perú. Más aun, ese mismo año fue el tercer mejor goleador de Primera del mundo según las estadísticas de la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS). El chino hizo 32 goles en 52 partidos. Pero en la temporada 2008-2009, Diego Forlán también hizo 32 goles lo que lo llevó a ganar el Trofeo Pichichi (reconocimiento al máximo goleador del futbol español) y la Bota de Oro (reconocimiento al máximo goleador del futbol europeo).
Sin embargo, a nadie se le pasó por la cabeza reclamar a Ximénez para la selección. Nadie pidió remover a alguno de los compañeros de ataque de Forlán para dejar lugar al chino Ximénez. ¿Por qué? ¿Acaso no fueron ambos goleadores de sus respectivos campeonatos anotando el mismo número de goles? ¿Es que consideramos que hay diferentes niveles de exigencia y excelencia a la hora de comparar a Forlán y Ximénez? ¿Por qué nadie pidió la convocación de Ximénez?
Creo que las intuiciones que tenemos para responder esas preguntas deberían ayudarnos a pensar mejor en los criterios de selección y promoción de nuestra mayor casa de estudios. Si pudiéramos trasladar los niveles de exigencia y expectativa que tenemos con la selección uruguaya de futbol a nuestras principales instituciones educativas, quizás los resultados fueran otros. Es bueno ver que hoy nos enfrentamos de igual a igual a las potencias mundiales de nuestro deporte principal. Lo que sería mucho más importante es que nuestro sistema educativo – y no solo nuestro tridente ofensivo- sea respetado en el resto del mundo.
Muy linda la analogía, pero me parece totalmente EQUIVOCADA! porque en el futbol todos juegan con las mismas reglas y en la educación nada que ver. En la educación no hay que seguir recetas de otros lados sino que tenemos que encontrar nuestro camino porque ya es bien sabido que la educación puede ser un instrumento de liberación pero también de opresión y veo que el autor no se da cuenta de ese pequeño detalle. No? Fijate que nunca vamos a poder competir con las mismas reglas que esos países que andan bien en los ranking porque justamente esos ranking están hechos para medir cosas en las que ellos andan bien. No es casualidad que justo los que andan bien en esos rankings sean los países que los hacen, a usted no le llama la atención?
ResponderEliminarME ADHIERO TOTALMENTE AL COMENTARIO ANTERIOR Y AGREGO:
ResponderEliminarlos rankings para evaluar los índices educativos en un país, deben necesariamente estar elaborados o adaptados a la realidad de ese país, y no me refiero, obviamente, a la geografía y la historia sino a su modus vivendi, su cultura, su imaginario colectivo y por sobre todas las cosas, su realidad socio económica.
Realizar las pruebas PISA en el Uruguay y lo que es peor aún, sujetar a su resultado el otrogamiento de financiamiento de proyectos, es por lo menos, perverso.
La realidad educativa de nuestro país está directamente vinculada a su condición socio económica y la prueba mas fehaciente de ello es la escuela Grecia: en ésta escuela, en el corazón de uno de los barrios mas opulentos y con casi 0 posibilidad de que a ella concurran niños de estratos sociales bajos, ostenta uno de los índices mas altos en el rendimiento de sus alumnos, incluso mas que la mayoría de los colegios privados. En contraste, los niños de las escuelas de asentamientos tienen los índices mas bajos incluso que los del medio rural con sus dificultades de acceso a la cultura y la tecnología (recordar que aún hay escuelas rurales sin internet).
Sin duda que el sistema educativo todo se debe un análisis profundo de su quehacer y sus resultados, pero cargar las tintas sobre él cuándo el gran peso de sus fracasos se deben a los factores socioeconómicos es injusto.
Reconozco que otro cantar es la UDELAR, pero es curioso que no haya alumnos provenientes de un cantegril estudiando en ella ¿o alguien conoce alguno?
En resumidas cuentas, volvemos a lo mismo: no hay PISA que valga si no se cambian los parámetros de la pobreza.
Estoy totalmente de acuerdo con el articulo. habla del estado de la educación y de la vieja cuestión si ser un pez grande en un estanque chico, o un pez chico en un estanque grande.
ResponderEliminarSobre el comentario de anónimo... hay algunos errores y desconocimientos sobre como se elaboran las pruebas PISA. Por ejemplo que no lo elabora un país, sino que es un comité que introduce o no preguntas, y que de hecho algunas preguntas de los cuestionarios actuales las genero Uruguay.
Otra cosa es que los países que rankean primeros no son los que mas han aportado a la construcción de PISA.
Otra mas es que lo interesante de PISA no es tanto compararnos con el resto, sino que lo es compararnos con nosotros mismos. Hoy tenemos una prueba estandarizada que midió 2003-2006-2009 y ojala lo haga en 2012. Si las vemos, si competimos contra nosotros mismos, solo vemos que hemos empeorado mas y mas.
Una cosa mas, PISA no le es funcional a ningún sistema, PISA básicamente mide lo siguiente: ¿es o no analfabeto en la sociedad de conocimiento? O lo que es lo mismo ¿si tiene el manual de instrucciones de un dvd lo puede llegar a programar? Según PISA, algo así como el 60% son analfabetos en la sociedad de conocimiento en Uruguay, capas ahí vemos los famosos "pases especiales" que Primaria aplica hace un tiempo.
El Consejero Guasco dijo algo parecido a lo que "anonimo comenta sobre"En la educación no hay que seguir recetas de otros lados sino que tenemos que encontrar nuestro camino" y bajo ese argumento dijo dos cosas: 1 que había que cerrar durante un año los centros educativos, y 2 que no nos ira bien en PISA, pero que acá se educa en valores. Cuando lo escuche no salia del asombro, mas que nada por el numero 2, debido a que el es Consejero por el gremio y me pregunto ¿no es consciente de la inseguridad y la situación de violencia de los liceos? Porque es evidencia de que no solo fallamos en PISA, sino que también en la educación en valores que tanto anhelamos.
