Perfil de Tinder de un uruguayo tipo según inteligencia artificial (Dall-e 3) |
Hace poco más de dos años publiqué en este blog una nota más bien teórica, y con algo de evidencia empírica sobre países anglosajones, sobre las potenciales consecuencias de las apps de citas para la reproducción intergeneracional de la desigualdad. La nota -y las teorías- tratan sobre las parejas estables, no las relaciones casuales o de una sola noche (sobre esto aún hay menos datos).
En una síntesis breve, por 2022 argumentaba que:
-Apps de citas tienen potenciales externalidades positivas
desde una perspectiva macro/social, ya que pueden alterar las dinámicas
tradicionales del emparejamiento y la creación de familias (Thomas, 2020).
Sobre todo, debido al papel de estos últimos en la reproducción de las
estructuras sociales y las relaciones dentro y entre grupos basados en
clase/educación, raza/etnicidad y religión (Dinh et al., 2021; Potarca, 2017, 2021).
-Emparejamiento y las citas son -y siempre han sido-
intrínsecamente selectivas (“assortative” en la literatura especializada) o
endogámicas. Ya sea en términos de atractivo, nivel educativo, personalidad o grupo
social, tendemos a elegir parejas similares a nosotros mismos (Potarca, 2017;
Ranzini et al., 2021; Author, n.d.).
-Debido a que las apps de citas en línea pueden propiciar la
creación de “lazos ausentes” (en criollo: gente que nunca se hubiera cruzado en
la vida de no ser por estas apps), han diversificado significativamente las
opciones de citas, reuniendo a individuos de orígenes sociales más variados,
incluyendo diferencias en educación, raza y etnicidad (Thomas, 2020).
-Esto no significa que las parejas formadas en línea no sean
el producto de un proceso selectivo, sino que parece ser menos pronunciado que
en entornos offline, lo que disrumpe algunos mecanismos relacionados con la
reproducción de la estratificación social (Ranzini et al., 2021; Thomas, 2020).
En todo menos en la edad, las apps de citas parecen aumentar este tipo de
homofilia en parejas estables (Thomas, 2020).
Volver al futuro
Por ese entonces, terminaba la nota diciendo que estaría
buenísimo tener datos para el paisito, pero lamentablemente no había nada… ni
siquiera sobre la región.
Entre la nota de 2022 y esta de 2024, Uruguay participó de
la segunda edición de la Encuesta de Género y Generaciones (EGG de aquí en más),
un estudio comparado y basado en encuestas representativas a nivel nacional que
indaga temáticas varias asociadas a cambios en las dinámicas poblacionales,
familiares y de pareja (Generations and Gender Programe, 2020 y s.f.). Los más
importante -para esta nota- es que pregunta a tod@s quienes tienen una pareja
estable el recinto (venue en inglés) donde conocieron por primera vez a
sus parejas, junto con una importante variedad de indicadores socioeconómicos.
¿Por qué es tan relevante esto? Porque por primera vez
podemos estimar la proporción de parejas estables uruguayas que se conocieron
-en cada año- a través de a) Internet en general excluyendo apps de citas y b) apps
de citas específicamente, así como ver la evolución de estos emparejamientos
año a año, comparar si estos porcentajes son bajos o elevados en base a los
datos de otros países de la misma encuesta, así como evaluar sus impactos en la
selectividad (“asortatividad”) de las parejas para el pool de países y en cada
país.
Para esta nota quería compartirles algunos hallazgos muy preliminares
de varios trabajos que están en desarrollo con estos datos.
En primer lugar ¿qué proporción de parejas estables se
conocieron a través de Internet en Uruguay y cómo ha sido su evolución comparada
con la de otros países? Los gráficos de aquí abajo (más algún otro dato de la
encuesta, todo procesamiento propio) permiten sacar algunas conclusiones
preliminares:
Fuente: procesamiento propio en base a EGG de Uruguay, Estonia, Dinamarca, Moldova, Suecia y República Checa |
Desde 1990 hasta la fecha, sobre todo desde los 2000, la proporción de parejas estables que se conoció a través de apps de citas en Suecia, Dinamarca, Estonia, República Checa, Moldova y Uruguay (sí, el estudio tiene un sesgo europeo) no para de crecer.
2.
Al punto tal que, en Suecia y Dinamarca, entre
las parejas estables formadas desde 2015 a 2021, el recinto más mencionado
donde se conocieron (la moda) fueron las apps de citas. En República Checa esto
recién sucede en 2019, pero no es la moda nunca en Estonia, Moldova, ni Uruguay.
