jueves, 7 de abril de 2011

Instituciones democráticas y la Ley de Caducidad

Imaginemos un país llamado Esclavilandia. En ese país, las instituciones “democráticas” funcionan y están disponibles para la mayoría de la población. A pesar de esto, allí habitan una minoría de esclavos que no pueden votar ni ser personas autónomas. Este hecho contradice los logros obtenidos en materia de derechos civiles, políticos y sociales vigentes en Esclavilandia. Por ese motivo, un buen número de sus ciudadanos promovieron dos consultas populares democráticas para anular la ley que mantiene viva la práctica de la esclavitud en el país. No obstante, ambas consultas tuvieron el resultado de no apoyar un cambio en las leyes vigentes. Por culpa del miedo al cambio o de una ineficiente campaña –se dice- en Esclavilandia se siguen esclavizando a unos pocos. Ante esta situación, algunos legisladores elegidos democráticamente, intentan anular la ley de esclavitud. Eso supone- dicen algunos- ir en contra de la preferencia del “pueblo” que en dos ocasiones favoreció el status quo en Esclavilandia. Eso es, se dice, ir contra la democracia misma.

La esclavitud es una práctica moralmente reprobable. Aun cuando la mayoría de la población se pudiera beneficiar de la esclavitud de unos pocos, tenemos buenas razones para creer que la libertad individual y la autonomía personal son valores primordiales. Eso se ve reflejado en legislaciones contemporáneas con alcance doméstico e internacional.

Ahora bien, ¿Cómo deberíamos evaluar las consultas populares que terminan legitimando leyes o prácticas sociales reprobadas casi universalmente? ¿Cómo debemos entender los resultados contradictorios entre los mecanismos de democracia directa (plebiscitos, referéndums) y aquellos generados por los distintos mecanismos de democracia representativa (parlamento, ejecutivo, etc.)?

Esas preguntas requieren páginas de discusión. Aquí solo puedo avanzar intuitivamente en una  potencial respuesta. Para empezar, el caso de la esclavitud es poco controversial dado que difícilmente se pueda defender su práctica hoy en día. Pero lo mismo sucede también con otros temas. Imaginen un gobierno que para garantizar su estabilidad decide torturar, asesinar y hacer desaparecer a un buen número de sus ciudadanos. Se podría decir – y con razón- que un gobierno así tendría bien poco de democrático. Pero pensemos de un modo más específico en aquellos países democráticos que pasan a ser gobernados por un régimen autoritario y que recobran sus instituciones democráticas luego de un considerable periodo de autoritarismo. ¿Deja de ser un hecho relevante que apenas unos años antes un gobierno autoritario asesinó y torturó a cientos de sus ciudadanos? ¿Es el cambio de régimen un cambio suficiente para olvidar esas prácticas moralmente reprobables que sucedieron? En otras palabras, ¿es el cambio de régimen un paso suficiente para otorgar impunidad a aquellos que promovieron y ejecutaron esas prácticas reprobables?

La situación originada en Uruguay con la ley 15.848 de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado se parece mucho a los ejemplos hipotéticos discutidos arriba. Estamos ante una ley que da impunidad a prácticas moralmente reprobables (como asesinatos y torturas) cometidas en el pasado, pero que ha sido respaldada en dos ocasiones mediante mecanismos de democracia directa.

Hoy en día, algunos legisladores buscan dejar sin efecto esa ley. Ante este hecho, se han manifestado dos grupos opositores al accionar parlamentario que busca derogar la Ley de Caducidad. Por un lado, están aquellos que siguen creyendo que la Ley es adecuada y moralmente defendible. Por otro lado, están quienes piensan que aún cuando la Ley de Caducidad es reprobable y merece ser eliminada, la ciudadanía en su mayoría ya ha expresado su apoyo a la misma y por eso esta ley debe mantenerse inalterada. Los argumentos esgrimidos por el primer grupo ya han generado un gran debate histórico y por razones de espacio no me voy a detener en ellos. Lo que me interesa hacer aquí es, sin embargo, discutir la razón presentada por el segundo grupo de opositores al accionar parlamentario pro anulación de la ley de Caducidad.  

