sábado, 12 de febrero de 2011

Educación, equidad y la búsqueda del desarrollo


La educación nacional esta estancada en términos de cobertura. Según un informe de UNESCO, dos de cada tres jóvenes no termina la educación media superior (secundaria). Mientras tanto, el país crece a ritmos históricos y nos acercamos a las puertas del desarrollo. Pero, ¿que tipo de desarrollo? Sin lugar a dudas es preferible participar de los nichos más especializados del mercado global por dos razones: la demanda de estos productos fluctúa menos que los productos primarios; y un trabajador mejor calificado es más difícil de remplazar por lo que tiende a estar más protegido y mejor remunerado.
Sin embargo, no hay especialización productiva sin especialización del capital humano. Dos de cada tres jóvenes no termina secundaria y el debate público parece estar centrado en dos dimensiones: la calidad de la educación, y las competencias de los diferentes actores su gobierno. En esta nota me voy a referir a la primera. Necesitamos recuperar a esos dos jóvenes que abandonaron el sistema, pero para eso es necesario abatir la repetición, principal causa del abandono. Están quienes postulan que esta medida atenta contra la calidad de la enseñanza. Esto es cierto, pero Uruguay es el quinto país con mayor tasa de repetición entre los que participan de las pruebas PISA (Informe PISA 2009). Es decir, o los uruguayos estamos entre los más tontos de la muestra, o el instrumento de la repetición se utiliza en forma desmedida. No parece haber otra alternativa lógica.
Personalmente pienso que el instrumento se utiliza en forma desmedida. Más aun, en el largo plazo el precio de la calidad no parece más importante que el de la inclusión social. Jóvenes prematuramente fuera del sistema educativo desencadenan un tiple problema que afecta el crecimiento y la equidad: obtendrán ahora un trabajo mal remunerado dada su falta de competencias; por esto mismo tendrán mayores dificultades para ascender laboralmente; y, en un país que parece estar llegando a cifras de desempleo estructural, empujarán hacia abajo por varias décadas la capacidad productiva del país. Es decir, no integrar a estos dos jóvenes al sistema educativo hoy, producirá menor crecimiento y mayor inequidad mañana. Subrayo el problema de la inequidad.
Esta nota no tiene un final feliz. No es posible mantener la calidad promedio del sistema educativo o incluso mejorarla, al incluir a estos dos jóvenes. Pero mantener la calidad del sistema para beneficio de uno de cada tres jóvenes tampoco parece una decisión sabia en términos ni de crecimiento ni de equidad. En el corto plazo se nos presenta un dilema, es decir que no tenemos una solución que nos satisfaga completamente: ¿perdemos en cobertura o perdemos en calidad? Entonces la respuesta debemos buscarla en el largo plazo, y allí es donde creo que un problema de calidad hoy puede ser revertido más exitosamente –máxime previendo su ocurrencia- que un problema de desafiliación institucional de la juventud (ni estudia ni trabaja) como consecuencia del temprano abandono del sistema educativo. ¿Es entonces el sistema educativo uruguayo un instrumento de equidad? Depende a cuantos eduque.

11 comentarios:

  1. Enhorabuena por el artículo y por el espacio, a sus creadores.

    Un fuerte abrazo desde Barcelona
    ML

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  2. Está claro que hay un problema de diseño en las instituciones educativas uruguayas. Seguimos tirando con un modelo ya caducado y cualquier reforma tiene que pasar el filtro de preconceptos e intereses corporativos. Esta bueno eso de enfatizar en la dimensión de la cobertura. Por lo general, se habla de calidad, y poco de cobertura. Pero las dos dimensiones son decisivas. ¿Cómo atraer más gente al sistema o como hacerlos permanecer más? Pregunto: ¿existen políticas en curso o programadas para lidiar con ese tema? Gracias por el aporte. Un saludo, Luciano.

