El “humor de política” (policy mood) es un esfuerzo para medir lo que el público piensa, no sobre una política en particular, sino sobre el enfoque general de políticas que un gobierno debería adoptar. La idea fue originalmente propuesta y medida por Jim Stimson (Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill) para los Estados Unidos.[1] La medida tiene un requerimiento grande de datos en variedad de políticas sobre las que se pregunta opinión a lo largo del tiempo. En Estados Unidos, donde existen encuestas regulares académicas como la Encuesta Nacional Electoral (American National Election Survey, ANES) o la Encuesta Social General (General Social Survey, GSS) desde 1972; el policy mood se ha convertido en referencia obligada sobre la evolución de las preferencias de la población sobre política pública [2].
En Uruguay no existe una encuesta nacional de opinión pública de carácter regular, pero sí somos uno de los países de América Latina con mayor tradición de estudios de opinión pública a partir de diversas empresas que han trabajado en forma regular desde la década de 1990. Sin embargo, este acervo hasta ahora se mantenía disperso y subutilizado. En 2020 obtuvimos un financiamiento ANII (Fondo Sectorial de Investigación a partir de Datos) con el fin, entre otros objetivos, de construir esta medida de “humor de política” para Uruguay. Para lograrlo, nos asociamos con dos empresas de opinión pública -CIFRA y Opción Consultores[3]- con las que trabajamos en equipo para poder recuperar el acervo de encuestas de opinión entre los años 1993 y 2020. En una digresión antes de seguir con la nota, esperamos esperanzados que otras empresas de opinión, que en su momento declinaron por diversos motivos la participación en la construcción de este acervo (bien público colectivo), puedan sumarse en el futuro para enriquecer el mismo.
El otro socio en este emprendimiento ha sido el ROPER Center[4] de la Universidad de Cornell, uno de los principales curadores de datos de opinión pública del mundo. Como parte del proyecto, CIFRA y Opción Consultores pondrán a disposición las encuestas de opinión desde el ROPER Center y a través del portal Timbó de ANII con una barrera de acceso de 5 años, lo cual es estándar en estos casos. Estos datos estarán disponibles, en principio, a partir de diciembre de 2021. Segunda digresión, este aporte de Opción Consultores y CIFRA constituye un acervo muy importante para que investigadores y tomadores de decisiones públicas en Uruguay puedan acceder a datos históricos.
A partir de los datos obtenidos como parte del proyecto, y apoyándonos también en las encuestas regulares académicas que existen para América Latina -Latinobarómetro, Barómetro de las Américas (LAPOP) y la Encuesta Mundial de Valores-, generamos una primera medida de “humor de política” para el período 1993-2019. La medida que presentamos en la Figura 1[5] permite tener una primera perspectiva de cómo ha evolucionado el “humor” de los y las uruguayas en estas casi tres décadas.
Tomado de Álvarez, Bogliaccini, Opertti y Queirolo (2021) [6]
Para pensar en cómo interpretar el “humor de política”, es útil distinguir, siguiendo a Ellis y Stimson (2012)[7], entre ideología simbólica -una representación de cómo los individuos definen su propia identificación ideológica- e ideología operacional -sus preferencias concretas sobre políticas. La evidencia en Estados Unidos sugiere que mientras que entre las elites ambas medidas tienden a diferir poco, en el ciudadano de a pie esta distancia tiende a ser mayor. Tercera digresión: en una nota posterior (posiblemente el 23 de septiembre próximo) vamos a seguir analizando el humor de política. Pero volviendo a la figura 1, el humor de política se refiere fundamentalmente a la ideología operacional. Por esto es importante su rol en el análisis de las preferencias políticas, a diferencia de la usual medida de autoidentificación ideológica, que se refiere a las referencias simbólicas. Simplemente con el fin de adelantar esta idea de la diferenciación entre ambas medidas, la figura 2 muestra la evolución del humor de política y la autoidentificación ideológica.
Tomado de Álvarez, Bogliaccini, Opertti y Queirolo (2021)[6]
En América Latina, la ideología operacional ha sido largamente ignorada como medida de preferencias de política. Esto es en parte debido a que no existe un abanico de preguntas diversas sobre preferencias de políticas a nivel nacional en general, y que las encuestas regulares de corte académico tampoco han incorporado de forma regular estas preguntas. Cuarta digresión: las encuestas internacionales han estado obsesionadas históricamente con el nivel y la valoración de la democracia de la región. Esto es parcialmente comprensible si uno observa la trayectoria de la región en clave histórica. Por otro lado, es muy difícil avanzar en la comprensión de dichas preferencias por la democracia si no se ahonda en las preferencias de política, que en definitiva hacen a la construcción colectiva de la polis. Es justo decir también que la inversión pública en generar esta información en forma regular ha sido casi nula en la región, por lo que hemos podido trabajar históricamente únicamente con la información que surge de las preocupaciones sobre la región que surgen en el exterior, o entre particulares.