¿Está bien que algunos parlamentarios intenten derogar la Ley de Caducidad después de dos consultas populares que no recomendaron hacerlo? Mi respuesta rápida es: si está bien. El argumento es el siguiente. La democracia es un método de decisión; el mejor método que conocemos para legitimar y autorizar decisiones que salvaguarden y hagan posible la realización de los principios normativos que consideramos de prioritaria importancia.  El punto esencial es que el procedimiento democrático no es infalible. Puesto de otra forma, los resultados producidos por ese método también pueden ser reprobables. Dado que el procedimiento democrático no siempre produce resultados acordes con los principios normativos que lo sustentan, es necesario mantener instituciones e instancias (parlamentos, instituciones judiciales, etc.) que faciliten un constante ejercicio reflexivo. Esto es, un ejercicio reflexivo que justifique moralmente las decisiones que tomamos y que generan nuestras instituciones. Por ese motivo, el hecho de que el parlamento esté discutiendo de nuevo este tema en particular debería ser visto como una instancia reflexiva acorde con los principios democráticos y no como un avasallamiento de las decisiones de la ciudadanía. Después de todo, la ciudadanía delega funciones legislativas en el parlamento.

Hoy en día en Uruguay se respetan los derechos y libertades individuales de sus ciudadanos. Prácticas moralmente reprobables como la esclavitud, el asesinato o la tortura, son explícitamente condenadas por nuestras instituciones formales e informales. Los mecanismos de decisión no pueden estar por encima de los valores y principios que los sustentan. Por ello los regímenes democráticos representativos como el nuestro cuentan con procedimientos reflexivos que nos permiten evaluar los resultados alcanzados a través del propio método democrático. El parlamento es justamente una de esas instituciones encargada de reflexionar sobre los resultados y alcances de los procedimientos decisorios. Dejemos que haga su trabajo. 

23 comentarios:

  1. La democracia directa esta por encima de la democracia representativa y esta ultima tiene menor valor que la primera. por eso lo que el pueblo (cornudo) ha decidido tiene que ser lo que se decida, no se de que principios sustantivos me hablas.

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  2. aunque me resulta muy bueno el argumento expuesto "cristiano" y me convence de que debería haberse votado diferente,estoy de acuerdo con el comentario anterior...el pueblo se pronunció sobre esto. no se cómo terminará por solucionarse este tema... lo que si se es que necesitamos que de una vez por todas se disuelvan rencores y se resuelvan los resabios de errores pasados para que nuestra nación pueda seguir mirando para adelante y en paz. si para esto se necesita de la reflexión y la consiguiente anulación de la ley por parte del parlamento, entonces que lo hagan de una vez. más allá de que a algunos nos parezca equivocado y tengamos argumentos para este parecer, yo les doy la derecha y me permito pensar que tal vez y solo tal vez, tengan razón...si esto al final tendrá consecuencias positivas, adelante. visto está que mantener la ley sigue generando rabia y dolor.

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  3. 100% de acuerdo con el artículo. Si el "pueblo" no esta de acuerdo con lo que van a hacer sus representantes los penalizará en las próximas elecciones (no funciona así este asunto?). Una ley inmoral esta por caer. Salud!!

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  4. Muy de acuerdo con el artículo, hasta leerlo estaba de acuerdo con la postura que hacía primar la decisión mayoritaria aún a pesar de considerar a la ley inmoral. El ejemplo de la esclavitud fue muy bueno para plantear lo ilógico de la situación y permite mirar la cuestión desde otra perspectiva.

    Pero me surgieron dos interrogantes:

    1-¿No debería existir algún tipo de sanción, también basada en la reflexivad y moral, para quienes dilapidaron recursos, tiempo y hasta hicieron pasar malos ratos a las víctimas del crimen que se intenta derogar, para luego tomar el camino más lógico y razonable de derogar la ley vía parlamento -el primero que deberían haber tomado- ? Además de las sanciones democráticas que menciona Gabriel, me parece que utilizar el mecanismo de democracia directa para evitar los costos que en ese entonces tenía la derogación "legislativa directa", es un poco burlarse del mecanismo.