Pero hay algo aun mas alarmante en su discurso y en el de "anónimo" que es contraponer conocimiento a valores. Es como que son eventos excluyentes... es muy peligroso ver el sistema educativo de esa forma. Ahí no hay ni liberación ni funcionalismo, ahí lo que hay es una persecución ideológica y una defensa de "lo nuestro" (humildad, valores, compañerismo) VS el pragmatismo y las capacidades cognitivas de la sociedad del conocimiento (perverso invento de imperialismo nor-occidental).
Bien, espero haber aportado algo.
Los dos primeros anónimos dan en el clavo con el diagnostico del país: ellos son fiel reflejo de lo que esta pasando. Pensar que todo es localismo, y que todo se arregla con mas plata, y mas plata, y que otras variables explican la situación calamitosa de nuestro sistema educativo. No me entra en la cabeza que se siga diciendo que hay que inventar la rueda porque lo que hacen otros es propio de sus realidades! Esa concepción provinciana de las políticas publicas es lo que nos tiene en el ultimo orejón del tarro!!! Claro que se precisa plata para mejorar cosas, pero tambien se precisa seguir otros rumbos porque la UDELAR es una vergüenza nacional y todos sus problemas no se explican porque solo falte plata. Porque con las reglas de juego que se sostiene (prehistórica) no vamos a ningun lado. Pero no, hay que hacer aalgo nuestro, bien nuestro y hay que desconocer todo lo de afuera. Tenemos que tener una facultad de medicina que no alcanza los criterios minimos de acreditación para el MERCOSUR y una facultad de humanidades en donde la tasa de egreso es alarmante.
ResponderEliminarTiendo a acordar con el articulo aunque no estoy muy seguro de la analogía con el futbol. Si lo pensamos, los mecanismos para rendir cuentas en la universidad son mucho mas livianos y perceptibles que los mecanismos para un equipo de futbol en donde hay mucha gente y muchos intereses que vigilan como marcha la cosa. Idealmente si puede ser que todos deberíamos vigilar que la universidad funcione bien y que la podamos controlar de distintas formas; de hecho ese fue uno de las ideas que el prof. Rilla había dicho hace poco: que la gente se meta mas en la educación para debilitar los corporativismos que nos tienen maniatados. La lastima es que las cosas no funcionan asi porque a la gente poco le interesa controlar la gestión de la universidad aunque le debería interesar y mucho.
ResponderEliminarhttp://www.contraviento.com.uy/core.php?m=amp&nw=MTA3
Un saludo,
Luciano
El artículo me gustó mucho y quisiera agregar un par de puntos a la discusión:
ResponderEliminar1. Como todo en la vida, uno debiera tomar estos rankings en forma crítica. Pero aun así, no comprendo cómo podemos estar mejor sin conocerlos o participar de ellos cuando el hacerlo nos aporta mucha información para (críticamente) operar sobre nuestro sistema. Tomarlos en forma crítica implica naturalmente establecer las diferencias entre nosotros y Finlandia que dependen del desarrollo relativo, pero aun así es bueno saber la distancia que nos separa y las dimensiones en que estamos peor para mejorarlas. Chile o Argentina, por el contrario, son países de desarrollo relativo similar al nuestro, por lo que la comparación es pertinente para comprender mejor aquellos aspectos en los que podríamos estar mejor de lo que estamos y tenemos condiciones de hacerlo.
2. En términos generales, pero más aún en el sistema universitario uruguayo, los problemas que Cristian señala, y en particular aquellos relacionados a la producción de conocimiento, no son patrimonio exclusivo del subsistema público, sino que el privado tiene similares problemas e inoperancias. Por supuesto hay excepciones como también las hay en el público, pero en términos generales no opera significativamente mejor.
3. Compararnos con el mundo, nos guste o no, es fundamental porque a ese mundo es que nos estamos queriendo integrar, y en ese sentido saber cómo estamos en relación al resto resulta bastante útil. Dos aspectos en que la globalización afecta y afectará al Uruguay: inversión extranjera (nos guste o no, uno de los principales motores del boom actual); fuga de conocimientos (cerebros). El primer aspecto se ha abordado con mucho mayor énfasis que el segundo a pesar de la excelente iniciativa de la ANII, y esto es, en mi opinión, porque las instituciones educativas deben acompañar el proceso.
Juan Ariel
Lo de la ANII es un tema aparte y me parece un asunto grave que nadie discute. Es una agencia para seguir financiando a los mismos de siempre dándole dinero a gente que no lo merece dada su producción. Entonces pienso que está mal hecho porque en vez de darle unos buenos incentivos económicos a académicos excelentes se sigue repartiendo una miseria entre gente que nunca investigó ni investigará porque no están capacitados para hacerlo. Los invito a ver la cantidad de publicaciones que tienen la mayoría de la gente en diferentes áreas (humanidades, ciencias, sociales) para ver que con criterios MINIMOS de excelencia, solo podrían ser financiados un 10% del total que se financia. Entonces me pregunto, por qué no le pagan a ese 10% un buen incentivo con el dinero que están malgastando en investigadores sin credenciales que bajo ninguna probabilidad van a mejorar su rendimiento? ¿No les parece? Pienso que si a un investigador competente la ANII lo incentiva con 2000 dólares en vez de 6000 pesos, la fuga de cerebros va a ser mucho menor. En cambio se sigue repartiendo para quedar bien con los incompetentes que nunca hicieron ni harán nada. Hay que discutir a fondo la ANII porque está reproduciendo los mismos problemas que busca evitar! Ese sería un buen tema para discutir en este blog, ustedes deberían hacerlo!
ResponderEliminarMario: lo que propones es una barbaridad, es darle más plata a las elites que tuvieron la suerte de tener mejor educación gracias a la ayuda de papi y de otros factores que son ajenos a la mayoría de nosotros. Vos queres tener una elite ahí, pagada mejor que nadie por el simple hecho de esos tipos saben bien los códigos de ese mundo que tanto parece gustarle a vos y a quien escribe el post. Pues no, señor Mario, estoy muy de acuerdo con lo que hace la ANII hoy, que se reparta mas la torta premiando el esfuerzo de todos esos académicos que no tuvieron la suerte que tienen algunos pocos de salir y aprender los lenguajes que usted tanto venera.
