Justicia más allá de las fronteras: La causa Plan Cóndor

Autora invitada: Francesca Lessa

Foto: HIJOS Capital
Desde marzo de 2013, en el Tribunal Oral  en lo Criminal Federal Nro. 1 de la ciudad de Buenos Aires se está llevando a cabo un juicio histórico por los crímenes cometidos en el marco del llamado Plan Cóndor. Entre más de 20 acusados se encuentra un único extranjero: el ex militar uruguayo Manuel Cordero. Todos los demás son argentinos y están imputados por los crímenes de asociación ilícita (todos excepto Cordero) y distintos casos de privación ilegal de la libertad. Hay, entre ellos, figuras emblemáticas de la dictadura argentina, como el ex dictador Reynaldo Benito Bignone (1982-1983), el ex comandante Santiago Omar Riveros, y el ex dictador Jorge Rafael Videla quien murió poco tiempo después de que iniciara el juicio.

La causa Cóndor es realmente innovadora. Por primera vez un tribunal nacional aborda a los crímenes cometidos por el Plan Cóndor en todo su alcance geográfico. Nunca antes, además, se había utilizado la figura de “asociación ilícita” para juzgar la coordinación internacional establecida entre las dictaduras para cometer violaciones de derechos humanos. Finalmente, es la primera vez que, en Argentina, un extranjero se encuentre imputado y que la gran mayoría de las víctimas son extranjeros: de las 106 víctimas, 48 son uruguayos y 22 chilenos; hay también paraguayos, bolivianos y argentinos.

El Plan Cóndor fue una red secreta de inteligencia y contrainsurgencia instituida por las dictaduras de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay en los años 1970. Cóndor tuvo su origen en cooperación informal bilateral entre las fuerzas armadas y de seguridad de Argentina, Paraguay, Chile y Uruguay, ya desde 1972, como relató Carlos Osorio en su testimonio.1 Más tarde, su creación se formalizó en una reunión de las fuerzas de seguridad en Santiago de Chile a finales de noviembre de 1975. Entre 1975 y 1981, el Plan Cóndor desapareció, torturó y asesinó cientos de líderes políticos, refugiados, exiliados y militantes, estableciendo un área de terror e impunidad sin fronteras en Sudamérica.

Los orígenes

La causa Cóndor se inició en 1999 a partir de denuncias interpuestas por familiares de extranjeros desaparecidos en Argentina y de argentinos desaparecidos en el exterior. Con el paso del tiempo, muchas otras denuncias se sumaron a la querella original. Cuando se presentó esa primera querella, aún seguían vigentes en Argentina las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. Por lo tanto, se imputaron principalmente a los altos mandos argentinos –quienes no se podían beneficiar de la cláusula de obediencia debida otorgada a los oficiales inferiores- y a sus contrapartes extranjeras. Asimismo, la imputación de privación ilegal de la libertad permitía considerar a la desaparición forzada como crimen permanente y poder avanzar con las investigaciones a pesar de las amnistías.

El juicio

Debido a la complejidad del juicio en cuanto a la cantidad de países, victimas e imputados, la fase de recepción de prueba se organizó por binomios de países, empezando por Argentina-Uruguay, hasta abordar todos los países de Cóndor. El juicio se encuentra ahora (mayo de 2015) en su tramo final, a punto de empezar con la etapa de alegatos. El tribunal, compuesto por los jueces Adrián Federico Grunberg, Oscar Ricardo Amirante y Pablo Laufer, y Ricardo Ángel Basilico como juez suplente, recibió centenares de testimonios de sobrevivientes, familiares, peritos y expertos. Escuchar a los testimonios es una experiencia realmente conmovedora, al mismo tiempo que se hace fundamental en la reconstrucción del rompecabezas del Plan Cóndor.