Un primer aprendizaje que podemos hacer de nuestro humor político es que, en Uruguay en promedio, las preferencias operacionales (operational preferences) se encuentran históricamente del centro hacia la izquierda (de la línea punteada de la figura 1 hacia arriba). Esto es consistente con lo que conocemos de las preferencias simbólicas y de la información que surge de las encuestas de elites que la Universidad de Salamanca lleva adelante desde mediados de 1990[8]. Un segundo aprendizaje, original y en línea con la evidencia comparada disponible, es que las preferencias operacionales parecen moverse en forma termostática de forma de llevar al sistema político al equilibrio. Es decir, un empuje de actividad gubernamental hacia políticas liberales genera una contracorriente conservadora en la opinión pública, y viceversa. La figura 1 sugiere que el período de fuerte inestabilidad económica entre 1999 y 2002 funcionó como un parteaguas al desgastarse el modelo de desarrollo propuesto durante la década de 1990. A partir de este momento, el humor de política se movió hacia la izquierda -acompasando la tendencia preexistente en las preferencias simbólicas del momento. Ambas llegan a un máximo durante la primera administración Vázquez. El humor de política vuelve a moverse termostáticamente hacia el centro coincidentemente con la llegada de Mujica al poder, volviendo a moverse hacia la izquierda sobre el final de su mandato, con posterioridad a la concreción de las leyes más significativas de la agenda de derechos (interrupción voluntaria del embarazo en 2012; regulación del cannabis, y matrimonio igualitario en 2013). Es en este momento que, al igual que hasta la crisis de 2002, ambas medidas vuelven a divergir. Durante la última administración de Vázquez, comienza un lento cambio en el humor de política hacia el centro. Habrá que esperar medidas para los años 2020 y 2021, pero la tendencia que se aprecia en las preferencias operacionales sugieren un giro conservador moderado; ciertamente menos marcado que el sugerido por las preferencias simbólicas.
Como forma de culminar esta primera nota, que es eminentemente descriptiva, remarcar que tenemos aún mucho por aprender. Sería muy beneficioso poder contar con una encuesta regular de opinión pública en Uruguay, que indague en forma permanente sobre preferencias de política. Se precisa financiamiento y coordinación, pero estamos seguros de que siguiendo un esquema de funcionamiento similar al de la ANES (https://electionstudies.org/) -por ejemplo- podríamos avanzar. A partir de este proyecto, hemos podido colaborar con ANII[9], CIFRA, Opción y el ROPER Center en la generación de un bien público potencialmente muy valioso, lo cual es un buen comienzo. Tiramos el guante.
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[1] Stimson, James A. 1991. Public Opinion in America: Moods, Cycles, and Swings. Boulder, CO: Westview Press.
[2] La ANES surge en la década de 1940 a partir de un esfuerzo colaborativo continuado entre varias universidades y el Social Sciences Research Council. La GSS es una iniciativa de NORC, University of Chicago.
[3] CIFRA (www.cifra.com.uy), Opción Consultores (www.opcion.com.uy). Agradecemos muy especialmente el trabajo y colaboración de Adriana Raga, Mariana Pomiés y su equipo en CIFRA; y a Agustín Bonino, Rafael Porzekanski y su equipo en Opción Consultores.
[4] ROPER Center (https://ropercenter.cornell.edu). Agradecemos especialmente a Peter Enns, director del ROPER Center, y su equipo.
[5] Tomado de Álvarez,Eliana; Bogliaccini, Juan A.; Opertti, Martín; y Rosario Queirolo, Electoral Outcomes, Ideology and Policy Mood en Uruguay. Paper presentado en el Congreso Uruguayo de Ciencia Política (agosto de 2021) y próximamente en la Conferencia Americana de Ciencia Política (septiembre 2021).
[6] Tomada de Álvarez, Bogliaccini, Opertti y Queirolo, 2021.
[7] Ellis, Christopher, and James A. Stimson. 2012. Ideology in America. Cambridge University Press.
[8] https://oir.org.es/pela/en/
[9] Proyecto FSDA_1_2018_1_154765
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