ResponderEliminarHola, me gustó mucho la nota Christian. Creo que como bien dices el tema es complejo y debemos estudiar los mecanismos para mejorar la UdelaR y la calidad de la enseñanza y la investigación en general. Criterios hay miles, ninguno parece perfecto, sería bueno adoptar uno y asumir que podemos mejorarlo.
ResponderEliminarQuisiera agregar una cosa sobre la ANII, que supongo los comentarios se refieren al Sistema Nacional de Investigadores y no a todo lo que hace la ANII. Ahí discrepo tanto con Mario como con el último anónimo. Con anónimo porque me parece que agredís gratuitamente sin argumentar. Además, tratando de argumentar, porque los sistemas de investigadores no tienen ni deben tener un criterio de re distribución como eje central. Tampoco debe tener un criterio de premiar a la excelencia exclusivamente, porque no se vos Mario pero yo no tengo forma de identificar la excelencia, como bien dice Christian hay miles de herramientas, aplicamos algunas, quien tiene la verdad para poner la raya divisoria? (Aclaro soy parte del SNI y en mi vida he escrito algo que valga la pena). A mi juicio y eso defendí cuando se creó el actual SNI en Uruguay, de lo que participé por puro acaso, los SNI tienen dos objetivos básicos. Ambos como una herramienta de promoción de la investigación. El primero genera una suerte de tarjeta de ciudadanía de investigador. Mario, si aceptamos la premisa de que la investigación -fundamental, aplicada lo que sea- puede realizarse en diversos marcos institucionales, la pertenencia al SNI te permite seguir una carrera de investigador con independencia de la institución a la que coyunturalmente pertenezcas. Entonces el criterio del SNI, que de hecho es el que está en los textos de creación del mismo, es identificar a aquellos investigadores uruguayos fuera o dentro del país, como una herramienta de política pública, de fomento de la investigación, para lo cual un insumo básico es saber quien investiga. Eso lo discutimos por horas y horas con Rafael Radi (para los que no lo conocen y siguiendo la analogía de Christian es algo así como nuestro Forlán de la ciencia, el que nos hace entrar en las estadísticas internacionales, vas a mirar publicaciones o citaciones de Uruguay, cuando aparece, y siempre es sobre radicales libres el grupo de Radi). Rafael, un excelente investigador tenía una idea similar a la de Mario, premiar a los mejores, basado en la idea que lo importante del SNI es el premio en dinero. Quien suscribe y otros, entendemos que eso no es lo más importante, primero porque es muy discutible el efecto sobre la fuga de cerebros –ejemplo India, Brasil- segundo porque no tenemos criterios claros de evaluación en todas las áreas de conocimiento, tercero y más importante porque somos cuatro gatos locos y precisamos saber quienes somos para promover mecanismos de formación para la excelencia, para que podamos contar con una masa crítica. Entonces la función del SNI es implementar una visión de sistema, investigador es quien investiga, no importa su movilidad institucional tiene un mínimo amparo institucional para una tarea que no está en ningún laudo profesional. Segundo permite hacer políticas basadas en el conocimiento o la evidencia, saber quiénes somos y qué precisamos. En síntesis, el SNI sólo tiene sentido dentro de un marco mayor de políticas
Christian una duda final, yo se que casi no nos conocemos y perdoname la confianza pero…seguís al Chino Ximenez (un gusto) en la liga de Perú, te lo dice un tipo que llega tarde a toques en Rio por ver un Capitol-Atenas…vos estás pasado, pero capaz podemos formar un grupo de terapia, acá en el blog hay gente que entiende de adicciones pesadas. Por cierto, miren a Wenzel en Capitol, un disparate lo que está jugando!!
Sólo un apunte: Estuve hace alrededor de un mes en el Paraninfo, escuchando a Christian Baudelot, sociólogo francés que ha dedicado varios años a analizar la utilidad de las Pruebas PISA como instrumento de evaluación de la calidad de un sistema educativo nacional. La actividad estaba organizada por El Abrojo, ANEP, y la F Humanidades – UdelaR. El título de la conferencia era “Estadísticas Internacionales: ¿Instrumentos de conocimiento o armas políticas?”. En mi opinión, Baudelot tuvo argumentos muy inteligentes y otros no tanto. Pero era incuestionable su esfuerzo por hacer un análisis ecuánime y bien fundado. De hecho, dedicó la última parte de su exposición a mostrar algunas formas en que cualquier país puede sacar provecho de la información producida por PISA. Por el contrario, algunos de quienes lo acompañaron en la mesa y la mayor parte del público que intervino luego se tomaron la instancia como un ejercicio de linchamiento intelectual. Escucharon y entendieron de Baudelot sólo aquello que reforzaba la opinión con que llegaron allí… “Adelante, mis gladeadores!!!!!” les hubiera gritado Julio Ribas.
ResponderEliminarSegundo apunte: Por más ejemplos de rankings para reír y llorar, visiten http://www.julioribas.com/
ResponderEliminarTercer apunte: Carlos, incluso la foto que ilustra la nota acredita los insanos hábitos futbolísticos de Cristian. Ese domingo nos levantamos a las 7.30 am y llegamos al Saroldi 2 horas antes de que empezara el partido, para tener un buen lugar desde donde ver al glorioso River de Carrasco.
ResponderEliminarBueno, hay muchos comentarios y voy a intentar abordarlos todos. Para empezar, para los dos primeros anónimos. En la nota- si bien hablo de PISA- estoy pensando más en los problemas de la educación terciaria que es lo que conozco más. Igualmente, como dice otro anónimo, creo que las pruebas PISA sirven para compararnos a muchos niveles (con la región, con el mundo desarrollado, y con nosotros mismos). En ese sentido, mas allá de que se pueda dar alguna utilidad política, creo –como dice Juan- que es un instrumento más (como tantos otros) para evaluar nuestro sistema educativo primario. Decir de pique que es un instrumento neoliberal no nos lleva a muchos lado. Naturalmente, la educación es afectada por problemas de diferente índole y no podemos pretender corregir el funcionamiento educativo si tenemos gurises que no tienen para comer. Del mismo modo, tampoco podemos pretender que la educación corrija todos los problemas sociales porque la estamos sobrecargando de responsabilidades. Tercero, sobre la analogía del futbol quizás sea cierto que no es muy limpia. Sin embargo, me parece que ilustra bien mi punto que no es otro que: si aceptamos ciertos niveles de excelencia para el futbol sin demasiado cuestionamiento, por qué no podemos trasladar eso al ámbito educativo superior. Y ciertamente - como dice Juan- ese es un argumento que no se limita a la UDELAR, sino que tiene un alcance (en muchas áreas) a las universidades privadas.
