jueves, 2 de junio de 2011

Como en el boliche


A casi un año y medio de gestión de la “Administración Mujica”, se pueden identificar una serie de cuestiones relacionadas con la forma de gobernar del Presidente de la República que de alguna manera se han exacerbado en las últimas semanas.

En líneas generales, una característica de Mujica ha sido la de estar continuamente poniendo temas en la agenda política que muchas veces solo distraen la atención respecto a otro tema, prácticamente siempre a través de los medios, más precisamente en su programa de radio o mediante exclusivas a Búsqueda. Una particularidad de esta introducción de temas en la agenda, radica en que muchos de los mismos incluyen compromisos fácilmente medibles y difícilmente alcanzables, sobre todo si poco se hace para lograrlos. Para muestra un par de botones: la reforma del Estado, en la que “se le iba la vida” o la reducción de la pobreza a la mitad y la eliminación de la indigencia, donde la única medida de cierta envergadura parece ser la ampliación de la Tarjeta Alimentaria.

Pero en las últimas semanas se han incorporado o acentuado un par de elementos que hasta ahora quizás habían pasado más desapercibidos: 1- Mujica juega solo, y lo que es peor, deja en evidencia una seria falta de comunicación en la interna del gobierno. Me estoy refiriendo en este caso a los sucesivos episodios de desencuentros con diferentes ministros. 2- Por otro lado, muchas veces, y especialmente con el financiamiento de las políticas públicas, plantea “soluciones” que reflejan entre ingenuidad infantil y una especie de Julio Sánchez Padilla en Estadio Uno. Los impactos que estas acciones tienen, no sólo van por el lado de la desautorización a sus propios ministros (una actividad muy divertida es ver las pobres caras de algunos ministros intentando en ciertos casos dar vueltas de contorsionista para explicar que lo que en realidad dijo Mujica está en línea con la política que viene desarrollando su cartera) sino que también están dando cuenta de un descuido o deliberada ignorancia referidas a ciertas prácticas que dicen mucho de una gestión de gobierno, y de la estabilidad y sustentabilidad en el mediano plazo de cualquier tipo de iniciativa.

Repasemos brevemente un par de ellas, diferentes a las que están más que evidenciadas en las últimas semanas en torno a la anulación de la ley de caducidad entre otras. En primer lugar, las declaraciones a Búsqueda donde indica que “…si 500.000 uruguayos ponen 100 pesos cada uno (por mes durante dos años), el problema de la vivienda se solucionaría rápidamente" (http://www.elpais.com.uy/110526/ultmo-568939/ultimomomento/plan-juntos-gobierno-pide-que-la-sociedad-abra-el-bolsillo-/). Este tipo de planteos yo sólo los había visto en las reuniones de mi club de la Liga Universitaria, donde se buscaban alternativas para achicar el déficit y poder comprar pelotas. El problema radica justamente en que un gobierno no se puede gestionar como si fuera un club de barrio o un boliche. El gobierno del Frente Amplio tiene a su disposición herramientas impositivas mucho más efectivas y con capacidad redistributiva para institucionalizar una política pública que todavía no tiene aprobación parlamentaria. Pero en última instancia, esta puede ser considerada una más de las tantas salidas que muchas veces cuando se la plantea en una conversación en un grupo de amigos se termina diciendo “¿Y qué querés? Es el Pepe”.

El problema a mi entender comienza a manifestarse en toda su dimensión cuando se dan episodios como el ocurrido a mediados de este mes cuando Mujica almorzó junto con “Paco” Casal, Damiani y Alarcón (dueño de Tenfield, y presidentes de Peñarol y Nacional respectivamente). “Esa reunión se dio en un restaurante de la zona de Carrasco y en ella (…) fuentes cercanas a los participantes, integrantes de la empresa Tenfield explicaron a Damiani y a Alarcón por qué los derechos deben continuar en poder de la empresa de Casal. El presidente de la República avaló los dichos.” (http://www.180.com.uy/articulo/18949_Mujica-respaldo-a-Casal-ante-los-grandes). Esto es mucho más grave por varios motivos, pero fundamentalmente porque el señor Casal se encuentra actualmente en juicio con el Estado uruguayo, porque se estima que la deuda que esta persona mantiene con el fisco es la más grande de la historia del país. La señal enviada a la ciudadanía no es la mejor. Está más que claro que en el ejercicio del gobierno, los políticos a veces tienen que “comerse algún sapo”, pero no todos los sapos son iguales.

Pero además, esta reunión se produjo justamente al otro día de que el Ministro de Deporte declarar públicamente a favor de la independencia de la Asociación Uruguaya de Futbol a la hora de negociar los derechos de televisación de la selección y el campeonato local. Este posicionamiento de Lescano no era ni es menor, porque establece un cambio en la orientación que los sucesivos gobiernos democráticos tomaron en este tema, demasiado oscuro y fuertemente asociado a la corrupción lisa y llana. Lamentablemente, Mujica desautorizó a Lescano con sus acciones y no lo apoyó públicamente luego de los descalificativos hacia su persona que emitió un directivo de la empresa Tenfield.