    2- ¿Qué sucede cuando no existen consensos claros sobre lo moral? Sería sencillo imponer la visión moralista de pocos y fundamentarla con este mismo razonamiento. No quiero decir que el razonamiento sea incorrecto, es más, como ya escribí me abrió una perspectiva nueva sobre el asunto.
    Sin embargo, no es lo mismo que hizo Vazquez al vetar la despenalización del aborto?


    Saludos y excelente Post!

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  5. Interesante perspectiva. Concuerdo con eso de que dejar crímenes sin castigo es moralmente cuestionable. Ahora, tambíén es posible ver el tema desde otra angulo. Muchos países han dejado criminales sin castigo en sus procesos de pacificación. Pasó en Europa con colaboradores del nazismo, después de la caída del comunismo y en Sudáfrica después del Apartheid, y seguramente va a pasar en Colombia. Uruguay puede o no ser comparable y que haya anteceentes no significa que sea la decisión correcta. Lo que quiero decir es que varias sociedades democraticas han tomado este tipo de decisiones en ciertos momentos críticos y no han sido menos democráticas por eso, ya que esto no implico el sojuzgamiento permanente de ninguna minoría. Ahora, si para definir un tema tan polémico y sensible se convocó una instancia excepcional como es el plebiscito para dar una respuesta, entonces no queda bien que el parlamento cambie la decisión.

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  6. Estimado Cristian, el articulo esta muy bueno y aborda un tema central para nuestra comunidad. ¿Cuál seria el contra argumento? Imaginemos que en Esclavilandia el plebiscito de abolir la esclavitud obtuvo la mayoría pero un conjunto de legisladores decide derogar la decisión plebiscitaria mediante una ley en el parlamento. En este caso creo que no cabria duda que nos opondríamos éticamente a esta iniciativa. Pero además tal cosa seria un atropello institucional. Coincido contigo en que la esclavitud no es el tema mas apropiado, pero lo que creo debemos sacar de este contra-ejemplo es que respetar la institucionalidad tiene un valor sumamente importante porque es el arma mas preciada que tenemos para defender nuestra res publica.
    No obstante lo anterior, si creo que de tanto en tanto todos nuestros contratos pueden ponerse en discusión nuevamente, porque esto defiende a las generaciones futuras de nuestra tiranía. Pero creo que al igual que sucede con otras leyes, un buen mecanismo para resolver satisfactoriamente esta tensión es que este asunto solo pueda ser tratado una vez por legislatura. Lamentablemente ya lo hicimos en esta al plebiscitar el problema en la elección nacional.
    Personalmente creo que esto debiera resolverse en el ámbito judicial, que es al que pertenece. Creo que es un atropello al principio constitucional de igualdad entre ciudadanos que estos individuos que cometieron crímenes de lesa humanidad sean protegidos por la ley y caminen libres por la calle. Creo además que nos empobrece como sociedad. Pero creo que hay un peligro inherente en seguir votando algo hasta que salga lo que yo quiero.

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  7. Estoy de acuerdo con lo que dice el comentario anterior, seria una calesita si el parlamento borra con el codo lo quue el pueblo dictamina. Lo que se quiere hacer es atropello institucional en donde parece que vale mas lo que los representantes quieren que lo que la misma gente quizo.

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  8. Propongo pensar el tema haciendo abstracción por un momento del tipo de crímenes -gravísimos, cometidos por instituciones del Estado- de los que estamos hablando. Esta Ley establece una distinción inaceptable entre ciudadanos en una sociedad democrática. A unos -víctimas y familiares de víctimas- les dice lo siguiente: "Ustedes pertenecen a una categoría especial de ciudadanos, que tienen limitado su derecho de acceder a la justicia. Pueden plantear sus demandas, pero en su caso, habrá un paso previo antes de su tratamiento por el sistema judicial. El gobierno de turno decidirá si la demanda amerita o no ser considerada por los tribunales de justicia." Esto es inaceptable y viola demasiados principios fundamentales de cualquier sociedad democrática. En el acierto o en el error, el uso de los mecanismos de democracia directa lo único que intentó fue corregir esta aberración. En este contexto, la solución parlamentaria me parece el mal menor.