ResponderEliminarAhora, en cuarto lugar quisiera decir algo sobre los comentarios de la ANII y el SNI. Como bien dice Carlos, los anónimos están aludiendo al SIN y no a la ANII (la cual hace mucho más cosas que financiar el SNI). Dicho esto, creo estar más de acuerdo con Mario y con Radi (sin duda nuestro Forlán en la ciencia y nuestro ¡radical más libre!) que con Carlos. Yo formo parte del SNI, y como vivo afuera del país, no recibo ningún ingreso; y también siento que no he hecho una contribución digna a la disciplina y que estoy lejos de ello. Ahora, podemos discutir horas sobre dónde poner la franja para decidir los límites de la excelencia de la investigación. Pero de nuevo, existen varios criterios y modelos disponibles. Por decir un ejemplo, cuando surgió el doctorado de Economía en Facultad de Ciencias Sociales de Udelar, los requisitos mínimos para el plantel docente eran poseer un título de doctor en economía, y contar con no menos “de tres publicaciones recientes (últimos cinco años) en revistas académicas en economía. En los casos del Director de Tesis y los miembros de los Tribunales, las publicaciones antes mencionadas deberán encontrarse en los 50 primeros lugares del ranking del Journal of Citation Reports (JCR)”. Esos requisitos, mínimos, dejarían afuera un alto porcentaje de investigadores financiados por el SNI (¡yo estaría afuera de pique!).
ResponderEliminarMás allá de la función censal que cumple el SNI, tiendo a pensar que su función prioritaria seria incentivar la investigación de calidad. Y para eso es mejor que otorgue beneficios económicos mucho mayores a los que da hoy en día. Pero claro, solo para aquellos que alcanzan ciertos niveles mínimos que deberían ser bastante más exigentes que los actuales. Finalmente sobre el comentario del futbol de Carlos y Diego: si estoy bastante mal al respecto. Esa foto es efectivamente de un partido matutino de River en el parque Saroldi en el 2008 que supimos concurrir con el amigo Gonnet y el amigo Alegre. Si ven con cuidado se puede ver a la joya Hernández jugando para Central Español.
ResponderEliminarCristian, si distinguís a la Joya en la fotito esa sos Pele, arriba. Unos comentarios respecto al SNI (del cual soy miembro). Tiendo a estar de acuerdo con que en el mediano plazo debiera concentrarse en investigadores productivos, pero naturalmente el sistema está en transición y en ese sentido creo que vale la pena una oportunidad amplia al principio y luego apretar las tuercas en busca de una mayor calidad. De todos modos, mi punto original era que, al menos como yo entiendo el tema, el SNI no puede convertirse en el salario del investigador, sino en su “Cuenta de Investigación”, y para eso es que el investigador debiera estar adecuadamente financiado por un centro de investigación. Además el SNI así lo sugiere cuando requiere una afiliación institucional (al menos ese es el espíritu de la norma según yo creo). Es decir, este debiera ser un sistema en que SNI y centros de investigación colaboran en la generación de un cuerpo de investigadores especializados en las diferentes áreas del conocimiento.
ResponderEliminarEsto es esencial, en mi opinión, porque en el mediano plazo no creo que un investigador, individualmente, pueda producir conocimiento de calidad mientras trabaja en 20 lugares y da 45 cursos. Hay casos así, pero son individuos excepcionales de los que hay muy pocos y, por tanto, sería un error pretender generar un sistema competitivo basado en la pura calidad cimarrona (al menos creo eso es lo primero que debiéramos aprender de la gestión del maestro Tabarez, ¿no?). Finalmente, yo sí creo que Uruguay sufre fuga de académicos de primer nivel, y tengo en mente 4 o 5 personas jóvenes en las ciencias sociales que están brillando en el exterior y que se fueron luego de tocar varias puertas aquí. Hoy enseñan a estudiantes de otros lados y enriquecen las discusiones académicas en otros lados, y en el caso de las ciencias sociales, están disponibles para los tomadores de decisiones (que me consta los consultan) en otros lados. Y todo eso es pérdida para nuestros estudiantes, nuestros medios intelectuales y nuestros diálogos con tomadores de decisiones (y las políticas que se generan). Naturalmente somos un país pequeño que no puede recibir a todos, pero que debiera apostar por algunos.
Hola de nuevo, primero que nada disculpas a Cristian por la “h” en el nombre.
ResponderEliminarSólo unos puntos sobre el tema del SNI
Juan, desde luego que tenemos fuga de cerebros, imagino que algunos de los casos que mencionas de Chile son amigos en común. Mi argumento es que eso no se soluciona sólo con premios mayores en el SNI, le pasa a los Indios y a varios asiáticos, no podemos competir con premios respecto a los centros de excelencia. Hace tiempo que no estudio los SNI, pero la NSF tenía un sistema de premios por productividad, el CNPq lo tiene, se puede hacer como un mecanismo de premios que no sea excluyente, porque en mi opinión no tenemos criterios claros para hacer un sistema excluyente. Voy a eso, al tema de los criterios premios del SNI como plantean Mario y Cristian, yo concuerdo totalmente con uds sobre premiar la excelencia. Pero lo que digo es que no tenemos criterios claros para ello, y que el criterio único de publicaciones no es adecuado, porque no se trata sólo de investigación académica. En los países que hacen mejor investigación la mayoría de los investigadores están en el sector productivo, esos no publican, por razones obvias, pero producen mucho conocimiento y tampoco patentan siempre y cuando lo hacen no lo hacen a su nombre. Por eso mi insistencia en la movilidad institucional, no es sólo un criterio censal, es que si alguien se anima a salir del laboratorio para trabajar en una lanera, o en una arrocera, no haga pelota su carrera como investigador. Hay buenos ejemplos en ingeniería en Uruguay sobre eso.
