Si hay vacantes, ¿por qué no promover la formación correspondiente?


De acuerdo a dos noticias publicadas esta semana, nuestro sistema educativo presenta una interesante paradoja. Por un lado, completar Ciclo Básico no resulta redituable para los jóvenes de nivel socio-económico bajo, debido a la baja calidad de la educación recibida y a la alta probabilidad de repetición (Rossana Patrón, 2011). Esto explica que la inversión sea demasiado costosa para los réditos que los jóvenes podrían obtener en el mercado laboral. Por otro lado, nos encontramos ante una importante carencia de docentes para enseñar en nuestras aulas. Según el secretario general de la Federación Uruguaya de Magisterio, Gustavo Macedo, (magisterio) “es una carrera en la que uno se recibe y tiene un trabajo seguro" (Diario El País, 27 de Febrero). ¿Usted no ve la paradoja?
Si la certeza de contar con un empleo de $25,000 mensuales fuera parte de la ecuación al momento de optar por continuar los estudios o no, entre los jóvenes de nivel socio-económico bajo, ¿usted no cree que los resultados de la ecuación serian diferentes? Claramente debemos invertir en la calidad de la educación, pero sabemos que este proceso no es factible en el corto plazo. Lamentablemente, por cierto. Sin embargo, si a fin de cubrir las vacantes docentes, promocionáramos becas entre estudiantes de nivel socio-económico bajo para que culminen sus estudios en Secundaria y completen Magisterio, ¿Cuántos jóvenes cree que recuperaríamos?
Las políticas educativas sin políticas de empleo complementarias no promueven la igualdad. Continuar invirtiendo en la educación solamente no es redituable para los jóvenes más vulnerables ni para el país. Si de verdad apostamos a evitar la reproducción inter-generacional de la pobreza promoviendo la educación, debemos fomentar políticas de empleo. ¿Qué tal si empezamos por estas becas docentes? ¿Qué tal si empezamos por ofrecerles a estos jóvenes oportunidades reales de empleo, en empleos que son imprescindibles para el país? Sería interesante al menos darles la opción, ¿no le parece?

Fuentes:

Jared Diamond: te odio y te amo

Por Nicolás M. Somma Hace más de una década, Felipe Monestier y Cecilia Rossel me regalaron para mi cumpleaños el libro Armas, gérmenes y ...