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  9. Felipe, y que pasa con los crimenes cometidos por gerrilleros? Eh? Ah esos no hay que juzgarlos? Las familias de esa gente no cuentan?

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  10. Sin entrar en chicanas (o sea que pasa con los crimenes de los guerilleros, parece que la gente se olvida de la tortura y prision que pasaron la mayoria de ellos, lo cual desde una perspectiva de justicia retributiva, la "la cuenta esta mas que saldada" ...) el problema que plantea Cristian es: dada una sociedad democratica, puede el hecho que la mayoria "se equivoque" en una instancia de democracia directa y decida no garantizar los derechos de una minoria, dar lugar a un proceso de "reflexion" en la camara de representantes?
    La respuesta es: depende
    En la democracia, se elige sin garantias de "que haya bien o mal". La mayoria puede equivocarse y no tener la razon. Pero las "instancias de reflexion" en democracias liberales, corresponden a los magistrados, no a los parlamentos. La Suprema Corte de Justicia, de hecho previo al plebiscito, declaro la ley inconstitucional. La ley de caducidad, es, fue y sera a todas luces, una aberracion juridica, resultado de un pacto politico de transicion.
    Nota al margen: aunque la ley nos pueda parecer a muchos inmoral, contra la naturaleza humana, o el derecho divino (finalmente todos sinonimos), en el lenguaje publico recurrir a ese argumento no estoy seguro que valga.Los argumentos de "inmoralidad" se usan con demasiada facilidad para muchas cosas.

    Puede el Parlamento "relfexionar" sobre el tema, aun cuando el soberano, en el acierto o en el error, dos veces dijo que no a iniciativas similares? Puede en aspectos de forma (la anulacion de leyes como instituto no existe en la Constitucion, bueno seria regularlo para futuras oportunidades), y en asuntos de fondo (reparar a las victimas, enviar mensajes simbolicos fuertes y claros sobre la vigencia de los DDHH en el pais)
    El trabajo de reflexion del parlamento, en el contexto de la democracia Uruguaya es otro.
    Como dice Juan Ariel, cuando se gana se gana, y cuando se pierde...se pierde...las votaciones in aeternum no son buena cosa.
    Disclosure: Yo vote a favor de la anulacion y considero la ley inconstitucional En este tema, no se puede opinar desde la neutralidad.

    Salud para el debate,
    Fabrizio

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  11. Deciselo a los alemanes que eligieron a Hitler democraticamente!

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  12. Cuando se gana, se gana y cuando se pierde, se pierde. Sí. Ello no impide seguir buscando medios dentro del marco institucional vigente para corregir el mal mayor, que en este caso es la ley. ¿Esto que están haciendo los legisladores es inconstitucional? Parece que sobre el punto hay más de una biblioteca.
    Sobre las diferencias entre la ley de caducidad y la ley de amnistía ya respondió Fabrizio.

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  13. Una anotación. Entiendo que el punto fundamental del artículo de Cristian es que ningún procedimiento de aprobación y "confirmación" de una ley con atributos normativos repudiables de un estatus diferente. La ley de caducidad tiene atributos normativos espantosos (que bien resume Felipe en su comentario) y no hay consulta popular que cambie eso. Entiendo perfectamente que políticamente es complicado ir nuevamente contra una ley que tiene dos plebiscitos arriba, eso es un restricción política y un potencial costo para quienes promueven actualmente la remoción de la ley (dudo que efectivamente opere algún tipo de penalización electoral por este tema). Entiendo que esto desgasta el mecanismo del plebiscito, que considero valioso en algunos casos. También entiendo que la inestabilidad (la calesita como alguien le llamó) no es buena para ningún sistema institucional. Pero considero que asumir todos estos "costos" está más que justificado si de lo que se trata es de limpiar el ordenamiento jurídico de una norma que viola intuiciones normativas básicas, introduciendo distinciones odiosas entre ciudadanos (además de violar la Constitución, pero por aquello de que "no todo lo legar es moral" no me resultan tan atractivos los argumentos jurídicos; en este caso la Constitución está del lado de la justicia pero no siempre lo está).