Sobre el caso que menciona Cristian de los criterios del doctorado del DECON, me parece un ejemplo perfecto, pero lo veo exactamente al revés. El criterio de los primeros lugares en el JCR en economía es una restricción que sólo admite publicaciones que aceptan papers que trabajan bajo el criterio de equilibrio general. Yo no descalifico ese tipo de investigaciones, pero ese criterio deja fuera toda la economía heterodoxa, post-keynesiana, evolucionista, industrial y política, que se produce en varias de las mejores universidades de Europa, Asia, EUA y por estos lares también. Por ejemplo, el Journal of PostKeynesian Economics, el Journal of Evolutionary of Economics, la Industrial and Corporate Change, la Research Policy, no entran en esos lugares y es ahí, entre otras, donde se publica lo mejor de la economía heterodoxa. En ciencia básica académica es diferente, si publicás en Nature o en Science sos bueno, en economía académica no tenemos esos criterios. Entonces mi punto es que no tenemos criterios de excelencia para la investigación no académica en tecnologías y ciencias aplicadas y no tenemos consenso sobre excelencia en economía, sobre las otras ciencias sociales no me animo a opinar. Como carecemos de esos criterios precisamos formas de promover los apoyos a la investigación, la movilidad de investigadores, diferentes medidas para mejorar la calidad de la investigación y premiar a los mejores sin dejar afuera a los que se van formando.
Bueno, no jodo más con comentarios tan largos, abrazo
Qué interesante esta discusión a partir del post de Cristian. Implica para varios discutir el hogar, mirar hacia adentro, y eso es difícil. Habiendo estudiado en la UdelaR y trabajando hoy día en una universidad privada fuera de Uruguay en un país con enormes desigualdades educativas...no dejo de sentir mucha nostalgia y admiración por la universidad pública y relativamente abierta a sectores que en otro país no podrían recibir educación terciaria de relativa buena calidad. (Ayer me encontré en la embajada de Uruguay con una colombiana que se va a Uruguay a hacer su residencia en Medicina interna porque aquí le resulta imposible tanto por costos como por los pocos cupos). En ese sentido, la función social/redistributiva de la UdelaR me parece que aunque no la panacea, es importante. Pero esto refiere a la cobertura y no necesariamente a la calidad. Por el contrario a veces es contradictoria con ella. La universidad masificada no genera calidad. Por ello con el correr de los años y viendo otros sistemas públicos, el examen de ingreso y la matrícula a quienes pueden pagarla ya no me parecen las locuras que me parecían cuando era estudiante sino que me parecen soluciones posibles y urgentes para mejorar la calidad de la educación superior en Uruguay.
ResponderEliminarPero Cristian nos pone a discutir sobre la excelencia académica concretamente entre los investigadores. Es muy importante mejorar ese aspecto en Uruguay, principalmente en lo que tiene que ver con publicaciones. Permanecer en el oscurantismo con la excusa del saber local es hoy día inaceptable. Publicar donde es probable que me acepten y no entrar en discusión, evitar poner nuestro trabajo en tela de juicio en discusiones disciplinares fuera de los localismos es inaceptable. No querer compararse con otras academias argumentando idiosincrasias locales me parece también inaceptable. Y tener requisitos de permanencia en la carrera docente que impliquen estándares altos de producción académica me parece clave para fomentar la renovación y la excelencia. Quienes no cumplan con eso no podrían permanecer.
(sigue)
(sigue de arriba) No hay que tenerle miedo a los rankings o parámetros pero hay que ser críticos con ellos buscando justamente la excelencia. Muchas veces no solo se transforman en la meta en lugar del indicador sino que cobran lógicas burocráticas que atentan contra la excelencia. En estos momentos se está discutiendo acá en Colombia el nuevo ranking de publicaciones para evaluar a los investigadores (en Colciencias o la ANII local). El rumor es que los libros dejarán de tener valor y que solamente las revistas indexadas en ISI o Scopus Y QUE TENGAN LOS MAS ALTOS FACTORES DE IMPACTO serán las más valoradas. Siguiendo las preocupaciones de Carlos, creo que no es tan claro tener un criterio único de excelencia en ciencias sociales (e incluyo aquí a la economía). Por poner un ejemplo personal, yo no había publicado en Uruguay. No hay revistas ISI o Scopus en mi área y menos con altos factores de impacto (que implica que otros nos citen). Y eso les pasa a muchos que se han quedado por fuera. La decisión de enviar un artículo a una revista en Uruguay o incluso de escribir en español es una apuesta por la excelencia pero una apuesta diferente, por la excelencia que tiene que ver con la relevancia, con quienes pueden discutir con uno no ya desde la teoría o la metodología sino desde el caso. Son seguramente interlocutores más duros en muchos aspectos. Pero esas revistas no aparece en ningún ranking (de hecho deberíamos trabajar para indexarlas pero nunca llegarán a tener un factor de impacto alto). El ejemplo de los libros es también interesante porque ejemplifica la lógica burocrática que esto puede tomar. Como no hay rankings de editoriales…entonces ningún libro vale. Eso me parece una barbaridad. En muchas ciencias sociales hoy día, en la academia gringa, a uno no le dan el puesto efectivo (tenure) sin uno o dos libros, además de artículos en las mejores revistas. Trabajemos en un ranking de editoriales, riguroso y también amplio…pero no eliminemos una forma de producción que en muchas disciplinas es clave.
ResponderEliminarFinalmente, creo que hay que tomar con cuidado la crítica generalizada a la UdelaR. Hay en ella grupos de investigación de altísima excelencia, ejemplos de esfuerzo y dedicación por hacer buena ciencia en un país del subdesarrollo y por utilizar de un modo muy responsable los recursos públicos. En ellos deberíamos confiar para apropiarnos críticamente de los rankings internacionales de universidades, investigadores y revistas. Lo que no podemos hacer, como nos dice Cristian, es seguir dándole la espalda a esos rankings (o seguir incluyendo notas en El País Cultural entre las publicaciones como me ha tocado ver en una hoja de vida de un colega).
