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Mostrando entradas de octubre, 2015

Rankings, competitividad y mercado laboral

El pasado 26 de octubre, en una actividad organizada por ORT fue presentado el Informe 2015-2016 del Ranking de Competitividad Global . Se trata de un reporte que regularmente publica el Foro Económico Mundial, fundación suiza que opera como think tank  internacional y conocida especialmente por su encuentro invernal anual, el llamado Foro de Davos. El informe define la competitividad como el conjunto de instituciones, políticas y factores que afectan el nivel de productividad de un país y, en ultima instancia, el nivel de prosperidad que este puede alcanzar. Los países son ordenados de acuerdo a 12 grandes dimensiones que refieren, entre otros, a aspectos tales como calidad institucional, infraestructura, estabilidad macroeconómica, educación, innovación, desarrollo financiero, funcionamiento eficiente de los mercados, etc. Cada dimensión se define a su vez a partir de un conjunto de indicadores. Los países son ordenados de acuerdo a un índice global de competit

Gramsci, Politólogo y Blanco Como Hueso de Bagual

Nota de Guzmán Castro En esta columna quiero hacer dos cosas: Primero, repudiar el precedente que sienta el editorial del diario El País , “ Para qué sirven los politólogos ,” del 19 de setiembre de 2015. Segundo, leer el editorial como una intervención política, útil en el diagnóstico del estado de la derecha en la coyuntura actual. 1) El País acusa a la ciencia política uruguaya de mediocre y subordinada al Frente Amplio. La evaluación está sustentada en el abuso y mal uso de algunos rankings de reciente publicación (como cuando se sugiere que el Instituto de Ciencia Política es el tercero peor de la región, usando un ranking que incluye solamente 21 de los cientos de institutos regionales). El resto de la crítica no está fundada en datos, sino en impresiones sobre “el verdadero panorama de la profesión” y una diatriba personal contra los cinco o seis “mediáticos” de la ciencia política, que, obviamente, no puede ser usada para evaluar a la disciplina. (Recomiendo leer la res

La burocracia ¿no es la misma para todos?

La conducta discriminatoria del gobierno es una preocupación central en relación a la calidad de la democracia. Bajo el principio de igualdad que rige la democracia, cualquier tratamiento discriminatorio por parte de la burocracia hacia los ciudadanos es una violación de esta regla de igualdad, y podría impactar negativamente en la confianza del público en las instituciones de gobierno. Este problema no es nuevo en la literatura académica. En las últimas décadas, ha habido un volumen cada vez mayor de estudios sobre el tratamiento desigual que las burocracias le dan a ciudadanos individuales y a actores de la sociedad civil. La hipótesis principal que orienta esta literatura es que los funcionarios públicos tienden a ser más receptivos a aquellos ciudadanos que son similares a ellos (en distintas categorías) y, por el contrario, menos receptivos a aquellos considerados como de otro grupo o “con menos estatus” [i] .  Con esta idea, estudios clásicos evalúan la discriminación racial

Es la biología, estúpido!

Cómo deje de ser un cientista social arrogante Dudé mucho si escribir esta nota porque ya conozco lo que es ser defenestrado por buena parte de mis colegas cientistas sociales por ser fascista, racista, carente de corazón, moral, o peor aún, de no ser de izquierda. Pero luego pensé, dado que carezco de corazón y moral poco tengo para perder. Hace unos 5 años daba un curso de criminología en Uruguay donde incluía un módulo de teorías biológicas del crimen. Si bien hacia un esfuerzo por ser justo, mi conclusión era que estos enfoques eran bastante problemáticos y que la evidencia empírica era bastante contundente señalando la debilidad explicativa de esta perspectiva. Y esto a mi me tranquilizaba porque, honestamente, me angustiaba pensar que podrían haber factores heredados que condenaran de antemano a algunas personas a caer en conductas delictivas y a ser perseguidos y castigados injustamente por las instituciones penales. 5 años después, tengo que reconocer dos cosas: Primero, es