miércoles, 19 de octubre de 2016

El supergás en Uruguay: entre la pintura y los mercados


Foto: Gasol (CC BY-NC-SA 2.0) 
El mercado del supergás en Uruguay es muy pintoresco. Las garrafas están pintadas y casi todos los años cuando llega el invierno hay conflictos que desembocan en desabastecimiento. En este artículo no pretendo discutir este último conflicto recién terminado, ni si la razón la tiene la empresa Riogás o el sindicato. Lo que quiero plantear es que hay elementos que hacen pensar en la existencia de fallos en la regulación del mercado de supergás, y que estos fallos pueden contribuir a los continuos conflictos en el sector. En particular, creo que existen señales de que las empresas de este sector podrían estar recibiendo beneficios extra-normales (rentas) y compartiéndolas, en base a repetidos conflictos, con sus trabajadores. Finalmente, propongo el estudio de una regulación alternativa que se base en la creación de un mercado de envasado para generar mayor transparencia y mejores incentivos a la reducción de costos.

Para llegar al consumidor final, el supergás, que es producido por ANCAP, pasa por dos etapas. Primero, es envasado en diferentes recipientes (siendo el más común la garrafa de 13 kilos) por dos empresas: Megal y GASUR, esta última con dos plantas de envasado.  Después, el producto es distribuido por cuatro empresas: Megal, Acodike, Riogás y Ducsa (propiedad de ANCAP). Hasta aquí no parece haber nada raro, Megal envasa y distribuye y las otras empresas le compran a GASUR las garrafas ya envasadas. Pero el asunto se vuelve más intrincado al saber que GASUR es propiedad conjunta de ANCAP (40%), Acodike (30%) y Riogás (30%), y que las plantas de envasado que GASUR administra son propiedad de ANCAP y que, a su vez, GASUR las deja en administración una a Acodike y otra a Riogás.

El problema central de este diseño del mercado es que hace opacas las transacciones entre las distribuidoras y ANCAP, haciendo difícil tener información sobre costos y condiciones de los contratos con las distribuidoras. De acuerdo a los cálculos realizados por la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (URSEA) para computar el precio paridad de importación, los costos de envasado y distribución por cada garrafa de 13 kilos por parte de las empresas distribuidoras ascienden a 280 pesos. Así, el 61% del precio regulado de 455 pesos que paga el consumidor final se va para las empresas distribuidoras. Lamentablemente, la falta de información hace imposible saber si estos 280 pesos por garrafa cubren los costos de las empresas distribuidoras y sus beneficios normales, o si por el contrario esconden importantes rentas para estas empresas.

Más allá de esta falta de información, existen al menos dos pistas que parecen señalar la existencia de rentas extra normales en el sector. La primera pista es el régimen de garrafas pintadas de diferente color por empresa y los requisitos de stock de garrafas en relación a las ventas. Las empresas envasadoras solo pueden envasar garrafas de su propio color y además se les requiere que tengan un ratio entre las garrafas que venden y las que tienen en stock. Este régimen genera un obstáculo para que nuevos competidores entren en el mercado y puedan reducir las potenciales rentas. No es casualidad que la iniciativa de las garrafas pintadas haya surgido cuando Megal entró al mercado en 2007. Tampoco lo es que las empresas se dividieran el stock de garrafas existentes en base a los porcentajes de ventas en ese año. Pintar las garrafas encarece el proceso porque hace que las empresas tengan que “devolverse” las garrafas una a la otra, generando nuevos costos de distribución. Más aun, el argumento de que las garrafas pintadas permiten su mejor conservación es al menos debatible, ya que genera menos incentivos para cuidar las garrafas que son propias, o incentivos a retenerlas para reducir las ventas de los competidores, principalmente de aquellos que tienen un menor stock de garrafas.

La segunda pista que apunta a rentas extra normales viene dada por los salarios que pagan las empresas distribuidoras. A raíz del conflicto actual, la empresa Riogás hizo pública una lista de los salarios que cobran algunos de sus empleados. Normalmente, los salarios de los trabajadores surgen de factores ligados a la oferta y demanda de trabajo, así como factores institucionales como el poder de negociación de sus sindicatos. La negociación de los sindicatos puede permitir el justo mejoramiento de las condiciones laborales y la mejor distribución de la masa salarial. Sin embargo, en el caso de la empresa Riogás los salarios que paga a sus trabajadores se encuentra muy por encima de la media para similares puestos de trabajo en otros sectores de la economía. En este sentido, estos salarios parecen ser lo que se conoce en economía como reparto de rentas (rent sharing), una situación en la cual una empresa con poder de mercado y rentas extra normales, reparte parte de estas ganancias con los trabajadores. A su vez, la existencia de estas rentas y la posibilidad de su reparto podrían generar una mayor conflictividad en el sector alentando los repetidos conflictos.

