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En este caso, voy a basarme en la relación vinculante que existe entre economía y enfermedad, intentaré expresar algunas reflexiones analíticas en torno a esto.
Hace un año, algunos/nas docentes e investigadores de la facultad de Ciencias Económicas publicaron un breve documento que buscaba realizar aportes para reflexionar sobre las políticas económicas y sociales frente a la expansión de la COVID-19. En ese entonces Uruguay ya había comenzado, como la mayoría de los paises del mundo, a trasegar el camino de la recesión y la crisis económica.
Las decisiones acerca de las políticas sociales y económicas que ha tomado el gobierno frente a esta pandemia, han hecho que la sociedad uruguaya entrara en declive con una perdida mas que progresiva, acelerada de derechos sociales y de recursos económicos.
En base a un estudio realizado por el Instituto de Economía de la UDELAR, se analizaron los datos de la ultima Encuesta Continua de Hogares realizada por el INE, este estudio nos muestra que hay 100.000 pobres más en Uruguay, lo cual muestra que el gobierno no ha tomado medidas eficientes para contener los efectos de la pandemia en la población más vulnerable.
Aquí es pertinente utilizar el concepto de crisis, en este momento donde las desigualdades estructurales y la pobreza se profundizan y el gobierno no toma decisiones adecuadas de inversión de recursos para contrarrestar los efectos de esta pandemia.
Aquello que diferencia al ser humano del animal, es que el ser humano es capaz de producir sus propios medios de subsistencia, teorizaba Marx, es decir que producimos nuestra propia vida material, en este sentido es que las fuerzas económicas materiales son las que producen la existencia del sujeto. Por ende, si señalamos que hay una relación vinculante, es decir, una relacion causal entre economía y enfermedad, es por que se está priorizando el desarrollo de las fuerzas productivas, a utilizar los recursos del Estado, para contrarrestar los efectos de la crisis establecida.
El concepto de crisis ha sido muy utilizado en la teoria sociologica, lo podemos abordar desde varias perspectivas, dentro de los analisis y elaboraciones, rescato las realizadas por Habermas en su libro Problemas de legitimación del capitalismo tardío, creo que serán de gran ayuda para poder elaborar nuestras relexiones.
El autor busca retomar el concepto de crisis, ya que considera que la teoría de la crisis en Marx presenta algunas ineficiencias en su aplicación a la actualidad del capitalismo tardío en que vivimos, en este sentido y haciendo un ejercicio de arqueología del saber, propone que el término crisis viene del campo de la medicina. En este caso hace alusión a “…un proceso de enfermedad en que se decide si las fuerzas de recuperación del organismo conseguirán la salud.” (1999; 19), entendiendo aquí el fenómeno como algo objetivo. Pero se debe considerar que el concepto de crisis en ciencias sociales, debe ser analizado y configurado en su multidimensionalidad, es decir, se debe tener en cuenta que es cuando los miembros de una sociedad vivencian y experimentan los cambios en la estructura como críticos y sienten amenazada su identidad social, se puede hablar de crisis (1999; 19). Con respecto a esta definición, podemos ver que hay alteraciones profundas en la integración social y por ende en la base de lo que el autor señala como el “consenso de las estructuras normativas”, esto nos lleva a estados de desintegración social, de anomia y de descomposicion de las instituciones sociales.
Es decir, que para comprender una crisis, no podemos quedarnos con el analisis unicamente de las contradicciones estructurales, debemos tener en cuenta que nos encontramos inmersos en una sociedad que se caracteriza por una distribucion asimetrica de las oportunidades de vida, por ende, debemos abordar el fenómeno de forma dialectica y dialogica entre lo micro y lo macro, entre lo estructural y las cotidianeidades, comprenderlo en su completitud.
Debemos ser conscientes que las crisis economicas, devienen en crisis sociales al dejar en evidencia las oposiciones entre las clases sociales que configuran una sociedad o como lo señala el antropólogo Marshall Sahlins se vuelven crise revelatrice dado que dejan al descubierto la oposicion estructural entre estas.
Hoy en día tenemos datos que confirman el impacto de la pandemia en las cotidianeidades de la población, específicamente en términos de seguridad social, de condiciones laborales, de ingresos, de acceso al consumo, así como también de la posibilidad de realizar ese trabajo a distancia o no, teniendo en cuenta las tareas de cuidado dentro de cada unidad doméstica.
Debemos considerar que las crisis nunca deben ser leidas unicamente en terminos de indicadores economicos, si no que son manifiestas en dimensiones culturales, las decisiones políticas que ha tomado el gobierno en este sentido, han venido ayudando con un sentido mentado progresivamente al desmantelamiento del sistema educativo publico, lo cual genera una mayor fragmentación y diferenciación entre las clases sociales.
De todo esto, surge preguntarnos cómo las ciencias sociales van a abordar esas narrativas dominantes frente a lo que estamos viviendo, que son las que políticamente legitiman el accionar de un gobierno irresponsable. Cabe destacar que la pandemia, si bien ha causado efectos complejos y adversos en todas partes del mundo, en Uruguay sirvió como un argumento central para consolidar en un muy corto plazo, ajustes que ideológicamente responden al neoliberalismo en lo que alguna vez fueron políticas sociales que buscaron generar derechos e igualdades en la sociedad.
Como las ciencias sociales se van a parar frente a estos quiebres abruptos de la realidad social, dice mucho del compromiso que esta tenga con la misma y con los sujetos que estudia, hay mucha tela por donde cortar, hay reconfiguraciones profundas de las cotidianeidades que debemos abordar para comprender las transformaciones en las vivencias y experiencias de los uruguayos. En poco tiempo hemos vivenciados, transformaciones en el ámbito laboral, mayor precarización, mayor desigualdad, mayores manifestaciones de violencia de género en distintas dimensiones, reconfiguraciones de las dinámicas de los núcleos familiares, reconfiguraciones y resignificaciones de las relaciones interpersonales, secuelas del aislamiento social, aumento de la pobreza y resignificación de su composición, entre otras.
Hay que sumergirse en profundidad para lograr comprender cómo la pandemia cambió la configuración del tejido social y las cotidianidades, las ciencias sociales deberán poder investigar pero más que nada generar herramientas para lograr transformar realidades que son más complejas de lo que podemos percibir.
Bibliografía consultada:
Habermas, Jurgen: Los problemas del capitalismo tardío. Colección Teorema. Año 1999.
Sahlins, Marshall: Economía de la Edad de Piedra. Traducción de Akal, año 1987.
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