Buen debate, la verdad y muy interesante….ojala se escucharan mas voces. Como dice Majo, no se pueden contar publicaciones en Relaciones o en el País Cultural como publicaciones academicas. Si tomamos el modelo de USA como un extremo, es facil ver que Uruguay esta en el otro extremo del continuo……. No es sano que el SNI- como sistema de incentivos y reconocimiento a la producción académica- use los parámetros mas laxos posibles para seleccionar a los investigadores de todos los niveles. En la mayoria de los casos estamos hablando de investigadores nivel III, II y I que no serian financiados por los SNI de ningun pais de la region. Si, de la region….Y eso no es vilipendiar el dinero?...En eso discrepo con lo que dice Juan, porque vamos, dar marcha atras va a ser mucho mas difícil ahora que ya el sistema se hizo una papa… te parece que de la noche a la maniana se puede imponer un criterio de selección minimo? Pongan un corte de Phd + tres arbitradas no regionales en los últimos 5 anios y saquen cuentas de cuantos ingresados al sistema actual quedarian. Mirando cvs por arriba me animo a decir que menos de un 20% cumple con ese requisito, y por eso volvemos a pregunta de arriba: por que seguir premiando a gente que no esta capacitada para investigar y que le tapa el lugar a otros que si pueden? No? Sabemos que la Udelar por como esta estructurada permite ascensos lentos y desgastantes, por eso sostengo que hay que usar el SNI para premiar a todos aquellos investigadores que por trabajo se merecen ser reconocidos...con el sistema actual da lo mismo si yo publico tres artículos en revistas top 20 de mi area que si lo hago en la arbitrada que hicieron unos amigos aca en la vuelta. Y eso no puede seguir pasando, te desgasta que se siga premiando el facilismo y la inoperancia….recuerden que la universidad no es una política social.
ResponderEliminarCiertamente muy buen debate. Disculpen que vuelva, pero tengo pocas ganas de trabajar y ta, la culpa de Ceci que me invitó a discutir.
ResponderEliminarMario, estamos totalmente de acuerdo, el SNI tiene mil y un problemas hay gente muy poco competente, pero PhD más publicaciones deja afuera a:
un edafólogo (estudio de suelos) no publica porque no le interesa pero produce conocimiento, forma doctores en toda la región, y es contratado a través de la universidad por la Shell y otras empresas forestales enormes porque nadie conoce los suelos de la región como el. Problema, no tiene invenciones, investiga aplicaciones tecnológicas para la región, nunca publicaría fuera de la región.
Una ingeniera especializada en bioingeniería, desarrolla biodigestores para la industria cárnica, altamente contaminante, se exporta a Brasil, disminuye los costos de una las principales fuentes de ingreso de Uruguay, mejora el medio ambiente. Eso no es científicamente novedoso, pero es generación de conocimiento, para idear, desarrollar y escalar los biodigestores. Pero no puede publicar en revistas top.
Otro ingeniero, eléctrico, mejora la productividad de los silos de una de las principales arroceras en un 10%, tampoco es novedoso para una publicación científica, pero es un trabajo de investigación científica fundamental.
Los dos últimos casos forman doctores en la región también,
Una economista no es PhD y publica relativamente poco en revistas top, ha generado conocimiento sobre empleo e ingreso fundamental para la elaboración de las políticas sociales. Eso también es difícil publicar.
Toda esa gente no publica en el país cultura genera valor a partir del conocimiento, vamos a dejarlos afuera del sistema?
Yo entiendo los argumentos, pero el sistema de USA no es un ejemplo, porque los investigadores están en la industria, el SNI equivalente les importa un pito, nosotros los tenemos casi todos acumulados en una única institución. Y no podemos pensar sólo con los criterios de las ciencias sociales, porque el diseño institucional para definir el SNI, que no es la ANII, es el CONICYT, la ANII sólo administra, está compuesto por investigadores de todas las áreas, y te aseguro que convencer a un básico de darle plata a un tecnológico es bravo, a un investigador en biomedicina a un médico que hace clínica (métodos de prevención de salud reproductiva por ejemplo) es muy bravo, convencerlos a todos esos de que larguen un mango para las ciencias sociales, es muuuuuy bravo. Entonces, el SNI, hay que pensarlo como sistema, y considerar que hay gente muy competente que ha hecho contribuciones muy importantes sin publicar. Publicar o morir es el título de un artículo de los ’60 que mostraba lo que señala Majo, como los medios se convierten en fines. Hay que construir un sistema mejor, claro que si, se han colado muchos que no estarían en otros lugares. Pero el indicador de ciencia pura a través de publicaciones deja fuera a gente muy muy competente, y además como dice Majo, escribir en nuestra lengua nos obliga a una discusión mucho más rigurosa en el contenido de los casos, y eso es también muy relevante.
Ta ahora sí no jodo más.
Carlos, super interesante tu aporte. Por deformación, yo tiendo a pensar en los parámetros que son usados en ciencias sociales para medir rendimiento. Y es verdad, que la idea de “formación + publicaciones” no es trasladable a otras áreas del conocimiento. La pregunta que me viene es si por ese motivo deberíamos quedarnos con criterios tan laxos –como Mario sugiere- para medir rendimiento en ciencias sociales. ¿Por qué es tan necesario tener criterios unificados para evaluar todas las disciplinas? ¿Por qué si el criterio de las publicaciones y la formación suele ser lo más utilizado (bien y mal) en el resto del mundo para ciencias sociales nosotros no podemos sumarnos a esa tendencia? En fin. No lo tengo claro para nada.
ResponderEliminarHola Cristian, la verdad diste en el clavo. Porque en todo este exceso de post con que he iniciado mi participación en el blog me quedó la sensación de que podía estar defendiendo la mediocridad en las publicaciones en el SNI para ciencias sociales, y la verdad eso es lo último que quiero. En ese sentido me sumó 100% a lo que dice Majo, tenemos que apuntar a la excelencia extra-provinciana, pero sin descalificar a priori las publicaciones regionales.
