Molly in a Basket, por jqpubliq, bajo licencia CC BY 2.0. |
No soy el primero en escribir sobre este tema. No obstante, la mayor parte de lo que se puede encontrar escrito se enfoca en el componente coyuntural del problema, lo que lleva a hacer foco en la evolución de corto plazo del tipo de cambio real entre nuestro mercado y nuestros vecinos. Sin embargo, hay un componente estructural del fenómeno que ha sido sensiblemente menos abordado en el debate doméstico, a pesar de que existe una extensa literatura académica con argumentos para aportar. Sintetizar esos argumentos es el objetivo de este post.
¿Es Uruguay un país caro?
La respuesta larga a esta pregunta siempre empieza con: depende con quién te compares y en qué tipo de productos te enfoques. La respuesta corta es que si. Según este índice, Uruguay es el país más caro de Sudamérica y la diferencia con Brasil y Argentina es considerable. Comparar países puede ser engañoso. Sobre todo comparar con países tan grandes y heterogéneos como nuestros vecinos inmediatos. Miremos entonces ciudades según el mismo índice. Montevideo está sin dudas entre las ciudades más caras de la región. Las diferencias con ciudades cercanas como Buenos Aires o San Pablo son en 2021 de al menos 20%. Las ciudades más comparables serían Santiago de Chile, San José de Costa Rica, u otras más lejanas como Cracovia, Zagreb o Coimbra, en Polonia, Croacia o Portugal respectivamente.
Si bien factores coyunturales, juegan un rol en la carestía relativa de las canastas entre ciudades, existen factores estructurales de peso que hay que resaltar. Después de todo, Montevideo no es solamente hoy una ciudad cara, lo ha sido históricamente. En la última década, se ha ubicado consistentemente entre las 5 ciudades más caras de Sudamérica.
¿Cuáles son los principales determinantes de los niveles de precios en Uruguay?
¿Por qué es el costo de vida mayor en Montevideo que en Buenos Aires o San Pablo? Descomponiendo el índice puede verse que las principales diferencias no se encuentran en lo que se paga por vivienda. El gasto en vivienda normalmente ocupa una buena parte del presupuesto del hogar, pero es similar entre estas ciudades. Lo que genera la gran parte de la diferencia está en lo que se paga de gastos corrientes (súper, para simplificar).
Separar entre lo que se paga en vivienda y lo que se paga de súper es importante porque los precios de ambas categorías tienen determinantes diferentes. Lo que se paga de súper tiene un alto componente transable, lo que significa que los bienes que componen la canasta del súper son plausibles de comerciarse a través de fronteras por lo que sus precios en plaza local guardan cierta relación con el precio internacional. No pasa lo mismo con los gastos en vivienda, que están altamente influenciados por el nivel de ingreso doméstico y suelen clasificarse como no transables dado que uno no puede comprarse una casa en una ciudad y llevársela a otra[2]. Esto viene por el lado de la oferta (los costos salariales pueden ser importantes en la construcción) y la demanda (en ciudades con ingresos altos, la gente está dispuesta a pagar mayores precios por su vivienda).
Para ambos tipos de bienes, el nivel de competencia en la oferta local juega un papel importante. Si hay muchas empresas compitiendo por ofrecer el producto, el margen de cada una se reduce y el precio que el consumidor enfrenta es menor. El tamaño total del mercado suele ser un factor que afecta el grado de competencia dado que mayores mercados normalmente soportan números mayores de firmas y suelen mostrar mejores niveles de competencia. Otro factor que juega un rol fundamental aquí es la agencia reguladora de la competencia. Cuando la agencia es activa y tiene recursos, puede disipar comportamientos abusivos de las empresas que tienden a elevar los precios.
Uruguay es una economía altamente especializada, lo que implica que el rango de bienes que se producen domésticamente es relativamente reducido. Como consecuencia directa de esto, una buena parte de lo que se consume de transables es producción extranjera. Cobra entonces importancia entender qué factores influyen en los precios de los productos al momento de llegar al puerto de Montevideo. La teoría económica identifica algunos elementos claves, en particular la distancia económica y el nivel de protección de la economía local.
Podemos definir la distancia económica en función de la distancia geográfica y la creada por los humanos en sus actividades económicas. La gran mayoría del comercio internacional se transporta por barco. Esto implica que dos países pueden estar cerca uno del otro, pero si no tienen una buena comunicación a través de mares o ríos, el comercio entre ellos puede ser más costoso (su distancia económica puede ser mayor) que entre dos países geográficamente más lejanos, pero con una buena conexión marítima. El tamaño de los mercados también influye a la hora de determinar cuántos barcos de contenedores circulan por determinada ruta marítima. Dado que el comercio entre dos grandes mercados implica más barcos circulando, la frecuencia y el volumen de tránsito de la ruta puede reducir sensiblemente los costos de transporte de las mercancías en esa ruta. Este gráfico ilustra bastante bien algunos conceptos importantes. El gráfico identifica los principales puertos del mundo según su tamaño económico y muestra las rutas comerciales que los conectan. El gráfico también señala la posición aislada del puerto de Montevideo, principal entrada de bienes importados al Uruguay.