Pero, ¿quién estaría pagando estas rentas y qué tan grandes podrían ser? De acuerdo a la Encuesta Continua de Hogares de 2014, mas del 90% de los 1.2 millones de hogares en Uruguay utiliza supergás para cocinar. Adicionalmente, 27% utiliza supergás como principal fuente de energía para calefacción. Estos porcentajes son relativamente constantes en casi todos los niveles de ingreso, aunque los hogares más pobres tienen menor acceso a calefacción y los más ricos utilizan más intensamente la energía eléctrica. Así, estos consumidores serían los afectados al pagar un precio de supergás más alto. Como en muchos temas de defensa de la competencia y regulación, los montos que cada consumidor podría estar pagando de más son relativamente pequeños, pero agregados a nivel del mercado representan grandes rentas para las empresas. A modo de ejemplo, una reducción de 10% en el costo de la distribución y envasado ($28 por garrafa) representaría un ahorro menor a $300 anuales para un hogar promedio que consuma supergás para cocina y calefacción, pero una caída de la recaudación de más de 6 millones de dólares entre las cuatro empresas distribuidoras.  

En este marco, parece ser una tarea fundamental para los reguladores estudiar la regulación actual y, si fuera necesario, encontrar una mejor forma de regulación, basada en evidencia. En la actualidad, el mercado de supergás se encuentra fuera de la regulación sectorial de la URSEA y por lo tanto queda mayormente dependiendo de ANCAP en cuanto a la determinación de los contratos entre empresas o el precio de venta al público. En esta línea, una posible mejor regulación para el sector podría estar basada en rediseñar los mercados de envasado y distribución. El problema no es la escasez de empresas distribuidoras ni de plantas de envasado, sino los contratos que rigen los intercambios entre el envasado y la distribución y que generan intereses cruzados. Fundamentalmente, este rediseño debería lograr que la propiedad de las envasadoras y las distribuidoras sea de empresas diferentes. Esto podría generar varias ventajas. En primer lugar, permitiría concentrar las regulaciones sobre precios y calidad en el segmento de envasado. Por su proceso productivo, este segmento ofrece más facilidad para evaluar sus costos y posibles economías de escala, que determinen la cantidad óptima de plantas de envasado y la mejor regulación del precio de venta a las distribuidoras. A su vez, esto permitiría concentrar las inversiones para el mantenimiento del stock de garrafas y su control de calidad en las plantas de envasado, en vez de tener limitaciones de envasado a garrafas pintadas del mismo color. En segundo lugar, el rediseño propuesto eliminaría la necesidad de regular el precio de venta de las distribuidoras al consumidor final, creando un espacio de mayor competencia entre las distribuidoras, que potencialmente podría reducir los costos de distribución e incentivar la innovación. Así, este diseño generaría información (que es el rol fundamental de los mercados), que contribuiría a crear los incentivos correctos entre ANCAP, el envasado y las distribuidoras.

En síntesis, el sector del supergás parece estar en una situación donde es imperioso el reestudio de su regulación. Basar esta regulación en evidencia y llevar a cabo una discusión sobre la misma parece fundamental para combatir potenciales problemas de captura de ANCAP o de los reguladores por parte de empresas con larga tradición en el sector. Más en general, el mercado del supergás es un ejemplo de la existencia de potenciales problemas con la regulación de algunos sectores de la economía que terminan comprometiendo su productividad. Adicionalmente, muestra que sobreprecios que pueden ser relativamente pequeños para los consumidores finales pueden generar grandes masas de rentas para las empresas, que a su vez pueden compartirse parcialmente con sus trabajadores directos. Finalmente, subraya cómo algunas veces la solución no pasa por crear más regulaciones entre los actores ya existentes, sino en convocar nuevos actores y crear mercados que transparenten las transacciones y permitan más competencia, generando incentivos a la innovación y reducción de costos.


Agradezco los comentarios y sugerencias de Matías Brum, Leandro Zipitría, Gonzalo Zunino y Mariana Zerpa. Las opiniones vertidas son de mi responsabilidad. 