En los relatos, se encuentran rastros y elementos que demuestran cómo se desarrollaba la coordinación represiva y su actuación en esos años. Por ejemplo, el hermano de un ex militante Tupamaros, desaparecido en Buenos Aires en 1978, recordó como él le comentaba que “se tenía que cuidar tanto de la policía argentina, como de las fuerzas armadas uruguayas,”2 como había visto varios de sus integrantes por las calles de la ciudad. En otro caso, un joven uruguayo que fue secuestrado junto con su padre en 1976 en Buenos Aires detalló como un grupo tarea de 10 personas vestidas de civiles y con armas rompieron la puerta de su casa “con fuerza salvaje”. En ese grupo, había también un uruguayo que en ese momento no pudo reconocer, pero que luego pudo identificar como José Nino Gavazzo. Le ofrecieron un cigarrillo Nevada y este hecho le llamó mucho la atención, “porque esa era una marca uruguaya y en Argentina no había ese cigarrillo”.3 Después de su liberación, su padre le dijo que había reconocido varios oficiales uruguayos en Automotores Orletti, como Campos Hermida, Cordero y Gilberto Vázquez, además de Gavazzo. En otro testimonio, la hermana de un militante chileno del MIR desaparecido en 1976 en Buenos Aires relata como ella misma fue secuestrada y torturada en el ex centro clandestino de detención Club Atlético en 1977, en el barrio de San Telmo. Al llegar allí, se dio cuenta que había muchos chilenos que la esperaban. Les preguntó: “¿Porque están ustedes aquí?” Y le contestaron: “Porque Pinochet así lo quiere”. Durante los interrogatorios, les demandaban por su hermano aunque ya parecían conocer las respuestas a las preguntas: “¿Tu hermano era del MIR?” y ella le contestó que sí, que era del MIR, al cual le dicen, “no eres mentirosa”. Ella preguntó si ellos tenían a su hermano y le dicen: “Ya no lo tenemos. Se lo llevaron a Chile porque allí tenía muchas cuentas por pagar”.4

La importancia de la causa

A pesar de que la sentencia no se conocerá por algunos meses más, se pueden intentar algunas evaluaciones preliminares. En primer lugar, junto con la causa por el plan sistemático de robo de bebes, Cóndor jugó un papel clave en socavar la estructura de impunidad en Argentina. Con esas dos causas, la impunidad comenzó a ser quebrada y, finalmente, las amnistías y los indultos fueron anulados. Esto permitió que se reanudaran los juicios. En segundo lugar, el juicio es realmente sin precedentes por su intento de capturar la complejidad de la represión en Sudamérica; abarca a víctimas argentinas como extranjeras, se investigan a perpetradores argentinos y sus contrapartes extranjeros, y todos los crímenes investigados “cruzan las fronteras,” por involucrar siempre más de un país. Es la primera vez que un tribunal sondea la red transnacional de terror en su totalidad y como se implementó la represión transfronteriza en la región, enfocándose hacia el Plan Cóndor y crímenes en los seis países. Finalmente, activistas y abogados abrigan también la esperanza que el juicio pueda tener un impacto en los países cercanos, sobre todo en aquellos que se han quedado atrás en aclarar e investigar violaciones de derechos humanos del pasado reciente.

La conexión con Uruguay

Hablar de Plan Cóndor es hablar de Uruguay. La vinculación es contundente e indudable: hubo secuestros de uruguayos en prácticamente todos los países de Cóndor. La última actualización de la Investigación Histórica sobre Detenidos Desaparecidos de 2015, que identifica a 192 desaparecidos, lo demuestra: 41 desaparecieron en Uruguay, 137 en Argentina, 9 en Chile, 1 en Bolivia, 1 en Colombia y 3 en Paraguay. Las garras del Cóndor alcanzaron a los uruguayos a lo largo y ancho de Sudamérica.

Cabe señalar para finalizar que la causa Cóndor arrancó en Argentina pocos días después de que la Suprema Corte de Justicia de Uruguay dictara en febrero de 2013 una sentencia muy controvertida y criticada nacional e internacionalmente.5 Dicha sentencia consideró que los crímenes de la dictadura no constituían crímenes de lesa humanidad, sino delitos comunes, y que podrían estar sujetos a la prescripción. En este contexto, un veredicto condenatorio en la causa Cóndor, donde muchas víctimas son uruguayos y además hay un uruguayo imputado, puede convertirse en una herramienta importante para los activistas locales, para ejercer presión sobre el poder judicial y el gobierno para avanzar en la investigación del pasado reciente y salir de la situación de semi-parálisis en la que se encuentran las causas en Uruguay.



1Audiencia, 6 de marzo de 2015.
2Audiencia, 20 de septiembre de 2013.
3Audiencia, 27 de septiembre de 2013.
4Audiencia, 25 de marzo de 2014.

5http://www.wola.org/es/comentario/reciente_sentencia_de_la_suprema_corte_uruguaya_obstruye_la_busqueda_de_verdad_y_justicia   

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