En una nota de 2013 aquí en Razones y Personas argumenté que la carrera docente en Uruguay es poco atractiva y que el bajo salario en comparación con otras profesiones es un candidato de primer orden para explicar la escasez de docentes. Datos recientes muestran que algunos signos notorios de la escasez de docentes no se han revertido.[1]
El Instituto
Nacional de Evaluación Educativa (INEEd) publicó recientemente un informe
elaborado por Cecilia Llambí y Cecilia Oreiro que aporta valiosa información
sobre la cuestión de los salarios docentes en Uruguay. Una de las conclusiones
principales del informe es que los salarios relativos de los docentes con alta dedicación en Uruguay tal vez no sean bajos en comparación con
lo que sucede en otros países. Parte del problema de por qué la carrera docente
en Uruguay no es atractiva podría radicar no en que el salario docente sea bajo
en general sino al régimen laboral predominante que sólo remunera las
horas de trabajo en el aula, algo excepcional en la comparación internacional. Este
diagnóstico tiene implicancias fuertes respecto a los énfasis que debería seguir
la política salarial. En particular, dichos énfasis deberían ser distintos al tipo de aumento
"generalizado" acordado para 2016 y 2017.
Las remuneraciones y el régimen de trabajo de una profesión no
suficientemente atractiva
El régimen de
trabajo en la enseñanza pública en Uruguay tiene una característica distintiva
en comparación con los países de la OCDE y con varios países de la región: mientras
en el mundo a los docentes se les paga por alrededor de 40 horas de trabajo
semanales a desarrollar en el centro educativo, en general mitad de tiempo en
tareas de aula y mitad en otras tareas en el centro, en Uruguay esto no es así.
Como es sabido, en la enseñanza primaria predomina un régimen en que se
remuneran 20 horas de trabajo en el centro educativo. Además de esas 20 horas
en el centro, los docentes de primaria trabajan unas 10 horas semanales no remuneradas
fuera de aula en tareas de planificación, evaluación y otras. Por lo tanto, esto
significa que si usted considera estudiar 4 años de educación terciaria para
ser docente de primaria, le espera un trabajo de 30 horas semanales con una
remuneración de unos $23.000 nominales. ¿Poco no?
Por otro lado, en
primaria existe también el régimen de tiempo completo. En 2014, un 18% de los
docentes se desempeñó en esa modalidad. La evidencia disponible indica que, entre
quienes eligen la carrera de docentes de primaria, el régimen de tiempo
completo resulta atractivo a juzgar por mayores tasas de permanencia en el
centro, captación de docentes de mayor antigüedad y mayor demanda que lugares
disponibles en las listas para acceder a esos puestos. La remuneración para un
docente de primaria recién recibido en una escuela de tiempo completo es de
unos $47.000 nominales por 40 horas semanales. ¿Será suficiente?
En enseñanza
secundaria la situación es, por un lado, diferente a primaria, en cuanto existe
mayor flexibilidad en la carga horaria que el docente puede elegir. Por otro
lado, se da el mismo fenómeno de no reconocimiento de horas de trabajo fuera
del centro, lo que hace que el salario efectivo por hora sea menor al que
muestran los recibos. Si consideramos que un docente de secundaria que eligió
30 horas trabaja en promedio otras 10 horas no remuneradas, esto disminuye
notablemente su salario efectivo y por tanto repercute directamente en el
atractivo económico de la profesión. Además, más allá del atractivo económico,
el fenómeno de no reconocimiento de horas es sin duda relevante para el
reconocimiento social de la profesión y la legitimidad que puedan tener futuros
aumentos salariales.
Los salarios relativos en la comparación
internacional
Dado que en el
mundo el trabajo docente (como la mayoría de los trabajos) se remunera en
general sobre una base de 40 horas semanales, el informe del INEEd buscó
comparar salarios de docentes en otros países con cargos docentes de alta
dedicación en Uruguay. Para primaria, el informe toma como referencia de alta
dedicación la remuneración del régimen de tiempo completo y para secundaria a aquellos
cargos de 30 horas “reconocidas”, que sumadas a las horas no reconocidas se
acercan al
estándar de 40 horas semanales.
estándar de 40 horas semanales.