Parecería haber alguna relación entre el nivel de desarrollo de los países y/o
de penetración temprana de Internet y cuánto han calado estas prácticas de
emparejamiento en las parejas estables en cada nación.
3.
Uruguay se caracteriza por haber empezado mucho
más tardíamente la tendencia al alza del emparejamiento a través de apps de
citas, así como niveles del mismo en las parejas formadas cerca de los 2020 sustantivamente
más bajos que en el resto de los países. Mientras que un 13% de las parejas
estables uruguayas formadas en 2020 se conocieron por primera vez a través de
apps de citas, en Suecia fueron un 33%, en Dinamarca un 25%, 23% en Estonia,
18% en República Checa y 17% en Moldova. Sin contar Moldova (sus datos se
publicaron más tarde), si agrupamos al resto de los países el porcentaje global
de apps de citas fue de 24%.
Fuente: procesamiento propio en base a EGG de Uruguay, Estonia, Dinamarca, Moldova, Suecia y República Checa |
Pero Uruguay también se destaca por otra tendencia diferencial: es el país donde mayor porcentaje de parejas estables formadas en cada año se conocieron a través de Internet, pero no en apps de citas (cualquier otro lugar). Si bien estos porcentajes son menores al 10% en el resto de los países, y mantuvieron una tendencia al alza hasta estabilizarse o comenzar a bajar a mediados de los 2010, el paísito es una excepción. En Uruguay más de 1 de cada 10 parejas estables formadas entre 2017 y 2020 se conoció en Internet pero no en apps de citas, y la tendencia parece haber mantenido su leve crecimiento. ¿Qué quiere decir esto? Más allá de hipótesis tipo bolicheo, lo cierto es que no sabemos bien qué es, por qué esta diferencia, ni si la tendencia se va a mantener.
5. ¿Por qué es relevante diferenciar apps de citas del resto de Internet como recinto de emparejamiento? Porque, en general, los contactos a través del resto de Internet tienden a basar en lazos sociales preexistentes (p.ej. redes sociales, amigos de amigos). No quiere decir que estas parejas sean igual de endogámica pero, al menos, no tienen el potencial disruptivo de los lazos ausentes (Thomas, 2020).
¿Qué más se aprender de estos datos? Estoy trabajando en algunos modelos estadísticos en distintos proyectos que, si bien decidí no presentar aquí en detalle, señalan algunas pistas de las consecuencias de de las apps de citas como recintos de emparejamiento.
1.
Algunos factores sociodemográficos y económicos
hacen que las personas tengan más chances de preferir o “seleccionarse hacia”
apps de citas como recintos de emparejamiento estable en todos los países
estudiados (Moldova volvió a quedar fuera del modelo global por llegar tarde).
Y todos van en línea con hallazgos previos en la literatura: parejas del
mismo sexo, haber tenido parejas estables previas, ser más joven, tener mayor
nivel educativo y, sorprendentemente, tener mayor índice de masa corporal (no
tengo muy claro por qué, pero la relación entre IMC y apps de citas es clara y
fuerte…algo puede haber acá: Sienko, 2018). Como se puede inferir visualmente a
raíz de los datos ya presentados, vivir en cualquiera de los otros 4 países que
no sea Uruguay incrementa las chances de que hayas conocido a tu pareja estable
a través de apps de citas también.
2. Las parejas estables que se conocieron a través de apps de citas (vis a vis otros recintos, como a través de familia; amigos; en el trabajo; en el centro educativo; en un bar o boliche; en Internet sin apps de citas, etc.) son muy distintas en unas cosas, pero iguales en otras:
a.
No parecen haber diferencias significativas entre
el recinto de apps de citas y el resto de los recintos, en lo que refiere a las
chances (intenciones de) terminar/romper la pareja para el pool de países ni para Uruguay en particular. Todo esto controlando por edad,
sexo, pareja del mismo sexo, nivel educativo, frecuencia de uso de Internet,
cantidad de parejas previas y duración de la pareja. Tampoco en lo que refiere
a la satisfacción con la relación actual existen diferencias, para ningún caso
en Uruguay, y para ninguno exceptuando los que se conocen a través de la familia para
los 5 países juntos (a través del recinto familia están más satisfechos con la
pareja que los de recinto de apps de citas).
b.