10 comentarios:

  1. Si bien en general creo que los colaboradores de este blog hacen análisis y aportes correctos e interesantes, creo que en esta ocasión se equivocan, principalmente en la consideración de los colores de los envases y la existencia del clearing de garrafas.
    Los envases pintados son la forma más económica y eficiente de identificar a qué empresa "pertenece" ese envase. Por "pertenece" me refiero a la última empresa que verificó que el envase cumpla con las normas de seguirdad para ser llenado y vendido. En caso de accidente, mediante el color del envase se llega directamente a la empresa que lo inspeccionó y llenó por último. Si los envases no estuvieran identificados se perdería esta trazabilidad y por lo tanto no se podría responsabilizar a ninguna empresa, lo que a su vez puede derivar en que las empresas no tengan interés en hacer un correcto mantenimiento de los envases porque en última instancia no pueden ser penalizables si ocurre un accidente.
    El clearing (intercambio) de envases vacíos entre las empresas lo que posibilita es que el cliente no sea reen de una sola distribuidora, ya que todas ellas están obligadas a levantar un envase vacío, aunque éste sea de la competencia. Si no existiera el clearing el cliente estaría obligado a comprarle siempre a la misma distribuidora, salvo que haya adquirido tantos envases como empresas a las que le quiera comprar.
    Felicitaciones al equipo, sigan escribiendo!

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    1. Hola,
      Justo pensaba comentar sobre el tema de la trazabilidad y me encontré con tu comentario. Entiendo el argumento de la trazabilidad, ahora bien, imagino que no debe de ser el único modo en el mundo de conservar la información sobre quien llenó la garrafa. Por ejemplo si la envasadora le pega un pegotín en la parte de arriba que indique su nombre y fecha y el señor que entrega la garrafa toma nota de esta información en una planilla junto con la direccion de entrega, estamos mas o menos en la misma situación y nos ahorramos todo el problema del clearing de envases y todo lo demas. Un método menos imaginario y existente es vía código de barras y un equipo lector del código, como vende esta compañia http://www.boconline.co.uk/en/products-and-supply/cylinder-tracking/index.html. Aqui otra empresa que vende tracking en base a código de barras legible por celular https://corp.trackabout.com/industries/gas-cylinder-tracking-software.php. No tengo idea del costo del clearing pero no me queda claro si es la forma mas económica y eficiente de conservar la información que mencionas, dadas las alternativas de pegotines y planillas (estilo el correo) o el equipamiento que refiero en los links.

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    2. ...después que hice el comentario se me prendió la lamparita: el precinto de seguridad. El otro día encargué una garrafa y el precinto venía de un color específico y con el nombre de la empresa que envasó el gas (Megal en este caso). Si cada envasadora pone un precinto distinto (que creo ya es el caso) alcanza conque el que entrega tome nota de la dirección de entrega y lo que dice el precinto.

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    3. La dirección de entrega no sirve de nada por varios motivos:
      1) yo puedo vender mi envase, pasa en las ferias, pasa en MercadoLibre, etc.
      2) yo puedo ir a comprar una recarga en una estación de servicio, puesto de venta, etc, muy común cuando las entregas se complican en períodos de demanda pico; cuál es la dirección de entrega en esos casos?
      3) quién mantiene esa base de datos? la misma empresa que puede ser penalizada? están las condiciones/incentivos dados para confiar en esos datos?

      Un precito puede fácilmente "desaparecer", pegotín lo mismo, un código de barras se puede romper, abollar, tornar ilegible de varias formas. En definitiva, la pintura es lo único que te asegura (en forma económica y segura) reconocer a la distribuidora así el envase se haga puré y se parta en 20 pedazos.

      Está bueno el ejercicio de pensar alternativas, pero pensá en los muchachos que reparten, el sindicato, y que es un negocio bastante "sucio". Saludos.