Ratio salarios docentes en educación primaria (1) / PIB per cápita. Fuente: INEEd (2016). |
Una forma de evaluar el atractivo de la profesión en cada país es comparar cuánto ganan los docentes en relación a alguna medida de los ingresos medios en el país. El informe del Ineed considera el PBI per cápita para medir cuán rico es el país y compara entonces el salario de los docentes de “alta dedicación” (definidos según el párrafo anterior) y 15 años de antigüedad con el PBI per cápita de cada país.[2] Como muestra el primer gráfico, en el promedio de países de la OCDE un docente de enseñanza primaria gana más o menos lo mismo que el PBI per cápita. En Uruguay la situación es por supuesto bien distinta si miramos a la mayoría de los docentes de primaria con cargos de 20 horas o si miramos a la minoría con cargos de tiempo completo. Si bien en ambos casos el salario en relación al PBI per cápita ha ido aumentando en los últimos años, los docentes de 20 horas están obviamente muy mal pagos en la comparación internacional, mientras que los de tiempo completo aparecen con una magnitud similar al promedio de la OCDE y a algunos países de la región. De la misma forma, cuando en el segundo gráfico se compara el salario de un docente de secundaria con cargo de 30 horas, el salario relativo en Uruguay se ubica en línea con el promedio de la OCDE, aunque está bastante por debajo de países más cercanos a Uruguay como Chile, Brasil y México.
Ratio salarios docentes en primer ciclo de secundaria / PIB per cápita.Fuente: INEEd (2016). |
Sobre las prioridades de futuros aumentos de fondos destinados a salarios docentes
Al comienzo de la
nota sostuve que si el diagnóstico del informe del INEEd es correcto, debería
revisarse la política salarial actual de aumentos de sueldos generalizados como
los acordados en 2015. Si aceptamos la idea de que los docentes con dedicaciones
altas tal vez no estén mal remunerados en Uruguay en relación a otras profesiones pero que lo realmente excepcional es que se les paga solamente por el trabajo que realizan en el aula,
entonces una forma de hacer más atractiva la carrera docente pasa por reconocer lo que los docentes ya hacen y
expandir aún más el número de horas de trabajo fuera de aula y que dichas horas
transcurran en los centros educativos.
De alguna forma, este camino se ha recorrido en parte en los últimos diez años
con la expansión de las distintas modalidades de tiempo extendido y el
incremento de las horas de coordinación en secundaria. Sin embargo, aumentar la
remuneración al trabajo docente fuera del aula y en los centros es un camino
caro: las modalidades de tiempo extendido requieren no solo más horas docentes,
sino también cuantiosas inversiones en infraestructura y en cargos no docentes.
Tender hacia el 6% del PBI para la educación es una promesa pendiente pero la
discusión está abierta en cuanto a cómo deberían asignarse esos fondos. Reforzar
el atractivo de la carrera docente es imprescindible y remunerar más horas de tareas
fuera del aula y en los centros es una opción atractiva en cuanto mejora la
remuneración de la profesión, mejora las condiciones de trabajo al dar mayor
tiempo para tareas de formación, planificación, etc. y potencia el
reconocimiento social de la profesión al explicitar una enorme cantidad de
trabajo que los docentes realizan (alrededor 10 horas semanales) pero que hasta
hoy permanece en buena medida invisibilizada.
Por otra parte, si
ese fuera el camino correcto, es necesario empezar a recorrerlo cuanto antes y
cambiar los énfasis de la política salarial. De continuar los aumentos
generalizados como los que se darán en 2016 y 2017, en el futuro será cada vez
más caro (y por tanto más difícil sino imposible) avanzar en las modalidades de
tiempo extendido y de mayor dedicación horaria de los docentes en los centros
educativos. Cambiar el énfasis de los aumentos generalizados al aumento del
número de horas remuneradas reconociendo y ampliando el trabajo fuera del aula y
en los centros parece un camino atractivo entonces tanto para mejorar las
remuneraciones como el reconocimiento social de la profesión docente,
cuestiones clave para terminar con la escasez de docentes y avanzar hacia un
nuevo tipo de centros educativos con alta dedicación de docentes, algo que
muchos actores sitúan como una de las claves del cambio educativo que Uruguay
necesita.
[1] Primero, continúan faltando
maestros y profesores al comienzo de cada año http://www.elobservador.com.uy/todavia-faltan-casi-50-maestros-montevideo-n882253. Segundo, faltan profesores titulados en
secundaria. Solo alrededor de un 60% tiene título y no se observan mejoras
notorias en este problema (ver Cuadro 4 del informe). Otros dos signos de la
escasez son el estancamiento de la matriculación en carreras docentes (al menos
hasta 2012) y los estudios que indican que los estudiantes de formación docente
tienen en promedio menores rendimientos en pruebas estandarizadas.
[2] Para la comparación los salarios se
expresan en US$ y se ajustan por paridad de poder adquisitivo. Podrían
considerarse otras formas de responder a la misma pregunta. Por ejemplo
comparar diferenciales salariales respecto a trabajadores de características
similares. Una limitación importante de esta comparación a tener en cuenta, es
que el informe del INEEd establece que en la OCDE la relación entre horas de
trabajo en el aula y horas fuera del aula es de 1 a 1, mientras que los cargos
de “alta dedicación” que el informe define para Uruguay tienen mayor carga de
aula.