Para el mismo pool de países, las parejas que se
conocieron en apps de citas son más jóvenes que en el resto de los recintos (en línea con la literatura),
con excepción de la educación. Esto tiene bastante sentido, dado que en general
compartimos clases con gente de similar edad/cohorte. Para Uruguay, la única
relación estadísticamente significativa sobre diferencias etarias es que
quienes se conocen a través de apps de citas son mucho más similares entre sí
en edad que quienes se conocen a través del trabajo.
c.
Para el pool de los 5 países, conocerse a través
de apps de citas genera parejas estables más diversas en términos de
diferencias de nivel educativo entre ambos miembros de la misma, vis a vis TODOS
LOS OTROS RECINTOS; controlando por todos los factores mencionados más arriba. Si
consideramos solo parejas inter-universitarias (universitarios con no universitarios),
aunque con menor fuerza y cayendo algunos recintos, las relaciones se mantienen.
Para mí este es el resultado más interesante desde un punto de vista sociológico.
d.
Pero para el caso uruguay,osolo existen diferencias -más
leves- de reducción en la endogamia educativa de las parejas estables que se
conocieron a través de apps de citas, vis a vis las que se conocieron a través
del trabajo o en el centro educativo. Algo más que razonable también, dado que
son lugares que tienden a reunir individuos con similares niveles de instrucción
formal.
¿Cómo seguir con esto? Creo que se necesitan más estudios…y específicos, para entender los comportamientos más propiamente locales sobre este tema en Uruguay. Sobre todo, ahora que en base a datos sabemos que tenemos algunas diferencias con los países anglosajones y europeos.
Hay una serie de estudio más cualitativos
sobre las experiencias de parejas estables y no estables en este campo (p.ej. Broeker,
2021 para las experiencias en apps de citas en Berlín), así como algunos estudios descriptivos y otros más experimentales sobre cómo las funcionalidades y
algoritmos de las empresas comerciales (siempre diseñados desde economías
más ricas, anglosajonas y/o europeas) detrás de las apps de citas terminan teniendo -casi con seguridad que demasiada- influencia en cómo se conforman las parejas en el mundo contemporáneo (Ranzini,
2019; Sharabi, 2022).
Por el otro lado, hay que esperar a que se liberen los datos
de la EGG sobre Buenos Aires, para comenzar a indagar si las diferencias señaladas en esta nota son más bien orientales, o hay algo más regional del que -hasta ahora- solo éramos el único caso
disponible.
Referencias:
Broeker, F.
(2021). ‘We went from the anonymity of the internet into my private WhatsApp’:
Rituals of transition among dating app users in Berlin. New Media and Society, https://doi.org/10.1177/14614448211029200
Dinh, R.,
Gildersleve, P., Blex, C., and Yasseri, T. (2021). Computational courtship
understanding the evolution of online dating through large-scale data analysis.
Journal of Computational Social Science.
https://doi.org/10.1007/s42001-021-00132-w
Gender and Generations Programe (n.d.) https://www.ggp-i.org/about/
Potarca, G. (2017). Does the internet affect
assortative mating? Evidence from the U.S. and Germany. Social Science Research, 61,
278–297. https://doi.org/10.1016/j.ssresearch.2016.06.019
Potarca, G.
(2021). Online Dating Is Shifting Educational Inequalities in Marriage
Formation in Germany. Demography, 58(5), 1977–2007. https://doi.org/10.1215/00703370-9420350
Ranzini, G. (2019) 13: Crossing boundaries? Dating
platforms and interracial romance. IT
HAPPENED, 27(1), 191.
Ranzini, G.,
Rosenbaum, J. E., and Tybur, J. M. (2021). Assortative (online) dating:
Insights into partner choice from an experimental dating app. Computers in Human Behavior, 107039. https://doi.org/10.1016/j.chb.2021.107039
Sharabi, L.
L. (2022). Finding love on a first data: Matching algorithms in online
dating. Harvard Data Science Review, 4(1), 1-11.
Sienko, R.
(2018) "An examination of attribute trade and weight stigma in online
dating" (2017). Master's Theses and Doctoral Dissertations. Retrieved
from:
https://commons.emich.edu/theses/740
Thomas, R.
J. (2020). Online Exogamy Reconsidered: Estimating the Internet’s Effects on
Racial, Educational, Religious, Political and Age Assortative Mating. Social Forces, 98(3), 1257–1286. https://doi.org/10.1093/sf/soz060
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