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    4. si, tenés razon lo de la dirección de entrega y lo demás. el mismo argumento de que se pueden adulterar los precintos y lo demás también corre para la pintura, aunque no se porqué alguien querría repintar su garrafa. el tema es que además de "desconfiar" de los sindicatos también desconfío de las empresas cuando plantean que el sistema mas económico y seguro es el de la garrafa pintada; si el artículo tiene razón y hay beneficios extranormales en el sector, las empresas tienen incentivos a dejar todo como está. y mantener el sistema de colores. mirá estos tipos: http://www.trovan.com/Applications/gascylinder.html. sueldan un chipcito sellado a los contenedores de gas, y olvidate. "When questioned about the durability of the transponder, Trovan explained some of the tests the transponder has successfully passed. The tests included: repeated shot blasting, heated to 300 degrees Fahrenheit for 30 minutes, dropped into liquid nitrogen, exposed to high doses of radiation and subjected to 100,000 volts of electricity." aguanta camiones. cuando pienso en el sistema de garrafa por color me imagino que debe de resultar caro en primera instancia por los costes de andar moviendo garrafas todo el tiempo de una empresa a otra, mas pensando en los salarios del sector. en segunda instancia porque un sistema del estilo contribuye oscurecer la dinámica de costos y precios y puede favorecer la extracción de rentas. por ahi me podes explicar cual es la dinámica frente a un siniestro. Es decir, explota la garrafa, y por el color sabemos que la envasó la empresa X. X se hace responsable? cubre costos? se investiga? que es lo que se hace con esa informacion? tenes idea?

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    5. Perdón por la demora en la respuesta, me había olvidado de este tema. Está claro que ningún sistema es infalible, siempre es cuestión de cuánto el sector está dispuesto a pagar por tener la posibilidad de tomar acciones frente a un problema. No me imagino que la pintura pueda ser cara y las garrafas no se pintan cada vez que se rellenan. La operativa del clearing entiendo que tiene un costo de horas hombre y desconozco cuánto es; de todas formas las envasadoras están geográficamente todas juntas así que no me imagino que sea algo significativo. Devuelta, siempre es un tema de cuánto cuestan las alternativas, en términos económicos pero también en términos de libertad de elección para el consumidor.
      Respecto a un posible accidente no tengo idea cuál es el alcance de la responsabilidad de la empresa, ni sé si hay antecedentes, lo que sí se es que mientras sepas quién repartió ese envase al menos podés ir contra alguien puntual (la alternativa, lo que es responsabilidad de todos en el sector, en los hechos ya sabemos que quiere decir que no es responsabilidad de nadie).
      Que el sector tiene sobreprecios no lo dudo. Del momento que arrancás de un proveedor monopólico, especialista en hacer inversiones desastrozas, un producto lleno de impuestos y además un esquema de distribuidoras entreveradísimo como lo describiste, seguro que hay mil ineficiencias.
      Lamento no tener información más detallada al respecto, en este tema toco bastante de oído mezclado con un poco de sentido común.

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    6. Perdón por la demora en la respuesta, me había olvidado de este tema. Está claro que ningún sistema es infalible, siempre es cuestión de cuánto el sector está dispuesto a pagar por tener la posibilidad de tomar acciones frente a un problema. No me imaigno que la pintura pueda ser cara, las garrafas no se pintan cada vez que se rellenan y no se requiere mano de obra especializada para hacerlo. La operativa del clearing entiendo que tiene un costo de horas hombre y desconozco cuánto es; de todas formas las envasadoras están geográficamente todas juntas así que no me imagino que sea algo significativo. Devuelta, siempre es un tema de cuánto cuestan las alternativas, en términos económicos pero también en términos de libertad de elección para el consumidor.
      Respecto a un posible accidente no tengo idea cuál es el alcance de la responsabilidad de la empresa, ni sé si hay antecedentes, lo que sí sé es que mientras sepas quién repartió ese envase al menos podés ir contra alguien puntual (la alternativa, lo que es responsabilidad de todos en el sector, en los hechos ya sabemos que quiere decir que no es responsabilidad de nadie).
      Que el sector tiene sobreprecios no lo dudo. Del momento que arrancás de un proveedor monopólico que pierde guita como loco, especialista en hacer inversiones desastrozas, un producto lleno de impuestos y además un esquema de distribuidoras entreveradísimo como lo describiste, seguro hay mil ineficiencias.
      Lamento no tener información más detallada al respecto, en este tema toco bastante de oído mezclado con un poco de sentido común.

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  2. Muy interesante análisis. No debería actuar la Comisión de Defensa de la Competencia en esto?

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  3. Trabajé algunos años en el sector del supergas. Estaría bueno saber como influyen los remanentes de gas en las garrafas en las ganancias de las empresas. En mi opinión a groso modo en promedio la garrafa vuelve con 1 kg. a la planta de envasado, la llenan con 12 Kg Y te cobran 13 kg. Transformen ese remanente a $ por cantidad de garrafas al año

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  4. El concepto de rent sharing aplica también para Cutcsa? La IM dice que el boleto es 70% salarios, pero no te cuenta a cuánto ascienden esos "salarios"

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