Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2015

Como bobeando

Foto: Adriana Cabrera Una de las cosas que caracterizó al año 2014 fue la presencia de una campaña electoral en donde, a diferencia de lo sucedido en períodos anteriores, la educación y su eventual reforma se constituyó en uno de los temas centrales. En el marco de esa discusión volvió a insistirse sobre la idea de aumentar el financiamiento público de la educación privada. La idea  sería pasar a un sistema de vouchers . La misma fue defendida por algunos de los candidatos de la oposición y también por el propio Tabaré Vázquez (aunque nuestro acutual presidente se desdijo posteriormente en el marco de la campaña electoral). Bajo este sistema, en vez de destinar más recursos a la educación pública, a los hogares uruguayos con niños en edad escolar o liceal, el estado les entregaría un vaucher con el que podrían pagar toda o parte de la cuota de un colegio privado. Esta propuesta, que ha partido de sectores conservadores en Uruguay y otros países, parte de la idea que

Gasto pro-cíclico, instituciones y alternancia ideológica

Es común escuchar que los gobiernos de países en desarrollo suelen hacer un uso pro-cíclico de la política fiscal. Esto significa aumentar el ratio de gasto público sobre impuestos durante periodos de expansión económica y reducirlo en periodos de recesión. También es común escuchar---desde las más distintas tiendas ideológicas---que lo deseable es hacer justamente lo contrario, es decir, una política fiscal contra-cíclica. El motivo es sencillo. Cuando el gobierno contrae el gasto durante periodos de crecimiento y lo expande durante periodos de recesión logra suavizar el consumo de su población a través del ciclo económico. Este tipo de políticas suelen reducir la profundidad y duración de las crisis, lo que además de tener importantes beneficios de corto plazo, contribuye con el desarrollo de largo plazo. Una de las explicaciones tradicionales sobre por qué los países en desarrollo adoptan la política fiscal equivocada tiene raíces en la idea de la dependencia. Los países periféric

Un aborto político

En 1989 yo tenía 11 años y estaba terminando sexto de primaria. Los docentes, que ganaban una miseria, iniciaron una huelga en octubre que duró casi dos meses y contó con un gran apoyo por parte de las familias. En mi escuela las maestras dieron contracursos en locales prestados; aprendí a calcular volúmenes al lado de una cancha de básquetbol. La medida no dio muchos resultados pero el gobierno salió golpeado de cara a las elecciones. Años después, en 1997, tomó fuerza la oposición a la “reforma de Rama”. Considerados en retrospectiva, los argumentos eran de lo más curiosos. Escuelas de tiempo completo, alimentación a los alumnos, enseñanza por áreas, todo era neoliberal y mercantilista. Las ocupaciones se multiplicaron; muchos salimos a la calle con los profesores, a sumar nuestra intransigencia a la del discurso sindical y a chocar con el autismo político del reformador. Buena parte de la reforma se frenó. Los dos conflictos le tocaron a Sanguinetti, que en ningún caso decret