ResponderEliminar¿Por qué un mismo criterio para todas las áreas? Razones sustantivas ninguna que yo crea válida. Razones de procedimiento y que mal expresé en el post anterior, surgen porque a la hora de discutir criterios diferentes se abre una caja de Pandora llena de particularidades. El SNI se discute como un todo y si bien yo sinceramente creo que el premio en dinero es secundario el reparto de la plata está en el trasfondo, o en los casos más honestos, en la base de la discusión. Para hacerla corta digo que si las ciencias sociales piden un criterio diferente que no sea bien claro y fundamentado, se abre una discusión eterna intra-áreas que inmoviliza el sistema.
A mi juicio, eso se debería superar a la interna de la comunidades, en las instituciones que participamos, no en el CONICYT, donde si llevamos esa discusión no tenemos forma de avanzar sin que se generen trabas por problemas propios y de otras comunidades. El problema a mi juicio es que si no tenemos instituciones simil PEDECIBA, como se quiso hacer el PEDECISO, que establezcan criterios de calidad para la investigación académica en el área social, independientes de la institución en que trabaje el investigador, no va a ser posible presentar a la discusión a nivel general un cuerpo de ideas consensuado sobre como establecer criterios de calidad. Eso los básicos lo tienen muy bien hecho, llevan años en eso, nosotros no. De esa manera van a permanecer los criterios de las instituciones universitarias, y en ese caso priman criterios de permanencia en el peor de los casos, y de docencia y extensión en el mejor, que no hacen directamente a la investigación, son válidos para una universidad, pero tal vez no tan válidos para un sistema de investigación. A mi juicio el sistema de acá (Brasil) de premios por productividad es una buena solución, estás en el sistema, se te premia sólo por los criterios de productividad de tu área.
Por otra parte, yo creo que el sistema formación más publicaciones es la base pero no puede ser sólo eso para Uruguay. Por que los ejemplos de los tecnológicos se aplican también a algunos de ciencias sociales.
Finalmente, sí podemos tener un sistema especial para ciencias sociales, depende de nosotros, que discutamos los criterios de calidad y los aceptemos como mejorables. Claro, tenemos que considerar que estamos intentando imponer reglas nuevas, que creemos válidas y mejores, a una comunidad que viene trabajando con otras, no creo que a todos los más veteranos que no son PhD o no publican en revistas arbitradas, haya que aplicarle la “guerra del cerdo”, pero hay que ir construyendo de a poco.
abrazo,
carlos
Entreverado...., pero divertido :)
ResponderEliminarSegún mi análisis hay al menos entre el post y los comentaristas estos temas:
-formas de medición de resultados (outputs) en el sector educativo con distintos focos en nivel terciario y secundario
- forma en que esos resultados tienen algún impacto (outcome) en alguna sector
- formas de evaluación de académicos a nivel terciario
- formación que los académicos a nivel terciario en el Uruguay
-incentivos a la investigación y el diseño institucional más adecuado para esto.
-uso de la información brindada por los rankings
Y seguro...me quede corto. Así que voy a hacer un par de precisiones, sobre la información en general, y el uso de los instrumentos de medición en particular. Además, voy a hacer un comentario sobre la formación académica, que aparece en la última parte del post.
* Lo interesante es que el debate, puede estar fundado sobre datos que no están. Que tanto sabemos de la situación en la educación secundaria? Que tanto sabemos del sistema universitario uruguayo, sobre todo en materia de cuestiones de eficiencia y eficacia y satisfacción de sus alumnos? En ciencias básicas (como creo dice Carlos) han desarrollado criterios para responder estas dos primeras preguntas pero da lugar a juegos bastante perversos en la forma en que los laboratorios operan y los fondos se otorgan. En ciencias sociales, creo que se requiere más investigación para establecer estos criterios, y como se ha visto en la discusión no hay mucho acuerdo. Lo mismo es aplicable a secundaria, donde además buena parte de la información es considerada "reservada". Discutir sobre modelos sin demasiada data, es peligroso para tomar decisiones, que pretendan ser luego legitimas.
*El segundo punto que bien nota Diego, es que una vez que la data esta, muchas cosas se pueden hacer con ella, entre ellas usarla a pesar que tenga un sesgo determinado, como el caso de las Pruebas PISA. Más allá del debate macro, seguro nos dicen algo de lo que pasa. Si es válido para compararse o no con el mundo, es otro problema (casi todos los participantes de PISA también se quejaron en la última edición de los resultados en China, donde la muestra estaba aparentemente sesgada). Por supuesto, el uso político que a eso se le da es otro problema. Seguro ayudaría más que proponer para la educación por un año, y acusar de imperialista a la prueba, mostrar más datos y razones sobre cuáles son los problemas de la educación en Uruguay y que parte los resultados PISA podrían formar parte del proyecto "imperial" si es que lo hay. Digo..Como para que todos nos enteremos de una vez, y podamos pasar a la segunda etapa de la discusión, que es que es lo que nos importa medir a los uruguayos, conforme a nuestros valores y nuestras costumbres.
sigue de arriba
ResponderEliminar. ...Y no me imagino que sea tan distinto a lo que mide PISA. Es tan difícil, además de aplicar PISA, diseñar otros indicadores que permitan contrastar la prueba? Si no lo es...porque no hacerlo? .
Un pequeño comentario viene del final del post de Cristian y la analogía del futbol, de donde infiero hay "jugadores categoría A", los "Forlán de la academia", vs. jugadores categoría B "los tony pacheco de la academia? o los Ximenes de la academia" Me parece que no es la analogía más feliz. Bajo este supuesto, habría un grupo que juega en la "Barclays Premier League" mientras otros, (como el propio Forlán) juegan en buenos cuadros, pero de ligas que pueden considerarse menos competitivas, (o no..quien sabe realmente después de la final de la Champions) .....e ingresar a esos cuadros de premier league dependió en muchos casos del contratista adecuado, no necesariamente de las habilidades del jugador....y además es un estilo de juego.. Vs otros estilos de juego...la verdad son muchos factores. Todo esto sin mencionar un fenómeno común en el básquet americano (como para cambiar de deporte): el público moviéndose hacia el deporte amateur, "aburrido" por los juegos más "profesionales", donde ya nadie hace (dice?) nada demasiado interesante.