    Lo de los guerilleros está dentro del tipo de debates históricos que Cristian explícitamente dijo que no se iba a ocupar. Pero parece que la tramposa tesis de la simetría aparece una y otra vez en este tema. Sin mucha originalidad se puede responder lo de siempre: no es equiparable la acción de un pequeño grupo desarticulado tempranamente con un plan terrorista organizado desde el Estado, dirigido al conjunto de la población y que se desplegó por más de una década. Una ley inmoral está por caer. Salud nuevamente!!

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  14. Primero que nada, gracias por los comentarios y el debate. Gabriel y Felipe han defendido bastante bien lo que intentaba decir el artículo, así que no se si agregaré mucho con esta suerte de breve respuesta. Mi intención fue decir que una ley inmoral (sencillamente porque viola intuiciones morales muy básicas que todos tenemos) se puede colar, legitimar o producir mediante procedimientos democráticos. Como dice un anónimo, democráticamente se puede elegir a Hitler. La democracia como método, puede llevarnos a legitimar cosas muy buenas pero también muy malas. Por ese motivo, no nos podemos quedar solo con el método de elección, sino que tenemos que tener algunas instituciones que hagan un ejercicio reflexivo para que la democracia no se coma a sí misma. Ese es un tema de diseño institucional básico. Dicho de otra forma, si democráticamente apoyamos leyes que atentan contra la igualdad y la libertad de cada ciudadano, la democracia se come a sí misma. Esta ley hace eso. Atenta contra las precondiciones normativas mínimas de cualquier régimen democrático contemporáneo. Y ciertamente no creo que sea solo una tarea del poder judicial. El parlamento tiene como una de sus atribuciones legislar y revisar la legislación vigente. El contra ejemplo de Juan esta bueno para pensar en mi argumento. Si se diera el caso inverso, y en “Esclavilandia el plebiscito de abolir la esclavitud obtiene la mayoría pero un conjunto de legisladores decide derogar la decisión plebiscitaria mediante una ley en el parlamento”, se estaría haciendo algo que viola los principios sustantivos democráticos. Pero los viola por la misma razón que lo hace la ley de caducidad o la práctica de la esclavitud: porque va en contra de principios normativos que hacen posible la existencia de un régimen democrático. En otras palabras, no importa si la ley de caducidad se anula por un plebiscito o porque el parlamento la deroga, lo importante es que de alguna forma respaldada constitucionalmente, esta la ley se anule, porque no tiene lugar en nuestro ordenamiento jurídico y normativo.

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  15. Tres anotaciones :

    De acuerdo con Gabriel, yo no la queria hacer mas larga, porque la discusion sobre quien empezo primero, de chicos de jardin de infantes, es en este tema una chicana. Aca hubo una politico de estado de persecucion y encarcelamiento de civiles, y tuvo gente a cargo. Discutir eso (para el anonimo) es como mucho.

    Siguiendo a gabriel para "limpiar" (por usa esta metafora que introdujo Gabriel,) una ley, el "limpiador" en el sistema Uruguayo, es el Poder Judicial. Lo hizo en este caso. Aunque la "limpieza" es caso a caso. Es asi, porque cuando "disenamos institucionalmente" nuestra democracia,

    Y la obviamente, en el mundo existen muchas concepciones de moralidad y justicia, de ahi que su uso en forma de imperativo categorico en el discurso publico, a mi me rechine.

    La garantia en los sistemas republicanos para que una ley no atente contra la libertad y la igualdad de cada ciudadano, reside, le pese a quien le pese, no en la anulacion de una ley, pero en los magistrados. Tradicionalmente, un poder concebido de forma contramayoritario, no democratico, y mucho peor...conservador. Es ese poder y no otro (ni si quiere el llamado poder fundacional, el soberano, el pueblo) el que acaba de garantizar el derecho de estos ciudadanos a buscar la verdad. Esa es la forma respaldada constitucionalmente, caso a caso. Si en Uruguay los magistrados pudieran ademas declararlo urbi et orbi seria para todo los casos. Pero no pueden, tiene que ir uno a uno.