Por último, el nivel de protección del mercado interno está determinado por los aranceles que se le cargan a las importaciones y por lo que se clasifica como barreras no arancelarias. Las barreras no arancelarias son en general normas que dificultan o directamente prohíben el comercio internacional de productos y por lo tanto elevan el precio en la plaza local.
Resumiendo la literatura[3], se puede decir que, dejando igual todo lo demás:
1- mayor tamaño del mercado implica menores precios. Esto está relacionado a que mercados más grandes fomentan la entrada de firmas y la competencia entre ellas.
2- organismo de defensa a la competencia
más fuerte se relaciona con menores precios.
3- mayor ingreso promedio de los consumidores suele traer mayores precios.
4- mayor distancia económica con los grandes centros exportadores implica mayores precios
5- mayores tarifas, mayores precios dado que se incrementan los costos de las importaciones.
En Uruguay el mercado es pequeño, el ingreso de los consumidores es medio (alto en la comparación regional), el país está ubicado geográficamente lejos de las rutas de comercio más explotadas, y el nivel de protección no es bajo. Estos son los factores principales que explican porqué el costo de vida es elevado en nuestro país a nivel estructural. Volviendo a una de las comparaciones anteriores, Montevideo tiene una ubicación geográfica, nivel de ingreso, y tarifas comparables a las de Buenos Aires. La gran diferencia es el tamaño del mercado, esto explica porqué Buenos Aires es generalmente más barato que Montevideo y que la gran diferencia se encuentre en los bienes transables.
¿Qué se puede hacer para tener precios estructuralmente más reducidos?
De los cinco principales determinantes de precios resaltados es evidente que algunos admiten más acción unilateral que otros. Uno de los factores que sí aceptan política pública es el grado de apertura del mercado interno. Si bien el país tiene su discrecionalidad limitada en este frente dado que está sujeto a las regulaciones establecidas en el marco del Mercosur, el gobierno actual ha tomado medidas de importancia para negociar tratados comerciales por fuera del bloque regional[4].
De todas maneras, si bien una mayor liberalización comercial traería menores precios en algunos mercados, el efecto agregado que se puede esperar no es de gran magnitud. La tarifa promedio que Uruguay aplica a sus importaciones es hoy de alrededor del 5%. Esto es hasta 4 veces mayor que lo que se aplica en varios países desarrollados[5], por lo que en comparación puede presentarse como muy alto, pero el valor absoluto es pequeño por lo que, incluso llevando el número a 0%, el impacto sobre los precios finales que pagan los consumidores sería modesto. Algo similar puede decirse respecto a las barreras no arancelarias. Aquí también el efecto en mercados concretos puede ser importante. Por ejemplo, Uruguay tiene prohibida la importación de vehículos usados, lo que eleva sensiblemente el precio en ese mercado.[6] Pero el efecto agregado sobre el costo de vida de reducir estas barreras no puede suponerse como enorme.
El otro lugar en el que hay margen para trabajar es la importancia que se le da al organismo de defensa a la competencia. A pesar de que algunos de los últimos gobiernos han dado cierto respaldo a éste organismo en nuestro país, parece claro que se puede y debe avanzar mucho más en este respecto. Calcular cuánto puede avanzarse en este sentido es más complicado, ya que es difícil estimar cuánto de beneficio de las empresas domésticas hay en el precio que se paga por un bien en plaza local.
En definitiva, Uruguay es un mercado caro y más allá de las coyunturas existen motivos estructurales que determinan los altos precios. Algunos de estos frentes como el nivel de apertura comercial y el grado de competencia interna, se pueden atacar. Otros, como lo reducido del mercado, el alto ingreso de los consumidores (sobre todo en la comparación regional) y lo alejados que estamos de las principales rutas comerciales, nos acompañarán por mucho tiempo. Más allá de mejoras que se pueden hacer en mercados puntuales, el costo de vida en Uruguay a nivel agregado no parece que pueda reducirse sensiblemente.
Referencias
Anderson, J. E. (2011). The Gravity Model. Annual Review of Economics, Vol. 3: 133-160.
Baier, S. E., Yotov, Y. V. y Zylkin, T. (2019). On the widely differing effects of free trade agreements: Lessons from twenty years of trade integration. Journal of International Economics, Vol. 116: 206-226.
Manova, K. Y Zhang (2012). Export Prices Across Firms and Destinations. The Quarterly Journal of Economics, Vol. 127, Issue 1: 379–436.
[1] Ver por ejemplo esta nota en El País (https://negocios.elpais.com.uy/noticias/uruguay-pais-caro-pistas-da-informe-analisis-precios.html), que a su vez refiere a un interesante estudio que busca explicar el fenómeno.
[2] Alguien podría comprarse una casa prefabricada en Shanghai y armarla en Montevideo, pero el valor final de la casa armada estará altamente determinado de todas maneras por elementos no transables como el valor de la tierra en que se arma y el costo de armarla.
[3] Ver por ejemplo Anderson (2011), Baier et al. (2019) o Manova y Zhang (2012).
[4] El día de ayer, el gobierno anunció a sus socios del Mercosur que unilateralmente decide negociar tratados con terceros países independientemente del bloque. Esto ocurre un día antes de que el Mercosur formalmente inicie la discusión sobre la flexibilización de sus reglas respecto a este tipo de negociaciones.
Tomado de Razones y Personas. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución 3.0 No portada.