El “como te digo una cosa te digo la otra” claramente no causa la misma simpatía en todos los casos. La indefinición, la falta de compromiso y la tibieza en política son quizás algunas de las peores características que un gobierno puede tener, entre otras cosas porque no se puede estar bien con dios y con el diablo.

7 comentarios:

  1. si, la verdad estoy de acuerdo en todo lo que decís. la forma de gobernar de nuestro presidente preocupa, y mucho. no quisiera estar en los zapatos de sus ministros.gracias por la nota!
    Salú!

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  2. Y digamos que era de esperarse no? Mujica tira tanta verdura que no es difícil entender porque tiene esa huerta en la casa. Una cosa rara es como esa juntada con Paco y la pacomafia no fue más debatida, en unas semanas en donde la popularidad de Mujica viene en picada. Y pensar que algunos creían otros deben de seguir creyendo que este tipo podía ser un buen gobernante.

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  3. Excelente artículo! Al menos este gobierno servirá para marcar en rojo y tener en cuenta la próxima vez los puntos a tener en cuenta al elegir un gobierno. Mujica esta más cerca de un panelista de televisión que de un presidente...solo tira "exclusivas" que son puro humo jeje.

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  4. Comparto lo que dice el articulo y estoy completamente de acuerdo con las infelices idas y vueltas en las declaraciones del pepe y sus contradicciones y con que por supuesto esta no es una forma de gobernar un país. Ahora yo no estoy tan segura de que el pepe siempre juego solo. Más bien tiendo a pensar que su problema es que no sabe con quien jugar y muchas de sus continuas contradicciones son el reflejo de las contradicciones y guerras internas de la misma coalición a la que representa. Pongo algunos ejemplos. Cuando hace un tiempo salió con la rebaja de IVA a los pobres, no estoy tan segura que fuera algo que le pintó salir a decir él porque un día arreglaba la huerta pensando en como ayudar a los pobres. Más bien creo que alguien de la interna se lo sopló, a él le gustó la idea y sin consultar a nadie más salió a decirlo públicamente. Días después y tras varias consultas de los medios a Lorenzo (y posiblemente tras una charla con él) salió a relativizar el tema. Otro ejemplo: según tengo entendido a la reunión con Casal no fue solo, fue con Bonomi (quien sabe por qué). Con el tema de la Ley de Caducidad pasó algo parecido. Almagro lo convenció de su proyecto y después posiblemente vino otro a convencerlo de que la idea no era tan buena. Esto no le quita responsabilidad al pepe, claro está, porque Tabaré tuvo que gestionar la misma interna y supo hacerlo muy bien. Posiblemente porque tenía mucho más claro lo que estaba bien y lo que no o consultaba al ministro correspondiente sobre el tema antes de salir a la prensa. Creo que lo que hay es un combo explosivo: un interna complicada (una cocina permanente de unos a otros) con un presidente que no sabe gestionarla y que por si fuera poco, de a ratos se corta solo y sale a decir lo que a él le parece.

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  5. Majo, me cierra tu teoría. El panorama es peor aún entonces... ni el presidente sabe lo que hace ni su gente lo ayuda entonces. En lugar de apoyar la gestión y "cuidar" al gobierno, cada uno pelea por lo suyo, sin importarle el resultado de esa pelea. Al final, el frente resultó bastante malo, me quedo con que lo único bueno que tuvo fue un presidente que supo mantenerse firme, pero no un partido. Una persona puntual. Que tristeza. Porque sabés que? Tampoco me parece que esté bueno votar a un tipo solo porque sabe "mandar" entonces, ya tampoco me convence Vázquez.

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  6. Guillermo, te felicito por la nota. Excelente. Creo que s parte del talento de Mujica el generar cortinas de humo para tapar temas importantes. Creo que es un hábil declarante, y que saber jugar el juego. Con ir a comer a un boliche del interior ya genera 5 minutos de noticia. Creo de todas formas que forma parte de la paranoia tupamara de que los medios son los culpables. Y Mujica parece ser un doctor en manejo de medios. Përo respecto a la explicación de este modo de gestionar, creo que Natalia tiene un punto. La lógica tupamara se guía por la confianza en el camarada. Esta joyita (sin recursos, pero metiendo pecho a todas las balas) qur es el Ministro Almagro, me hace pensar que definitivamente, hay un problema de funcionamiento. Almagro lo convence, viene el compañero X y le dice que Almagro se desubicó, y si es de confianza, Mujica lo mata sin piedad. Después, el lío se arregla como se puede, y otra cortina de humo. Felicitaciones Guillermo y saludos a todos,

    Carlos Aloisio.

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  7. Totalmente de acuerdo con el punto o matiz que introduce Natalia, y el resto de comentarios. Siguiendo en esa línea entonces, pasa lo que dice "Anónimo": la situación es peor. Peor en el sentido de que deja en evidencia una carencia absoluta de proyecto político global, o incluso sectorial en algunos casos. Perdón por el abuso de comparaciones futboleras, pero a veces me hace acordar a Carrasco: cuando un jugador la está rompiendo (Almagro por ejemplo) él va y para el siguiente partido no lo convoca (o lo desautoriza). Complicado.

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