    Sobre si la ley de caducidad o la practica de la esclavitud (que no son cosas equivalentes) van en contra de un sistema democratico, o "precondiciones normativas para la existencia..de..) aunque sean apoyadas por la mayoria, se cae de maduro. Pero el sistema democratico (al menos el Uruguayo) se ha dotado de reglas, y a menos que uno quiera cambiar esas reglas basicas...no puede hacer mucho mas. Si la diferencia fuera indistinta entre anular (que implica que la norma nunca realmente estuvo entre nosotros) y derogar (que implica que la norma vivio entre nosotros, pero ahora deja de existir ) fuera tan sencilla, el problema no existiria. Yo se, son super aburridos los argumentos juridicos, pero que va hacer viejo...no es lo mismo en el Parlamento Uruguay y en todos los Parlamentos del mundo.El supuesto del que parte Cristian en su respuesta, esta, a mi forma de ver "errado". Hay varias formas de revisar legislacion...revisar..es muy amplio.... esto es mas concreto, normativa, politica y en tecnica juridica. Es mas concreto.


    La sensacion que me da es que, cubiertos de un manto de rabia e impotencia, se buscan soluciones que o bien no encajan dentro de las reglas que se dieron los uruguayos para vivir politicamente (esa cosa llamada constitucion y su informalidad circundante),y llevan al Parlamento a un terreno pantanoso.

    Como dice Felipe, sobre si lo que hoy buscan los legisladores (no vi el ultimo proyecto) es inconstitucional o no, hay variedad de opiniones. La mayoria, coincide en que esta bastante en el borde, y no distingue partidos. A menos claro que se derogue... que tiene lamentablemene el riesgo, de crear una defensa para varios de los torturadores en prision y libres.

    Como dije, el rol de reflexion para mi es otro, pues aunque salieramos de las sutilezas del constitucionalismo, y la institucionalidad finalmente, lo que acontece es que los representantes le estan doblando la mano a los representados. Costos electorales cero, pero siembra dudas, como dice Juan Ariel de lo que con esta clase de argumentos ...se puede lograr en otros ambitos.
    Tuvo bueno gente, el blog se prendio

    salute

    Fabrizio

    Ironicamente, los jueces parecen haber sido mas efectivos cuidando los derechos...que todo el sistema de tomas de decisiones democratica, que en el momento fundacional, decidio crear un seguro...por si las dudas...El seguro, cumplio

    Salud gente!

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  16. Buenos días,

    El artículo me pareció muy interesante, creo que ha cumplido su función de disparar el debate sobre un tema que -evidentemente- genera muchas divisiones.

    Considero que sostener que si un tema fue plebiscitado dos veces con idéntico resultado debe ser zanjado sin posibilidad de revisión, es una posición no solamente errada sino muy peligrosa.

    Por lo que veo, muchos coinciden en que la ley de caducidad es moralmente repudiable pero, no obstante, si el pueblo eligió algo hay que acatarlo. De esa manera se da a entender que la ley es sólo moralmente rechazable y la moral puede ser relativa, por lo que sólo el pueblo en su conjunto es soberano para decidir que es lo que está bien y que es lo que está mal y no cada individuo con su moral particular.

    Debemos entonces preguntarnos ¿Acaso no hay ninguna herramienta objetiva (más allá de la moral individual) que nos indiquen qué se puede hacer y que no? ¿Es realmente todo relativo?¿Podría por ejemplo plebiscitarse matar a todos los niños? ¿Podría plebiscitarse privar de la vivienda a los mayores de 65 años? ¿Podría plebiscitarse que la violación no es un delito? Es obvio que a todos nos parecen atroces estos hechos, pero más allá de que probablemente cualquiera de estos plebiscitos perdiera en caso de darse, la pregunta es otra: ¿se puede plebiscitar cualquier cosa, cualquier derecho? La respuesta es no, de ninguna manera.

    Hay por lo menos un límite que está dado por ciertos derechos humanos fundamentales que son reconocidos por la comunidad mundial, sobre los cuales hay un consenso internacional y que no pueden ser limitados ni violados. Es lo que se denomina el "jus cogens". Estos derechos se encuentran reconocidos en diversos instrumentos internacionales (Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, Carta de la ONU, Pacto Internacional de Derechos Economicos, Sociales y Culturales, Carta Ineramericana de Derechos Humanos, etc.) y son límites infranqueables para cualquier Estado o individuo. Entre ellos se halla el derecho a la vida, el derecho a la dignidad, el derecho al libre acceso a la justicia, el derecho a la libertad de opinión, el derecho a un proceso justo, etc. Derechos todos ellos que son violados o al menos limitados por la ley de caducidad.