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  3. Hola. Se me ocurren unos comentarios respecto a este tema.
    (1) He visto varias veces las cifras respecto al abandono escolar y la cantidad de jóvenes que no estudian ni trabajan, pero no he visto estudios explorativos al respecto. He seguido el tema únicamente en la prensa así que es posible que esté mal informado, pero no he visto información que describa estadísticamente quienes son estos jóvenes.
    (2) La repetición puede ser causa de abandono, pero también puede ser una consecuencia en la medida que los estudiantes menos motivados tienden a faltar y ausentarse por largos períodos.
    (3) Habría que conocer si realmente la calidad del sistema es excesiva para estos jóvenes, qué tipo de asignaturas presentas más complicaciones y cuáles son sus intereses.´
    Si efectivamente hay un dilema calidad-inclusión, entonces habría que considerar un sistema al estilo alemán, donde desde los 12 años la educación se separa en dos ramas, el Gymnasium tendiende a la universidad, y las REalschule enfocadas a la educación técnica. De lo contrario, el sistema público acabaría abocado a la inclusión y la calidad quedaría en manos de la enseñanza privada. El desempeño de los estudiantes uruguayos según las pruebas PISA no es sobresaliente, por tanto sacrificar la calidad no parece un buen camino. La alternativa tendría que ser fotalecer la educación técnica (o lo que sea que pueda integrar a los desertores y darles algo provechoso).
    (4) La relación entre equidad educativa y desarrollo económico es bastante discutible. Si consideramos que los alumnos de Shangai tuvieron los mejores puntajes en las pruebas PISA y que buena parte de la población china sigue siendo campesina y difícilmente tenga acceso a una educación superior a la de todos los países de la OCDE, parecería ser que la educación china bien podría ser considerada la más inequitativa del mundo. No digo esto para imitar a China, solo para no confundir los problemas. La inclusión social y la formación de personas capacitadas para competir en la economía global no son necesariamente el mismo problema.

    Confieso que no estoy muy metido en el tema educativo y la verdad no tengo propuestas concretas que hacer al respecto, tan solo algunos comentarios.

    Saludos,
    Ernesto Silva

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  4. Ojala se pudiera hacer algo pero con las cabecitas que hay se hace dificil; fijate que si el consejero de Educación Secundaria piensa que hay que cerrar los liceos un año y adoptar el modelo chino. Estamos en el horno!!

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  5. qué formación tenés Juan Ariel?
    porque estas bastante errado del camino...

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  6. Muy buen post!

    Algunos apuntes para el debate

    Como mencionaron más arriba la tensión calidad vs. inclusión es una tensión interesante de explorar. Mi primera pregunta es si considerando el nivel de formación y condiciones de trabajo de los docentes en el sector público, podemos decir que los que egresan del sistema, han adquirido una educación de "calidad". Mi intuición es que no es así. Digo intuición, porque no tengo más que un anecdotario de personas que llegan a facultades (ciencias, ingeniería, etc) donde los chicos de colegios privados determinados parecen tener mejor preparación. Claramente esto fuerza a comparar sector publico y privado en condiciones socio económicas relativamente similares y en ese caso los resultados parecen no ser tan dispares.

    Pero asumiendo que el instrumento de repetición se use demasiado, el segundo punto es que motiva a este grupo. Mi otra intuición es TICs aunque las recientes declaraciones del Presidente de la Cámara de Software no son muy auspiciosas.

    Sobre el punto en que o se recuperan o el país pierde en términos desarrollo para mi no queda ninguna duda.Necesitan ser recuperados y su educación formalizada para que se tornen "empleables" en un contexto de crecimiento económico. Pero por supuesto, eso trae aparejado otra serie de desafíos, que tienen que ver más con el cómo que con el qué

    Al anónimo antes de este comentario: tal vez usted quiera "iluminarnos" e indicar el camino correcto.

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  7. Buen apunte, Juan. Coincido contigo y con algunos de los comentarios de arriba respecto a la importancia de evaluar el funcionamiento del sistema educativo no solo en términos de calidad sino también de cobertura. Lo que no tengo idea es como se diseñan instituciones que retengan a los estudiantes a diferentes niveles. Porque lo que me parece que se está intentando son parches para solucionar un problema que tiene raíces más estructurales. Por ejemplo, algunas de nuestras políticas sociales (e.g. asignaciones familiares) crean una estructura de incentivos para motivar estudiantes a permanecer más en el sistema. Estaba leyendo que el MIDES tiene también un plan piloto de incentivo monetario para estudiantes de cuarto año de liceo. Misma lógica: te pagamos si vas al liceo. Pero nuestras estrategias para disminuir la deserción no pueden quedarse en incentivos materiales ¿no? Pregunto: ¿sabes cómo se ha tratado ese problema en otros lados?

