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Mostrando entradas de julio, 2012

La masacre de Aurora, las armas, y los uruguayos

El pasado fin de semana todos nos conmovimos con la noticia, las imágenes y los testimonios vinculados a la masacre perpetrada en un cine de la ciudad estadounidense de Aurora, Colorado. Los medios internacionales, y también los uruguayos, difundieron rápidamente la noticia, y entre la perplejidad y el déjà vu, supimos de los hechos, del perfil del victimario, y detalles de las vidas truncadas de las víctimas y el sufrimiento de sus allegados. Como ha sucedido en otros casos, como corolario de los hechos se volvió a disparar el debate sobre la tenencia de armas, y los efectos de su regulación.  Esta discusión no llegó a tierras charrúas. Sin embargo, mirando algunos de los datos creo que sería conveniente empezar a debatir el tema. Según la UNODC, la Oficina de las Naciones Unidas para las Drogas y el Delito, por su sigla en inglés,  Estados Unidos ocupa el primer lugar del mundo en tenencia de armas, con 88.8 armas cada cien habitantes. “¡Chocolate por la noticia!”, dirán

Marihuana, homofobia, Opus Dei y el rol de los intelectuales en el país de “como te digo una cosa, te digo la otra”

En política, y en caso de ser un acto intencional, “como te digo una cosa, te digo la otra” es una estrategia utilizada para cambiar las prioridades de la agenda pública, generar distracción y ganar tiempo, a partir de la ambigüedad. Sin intención de por medio, es un error lógico, mera incoherencia. Que los políticos utilicen este procedimiento de modo intencional no es deseable, pero al menos es entendible. El ejemplo más reciente de esta forma de proceder fue la propuesta del Presidente Mujica de liberalizar la marihuana, al mismo tiempo en que se discute el proyecto de ley de internación compulsiva de potenciales adictos a estupefacientes, y luego decir que se “iba al mazo” [1],dado que, según datos de encuesta, un 60% de los uruguayos está en contra de la medida. Por supuesto, si este tema fuera una prioridad del gobierno, trataría de averiguar las razones por las cuales el 60% de la población está en contra (que pueden ser de naturaleza política, social, económica, san

El “despertar” mexicano: #Yo soy 132 y la pretensión incluyente

#Yosoy132 es el nombre, el estandarte o el emblema de la primera persona del plural. Es la conciencia de que el “yo” no puede prescindir del “nosotros”. Bien podría traducirse como “Yo soy nosotros”. #Yo soy 132, 2012: “Se oye unavoz #gaceta132, Memoria histórica”, número: cero.    Contexto de surgimiento de #Yo Soy 132 Las elecciones presidenciales parecían indicar que no habría grandes sorpresas en el escenario político-electoral mexicano. Hacía ya tiempo que las distintas encuestas de opinión arrojaban una amplia ventaja para Enrique Peña Nieto (en adelante EPN). La “protesta” parecía irresolublemente quedar ahogada en la queja cotidiana, lindante con la resignación. La prensa escrita, las principales radiodifusoras y los canales televisivos de alcance nacional (en particular, Televisa y TVAzteca) proyectaban esa imagen, al tiempo que la asentaban. De hecho, fue en Youtube donde pudimos ver por primera vez

¿Que pasó con la infantilización de la pobreza?

A fines de los 90s e inicios de la década pasada distintas investigaciones comenzaban a plantear que en Uruguay se estaba consolidando un serio problema de infantilización de la pobreza e inequidad intergeneracional. En aquel momento, el diagnóstico indicaba (i) que en Uruguay la infancia y la adolescencia estaban sobrerrepresentadas en la pobreza y la indigencia respecto a otros grupos etarios, (ii) que ese sesgo etario parecía estar aumentando en forma sistemática –mientras que en 1986 había 1.9 menores de 6 años en situación de pobreza por cada mayor de 65 años, en 1999 esa relación llegaba ya a 8.5- y (ii) que Uruguay era –por mucho- el país de América Latina donde este sesgo era más notorio (PNUD, 1999; CEPAL, 2000; Kaztman y Filgueira, 2001). Las investigaciones atribuían el fenómeno a dos factores fundamentales: (i)     el fuerte desbalance que el país mostraba en términos de gasto social entre generaciones (donde el peso de las jubilaciones y pensiones se llevaba