    Sobre estos derechos humanos fundamentales, se ha evolucionado mucho en cuanto a su eficacia, es decir, actualmente se entiende que no se trata de meras declaraciones de principios, sino que en caso de ser violados puede exigirse que quien lo hizo sea juzgado. Por tanto, el hecho de que una ley jurídicamente atroz y violatoria de una larga serie de derechos se vea perpetuada podría dar lugar a que en cumplimiento de derechos humanos fundamentales sea dejada de lado, tanto por tribunales nacion ales como internacionales.

    Entonces, no comparto que se diga que si se gana se gana y si se pierde se pierde. Hay derechos, hay límites, que nunca se pueden perder, no importa quien los plebiscite.

    Saludos

    Ignacio Zubillaga

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  17. Hago una aclaración cortita. Veo que el lenguaje que usé llevó a varios a pensar en los problemas del relativismo moral. Y está bien, es difícil hablar de una moral universal, y eso hace que un argumento basado en términos morales sea flojo. Pero mi intención en este post no fue otra que decir que cuando hay una ley que va en contra de los principios (o derechos básicos para usar el punto de Ignacio) que sustentan la propia democracia, tenemos que tener mecanismos institucionales que revisen y reflexiones sobre ello. Ese es un tema muy importante, por ejemplo, para quienes proponen mecanismos de democracia deliberativa. Si se cree que el procedimiento es todo, y que todo lo que salga de ahí debe ser respetado, se puede dar el caso de que se generen resultados que de última erosionan o son contradictorios, o destruyen el procedimiento en sí. Por esa razón, las nuevas generaciones de promotores de la democracia deliberativa sostienen que tiene que haber un balance entre procedimiento y sustancia. La idea de reflexividad democrática es fuerte en ese debate, que para entendernos mejor, es un debate con altas aspiraciones de diseño institucional, más que de teoría moral.

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  18. La ley de caducidad es inmoral y es una de las vergüenzas nacionales, pero más vergonzoso, según creo yo, es querer derogarla (porque en Uruguay no existe el instituto jurídico de la anulación de una ley) después de dos instancias de democracia directa en las que, por distintas circunstancias, la población se expidió por el no.
    Mi pregunta es: ¿la gente entendió las implicaciones de lo que votaba? ¿Se le explicó por qué para "anular" una ley_ que muchos saben que se hace vía refeéndum_ se votaba un plebiscito? ¿Y en tal caso, por qué no se le explicó a la ciudadanía como correspondía?
    En un Estado de Dcho. existe el derecho a la información, y algunos juristas acuerdan,debe ser ésta información veraz, no contradictoria, cosa que no ocurrió cuando se buscó la salida institucional de la dictadura, ni cuando se firmaron los tratados de DD.HH. que hoy nos obligan, como el Pacto de San José de Costa Rica, al que los organismos internacionales reclaman se acomode la legislación, como es perfectamente lógico.
    Pero lamentablemente, el Parlamento no consulta a la ciudadanía casi nada,de apuro dictó una ley de cárceles por miedo a la sanción internacional después de la visita del comisionado de la UNESCO y de apuro, también, dictó el Código de la Niñez y de la Adolescencia en 2004 ante la presión de afuera. ¿Están haciendo bien su trabajo? Según yo creo, los elegimos para que nos representen, para que hagan lo que prometen en la campaña electoral y no se quede todo en un ejercicio demagógico.
    Conciudadanos: pensemos, hoy, 12 de abril, el proyecto está en Senadores, el cual seguramente obtendrá la 1/2 sanción; ¿qué más harán sin consultarnos, y hasta en contra de lo que decidió el pueblo?
    La ley es nefasta y hay que derogarla, pero no sacrificando los principios mismos de la democracia porque, que no quede ninguna duda, el soberanos NO es el legislador, somos NOSOTROS, y sólo cuando nos convezamos de ello seremos fuertes.