Ninguno de los factores que menciona Cristian competitividad de los programas, ranking de la Universidad de donde se egresa, no asegura mucho salvo en lugares donde el mercado educativo esta estratificado de esa forma y honestamente, no creo sea garantía de nada, más que de una organización determinada, que puede o no ser eficiente en el país determinado (en EUA, UK NZ esos rankings aunque aceptados, son objeto de agrias disputas entre universidades).
Saludos,
Fabrizio.
Un apunte corto respecto a la analogía con el futbol. Quizás como dice Fabrizio, y como yo mismo mencione más arriba, la analogía no es la más feliz. Ahora, creo que igual sigue mostrando las intuiciones a las que quería llegar. Por ejemplo, es claro que llegar a una liga competitiva o a un equipo clase A, se debe a miles de factores que van más allá de la calidad de un jugador. Pero, tomando esos factores como constantes, el punto es que hay gente que termina jugando al más alto nivel mientras otros no. Lo mismo sucede con la ciencia. Hay gente que termina investigando en los centros más prestigiosos del mundo y mucha de esa gente son uruguayos. Ahora, ¿por qué cuando pensamos en la selección uruguaya de futbol seguimos buscando a quienes rindan mejor al más alto nivel (independientemente de cómo llegaron a ese nivel) mientras que cuando hablamos de ciencia (o academia en general) nos entran miles de temores y suspicacias? ¿Por qué entramos a ponderar los resultados como un anónimo más arriba mencionaba que ello implicaría “tener una elite ahí, pagada mejor que nadie por el simple hecho de esos tipos saben bien los códigos” o porque tuvieron la suerte “de tener mejor educación gracias a la ayuda de papi”? Son muchas las historias de académicos uruguayos que hoy brillan en otros lugares y que intentaron volver a ejercer sus profesiones en la academia uruguaya sin ningún éxito (tanto en la universidad pública como la privada). Entonces mi pregunta –y no tengo una respuesta para nada clara- es: ¿por qué seguimos principios tan meritocraticos en el futbol y no en la academia (donde el principio meritocratico debería ser de suma importancia)? En fin. Mil gracias por los comentarios.
ResponderEliminarcomentario al apunte. Creo que las preocupaciones, son muy validas y en el apunte detecto al menos dos: a)el estandard de exigencia para nuestros academicos y el concepto de merito b) los incentivos para el retorno y retencion de academicos (asumo en su mayoria jovenes, pero no necesariamente) al Uruguay desde el extranjero. Empiezo por el b).
ResponderEliminarSiendo Uruguay un pais pequeno, y con una estructura de oportunidades cerrada,el retorno de y retencion de academicos es siempre complicado: siempre el exterior es una opcion, mejor remunerada y con mas proyeccion (por el mero hecho de que hay mas recursos). Hay formas de atenuar esto, notoriamente direccionando fondos para que estos academicos desarrollen sus proyectos de investigacion, independientemente de su posicion dentro de una estructura universitaria, o asociada a esta pero de forma flexible. De esta forma, los academicos "retornantes" pueden usar su capital adquirido, sea contactos con otros centros de investigacion, acceso a dinero, etc. Tambien podrian hacerlo los jovenes locales (que no han tenido la ayuda de "papi y mami" (conozco pocos uruguayos que hayan tenido esa ayuda...pero bue..)... y que tengan buenos proyectos. Hay una variable olvidada en todo esto, y es la generacional (vuelvo sobre eso en breve).
Un ejemplo gigante de organizacion del retorno es el Pasteur pero ...no pueden haber mas de este estilo? A no enganarse, "brillar" desde el Uruguay (cualquiera sea el standard) es dificil, pero ser un buen farol..(para seguir con la analogia de las luces) en un concierto (que es hacia donde se encamina el research en el mundo) es mas facil y posible.
Distinto es, el hecho de ingresar a las Universidades en Uruguay, una tarea bastante compleja, de caminos no siempre meriotcraticos, y con particularidades en cada Universidad y facultad (algo que un sistema serio de gobernanza de un sistema universitario, debiera hace tiempo haber abordad como tema). Sobre esto, de todas formas, creo depende mas del puesto: ej. Preciso un tipo con un record de publicaciones en revistas arbitradas internacionales para enseniar a un alumno de primer anio ciencia politica? Probablemente no, probablemente preciso alguien que sepa enseniar, aunque no sea un gran investigador. Aunque si lo es, mejor. Repensar la estructura de puestos de trabajo es en si un desafio, como lo es por ejemplo en varias empresas uruguayas y su administracion publica. Uruguay tiene una poblacion que envejece y poca movildad laboral, y es un tema transversal.
El merito es un tema interesante, porque siempre estan en el ojo de quien lo mira. En el caso de la seleccion de futbol del tecnico, pero dentro de un sistema vertical, sin garantias y con resultados facilmente mensurables (se gana o se pierde). Si manana tabarez pone a pacheco y gana (perdon toni, no es nada personal), mientras siga ganando...nadie le podra decir demasiado. Pero la designacion de un puesto academico no se realiza de esta forma en ninguna parte del mundo, de ahi que la analogia no sea feiz. Medir resultados es bastante mas complicado, y elegir a los jugadores de la "A", tambien. Que es mejor, un tipo con un buen record salido una buena Universidad en Australia o en egresado de una IVY League norteamericana? Supongo que la respuesta depende de para que, en donde, que otras cualidades tienen, mas alla de la competitividad de sus programas, el "respeto de sus universidades"...probablemente tenga mas que ver con lo que hagan...y hayan hecho en un pasado.
ResponderEliminarEl especificar criterios, no implica ausencia de meritocracia,sino especificar que entendemos por ella. Algunos lugares (entre ellos Uruguay) valoran el estar, quedarse (aunque no sea produciendo) como merito....se le llama "antiguedad" y es comun verlo en empresas publicas y privadas. Yo creo que no es lo mejor, y que el merito debe estar mas cerca de lo que se pretende que la persona haga, lo que demuestra hacer, y lo que pretende hacer en el futuro en una organizacion. Comparto contigo la preocupacion que la falta de estandares claros, pero no estoy muy seguro si los criterios propuestos en forma de "rankings" ayuden a alguien, en particular a los uruguayos.En fin tuvo bueno pero me tengo que poner media pila con un articulo. Abrazo, y arriba!
F.