Varias investigaciones dan cuenta de la necesidad de considerar al ámbito familiar, social (grupos de referencia) e institucional, para enfrentar la deserción como un problema multidimensional. El “Compromiso Educativo”, a cargo del Ministerio de Educación y Cultura, tiene un abordaje de este tipo. Por un lado, se le da protagonismo a la familia y al adolescente, para que junto al centro educativo, definan un contrato del cual se hacen responsables. Esto evita políticas paternalistas en que se asume al joven como un beneficiario y no como un ciudadano con derechos. Por otro lado, se le ofrece al joven un ingreso magro (que puede reducir el costo de oportunidad de trabajar a tiempo completo, por ejemplo), y apoyo psico-social a través de tutores voluntarios que proveen al joven de un marco de referencia y modelos de rol. Son escasas las políticas como ésta que asumen las sugerencias ofrecidas por varias investigaciones realizadas en las últimas décadas. Y sin embargo, lo que se le critica es que no haya contrapartidas establecidas. Las contrapartidas se establecerán entre los jóvenes, las familias y el centro educativo. No serán contrapartidas generales, que no se adecúen a la realidad particular de ningún adolescente ni centro educativo. Serán contrapartidas específicas definidas entre ciudadanos, como quien escribe, como quien lee y como quien recibe las becas.
Tal vez en vez de continuar criticando y buscando fallas en una nueva propuesta que procura facilitar la transición a Segundo Ciclo y la completitud de Secundaria, podríamos pensar en mecanismos de evaluación de la propuesta, para mejorarla de ser necesario, en base a resultados concretos.
Por supuesto que estas becas no serán de por sí suficientes para reducir la deserción. Claramente se requieren de mejoras en la oferta educativa. Pero esta política, junto a otras ya en práctica, podría dar resultados en el mediano plazo. Y, como sabemos, ya no hay tiempo que perder. Se requiere de un compromiso de todos para mejorar la preocupante situación educativa en nuestro país. DE TODOS.