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  19. Si tomamos como base que no se informó a adecuadamente a la ciudadanía de que no se puede anular una ley, el plebiscito nació con vicio de forma, de por sí es nulo, no veo el problema de dejar sin efecto una ley que también nació con vicio pero de contenido, creando otra ley en conformidad con el principio de que una ley sólo puede ser derogada por otra ley, creo que nos ahogamos en un vaso de agua.
    Claro, habría que explicarle a la ciudadanía por qué se llevó adelante un procedimiento viciado...

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  20. Es un debate muy complejo, justo ayer estaba leyendo un trabajo sobre accountability y democracia deliberativa (procedimiento y sustancia ..etc) y me quede pensando en esto..

    Tal vez el punto de la "relatividad moral" al cual hacia referencia no se comprendio. Generalmente, y particularmente en Estados seculares, (o con mucho miedo de convertirse en religiosos o donde la religion predomina en el debate publico e.g Chile) muchos argumentan , en varios debates en terminos morales (de una sola moral, la absoluta de ellos). Eso en una democracia liberal siempre es complicado. Por eso nuevamente, mi punto de que prefiero no argumentar en sos terminos.

    Sin duda, existe un balance entre procedimiento y sustancia, reconocido esto por distintos campos teoricos normativos en aspectos de democracia. Pero en terminos de "accountabiliy", que es lo que finalmente nos planteamos aqui,hacer responsables a quienes cometieron un delito, es la "horizontal" la que cuenta (y el Poder Judicial de Uruguay, ha cumplido). Las aspiraciones de diseno institucional en aspectos de democracia deliberativa no pueden ir mas lejos, en terminos practicos, que procesos de consulta, anulacion de leyes, y eventualmente "recall" de legisladores en caso que violen el mandato popular. Y aunque algunas de estas cosas sean deseables, ninguna de ellas esta contenida, en el Uruguay de hoy, que es el escenario donde se plasma este debate. Si fuera Esclavilandia, tal vez tuviera otros bemoles.

    Sobre la violacion de los derechos basicos, plasmados en varios tratados (y ahora vamos a recitar como loros esos "aburridos argumentos juridicos") y consagradas en la base iusnaturalista de la constitucion uruguaya Art. 7, 72 y 332 de la misma, si...es obvio. La ley de caducidad los viola. Cuando se viola un derecho, hay un tercero imparcial que resuelve el problema, un juez, herencia del viejo marco liberal de la teoria de separacion de poderes. En Uruguay, eso funciona bien. Hay limites, pero lamentablemente no fueron puestos por la gente, sino por la "justicia burguesa"...

    En si, creo habian otras soluciones que tenian el mismo efecto. Hay otros factores mas emocionales en este debate, de historias, sufrimientos, y mucha verguenza ... de encubrimientos, de muertes. De vida. Es eso lo que nos lleva a este pantano, para bien o para mal. Por mas racionalidad que busquemos, la mera lectura de las actas del Parlamento y los propios comentaristas de este blog, han demostrado que ...hay cosas ...que son dificiles de debatir...Mucho trabajo "reflexivo" para hacer..

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  21. Creo que la ley no tiene valor, es un pretexto de los que impulsaron esta ley para no revisar el pasado y reconocer que se han cometido errores. Ya que al ser inconstitucional no tiene sentido aplicarla como válida. También creo que hay muchos problemas en el país como para centrar la atención en un solo punto. Y pienso que perdonar a los culpables no nos va a acercar mas a Dios.

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  22. Muy a favor del articulo y de la derogacion de un lay tan inmoral. Ahora, también y en pos de la justicia, porque no promover la derogacion de la ley de amnistía?
    Porque es harto sabido que hay muchísimos crímenes cometidos por la guerrilla sin juzgar.
    Citando a los Tupas en los 60', que citaban a Artigas "Habra Patria para todos o para nadie", no debiera ser algo así el tema de la justicia también?

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  23. El imperio de la justicia y el castigo a los culpables de cualquier masacre humana NO PUEDE SER CONSULTABLE...debe ser castigado

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