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  8. Segun tengo entendido yo, en Uruguay el abandono escolar se produce mas en el comienzo que al final del ciclo en secundaria, no?... La gente que deserta mas en promedio lo hace en el ciclo basico pero luego las tasas bajan. Si eso es lo que pasa se me ocurre que tiene que haber un problema en el pasaje desde la educación primaria a la secundaria, en ese puente tiene que estar parte de la explicacion porque teniendo cobertura casi universal en la escuela, se salta a la franja mas problematica en el liceo. Que tanta culpa tendra como se coordinan anep y el codicen? Salud! Vicky

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  9. Gracias por los comentarios. Este es un tema complejo pero fundamental para el desarrollo del país. La relación entre repetición y abandono esta estudiada y fundamentada a nivel nacional e internacional. En Uruguay estas tasas son excesivas en comparación con el resto del mundo desarrollado. La experiencia internacional nos muestra que políticas como evitar la repetición entre 1ro y 2do de escuela, extender la escuela hasta 7mo u 8vo año, pasar de asignaturas a áreas en el liceo, o disminuir el ausentismo docente son algunas de las políticas que se han aplicado con éxito para abatir el abandono. Por supuesto estas cosas hay que estudiarlas detenidamente antes de actuar. Pero, ¿existen factores institucionales y de gobierno de la educación que no facilitan solucionar este problema? Si dudas existen; la pregunta es como modificarlos.

    Esto nos lleva al tema del gobierno de la educación y los intereses corporativos, que muchos de Uds. mencionaron y al que dedicaré una futura nota. Como adelanto, propongo pensar, no en términos de tener o no estos intereses corporativos, sino en las acciones que el gobierno puede tomar para enfocar estas corporaciones hacia una concertación nacional en lugar de meros intereses sectoriales. En todos los países existen intereses corporativos. La discusión más interesante, en mi opinión, es sobre el espacio de acción de estos grupos y los limites de dichos espacios. ¿Cuando es la acción de estos grupos positiva para un desarrollo equitativo o cuando concesiones sectoriales lesionan el interés general?

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  10. Gracias Juan, por inaugurar el espacio con un muy buen aporte. Espero el nuevo post sobre el problema de cómo poner en su sitio a los intereses corporativos (es decir, hacerlos jugar en un esquema institucional en el que generen más resultados positivos que negativos para el interés general). Ernesto: parece claro que hay que rediseñar la oferta para que resulte atractiva a los hoy desertores.La segmentación que proponés puede ser una solución, aunque también se puede convertir en fuente de inequidad al interior del sistema público. Los que vienen de la casa con más capacidades y motivación irían al Gymnasium, y la Realschule se llenaría con los hoy desertores. Con eso también perdés el importante efecto de "empuje hacia arriba" que estudiantes de mejor nivel pueden generar entre sus pares con menor nivel...

    Abrazo,

    Diego

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  11. Felicitaciones por el Blog y gracias por ofrecer un espacio de debate. Juan, muy buena la nota y muy buenos algunos de los comentarios. Sin duda la educación convoca pasiones, y como en el futbol todos tenemos algo para decir. Hay muchísimas formas de entrar a discutir los problemas que tiene el sistema educativo, y uno de ellos claramente es el que propone Juan: repetición y deserción, calidad y acreditación, etc.. Ahora esto nos lleva a mirarlo desde los procesos y resultados. Hay múltiples estudios (aunque insuficientes, aclaro) que nos muestran que seguimos lejos –y cada vez más- de obtener buenos resultados, a la luz de los procesos que tenemos (y sostenemos). La pregunta que alguno de ustedes colocó es ¿qué se puede hacer? O ¿qué se hace en otros países? Necesariamente nos lleva a preguntarnos ¿COMO se puede hacer en Uruguay? Lo cual nos interroga sobre el gobierno de la educación. Algo de esto conversamos con Juan, y supongo es lo que abordará en la próxima nota que anunció, pero estoy cada vez más convencido que la institucionalidad creada para gobernar el sistema educativo no permite que UNA persona que se haga cargo. Y esto no es de ahora, o sea ni de los últimos gobiernos ni de la nueva ley –aunque lo empeora-, es un problema desde hace décadas. Cuánta autonomía se le puede brindar a un sistema que no ofrece lo que la sociedad necesita? Y peor aún, la sociedad no puede pedir que le rindan cuentas? No es este el sentido de construir ciudadanía y desarrollo? Insisto: excelente el espacio y solo propongo esto para debatir.
    Abrazos,
    Feie

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