Denisse Gelber
El pasado 2 de Mayo se conmemoró el Día Internacional contra el Acoso Escolar (Bullying). Las situaciones extremas de violencia escolar durante Marzo, en la UTU Figari (Barrio Sur), en el Liceo 1 de Las Piedras, el Liceo 49 (Punta de Rieles) y en el Liceo Zorrilla (que concluyó con el suicidio de un menor agredido[1]), evidenciaron parcialmente la gravedad del problema en Uruguay[2]. Uruguay se encuentra en la posición 14 entre los países con más bullying.
Esta nota busca re-enfocar la discusión sobre violencia escolar, como un problema estructural, cuyas raíces y consecuencias desbordan las comunidades educativas. Partiendo por un breve raconto de las normativas internacionales que protegen a la niñez y adolescencia, continuamos con cifras que revelan cuán desprotegidas se encuentran en el día a día. En tercer lugar, damos cuenta de la problemática de la violencia escolar y el acoso escolar en Uruguay, para concluir con un listado de recursos y herramientas para niñas, niños, adolescentes, docentes, padres y madres para abordar la problemática. La violencia escolar es un problema de todos y se necesita de cada uno/ una para enfrentarlo.
1. Del dicho al hecho, hay un enorme trecho
La niñez y adolescencia permaneció invisibilizada de la normativa y protección internacional hasta recientemente. Desde 1989, la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) reconoce a los niños y niñas como sujetos de derechos, y obliga a los Estados firmantes a proteger y garantizar sus derechos (Giorgi, 2019). La principal repercusión de la Convención es que replantea la asimetría de poder entre niñez y adultez, en que los niños y niñas relegados a una situación autoritaria, no podían exigir sus derechos. Entre la gran variedad de derechos consagrados a la niñez y adolescencia, su derecho a vivir en ámbitos libres de violencia y a no sufrir ningún tipo de violencia, están protegidos por: la Convención de Derechos del Niño, la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, la Convención relativa a la Lucha contra las Discriminaciones en la Esfera de la Enseñanza (ratificada en 2003), entre otras. Además, Uruguay cuenta con sus propias normativas entre las que destacan: la Ley de Prevención, Detección Temprana, Atención y Erradicación de la Violencia Doméstica (2002), el Código de la Niñez y Adolescencia (Ley 17.823, 2004), la Ley Integral de Violencia hacia las Mujeres Basada en Género (2017) (Tuana, 2018). En 2007, la Ley 19.747 creó el Sistema Integral de Protección a la Infancia y Adolescencia contra la Violencia, con el objetivo de prevenir, prestar asistencia y reparar actos violentos contra niños, niñas y adolescentes, desde un abordaje integral (SIPIAV, 2019). En 2013, la ley 19.098 declaró de interés nacional la creación de un protocolo de “prevención, detección e intervención respecto del maltrato físico, psicológico o social en los centros educativos de todo el país” (Artículo 1). El Mapa de ruta de promoción de la convivencia para instituciones de Educación Media se publicó en 2015, en 2016 se aprobó el Plan Nacional de Educación en Derechos Humanos, que busca garantizar la convivencia en los establecimientos educativos, y en 2017, el Marco Curricular de Referencia Nacional (MCRN) incluyó en el currículum y perfiles de egreso, competencias vinculadas a la buena convivencia (resolución de conflictos, trabajo en equipo, empatía, entre otros) (Brum & Noya, 2021). En la última reforma educativa, estas competencias se desarrollan en el Dominio Relacionamiento y Acción a través de la competencia de relación con los otros (respeto, solidaridad y empatía, tolerancia) y la competencia de ciudadanía local, global y digital (ANEP, 2022).
A pesar de los avances normativos, y a más de treinta años desde el establecimiento de la protección integral de la infancia mediante la Convención de Derechos del Niño, los derechos de los niñas y niños no se garantizan en su cabalidad (Eyng, 2018; Giorgi, 2019). Esto se debe en parte a patrones culturales fuertemente arraigados respecto al disciplinamiento. Por ejemplo, a pesar de las dificultades para obtener datos comparables, en América Latina y el Caribe la violencia hacia niños, niñas y adolescentes (NNA) es una práctica común. La violencia asume diversas formas (física, emocional, sexual, patrimonial, simbólica, entre otras), ocurre en distintos contextos (escuela, hogar, ámbito digital, entre otros), y puede ser perpetrada por diversos actores (familiares, extraños) (IIN-OEA, 2018). Con diferencias entre países, la violencia física hacia NNA es la más frecuente (42% de prevalencia), seguida de la violencia sexual (14%) y emocional (13%) (Fry et al., 2021). Aunque la prevalencia y tipo de violencia varía con la edad, dos de cada tres niños de entre 2 y 4 años sufren cotidianamente algún tipo de maltrato físico como forma de disciplinamiento en sus hogares (Modovar & Ubeda, 2017). De acuerdo a una encuesta realizada a adolescentes de la región, por parte del IIN y OEA, la violencia que más se ejerce en contra de NNA es la física (76%), psicológica (68%) y sexual (52%), mayormente en el ámbito familiar (54%) y por parte de padres /padrastros (IIN & OEA, 2021). En Uruguay, en 2017, se reportaron 3155 casos de violencia severa contra NNA y ya en 2013 se advertía que un tercio de las mujeres habían padecido algún tipo de violencia durante su niñez (Tuana, 2018).
La violencia contra niñas, niños y adolescentes también tiene lugar en los establecimientos educativos. El acoso escolar (bullying) se define como una conducta que genera daño, que es intencionada y se ejerce de forma reiterativa contra quien(es) presenta(s) dificultades para defenderse (Olweus, 1998 citado en Brum & Noya, 2021). El bullying se manifiesta a través de agresiones físicas y verbales, robos, marginación de actividades, así como mediante las Redes Sociales (Aristimuño & Noya, 2015). Una reciente sistematización de estudios nacionales concluye que los estudios realizados en Uruguay no permiten una mirada sistémica (de todos los niveles educativos), representativa (buena parte de los estudios son cualitativos y los estudios cuantitativos no necesariamente son representativos de la situación estudiantil), ni multidisciplinar (mayoría de los estudios provienen del campo de la psicología) (Brum & Noya, 2021). Sin embargo, se estima que en Uruguay, la prevalencia del bullying es de 16%, aunque se observan diferencias entre estudios de acuerdo a la edad considerada (según datos de PISA, 2018, entre los adolescentes de 15 años la prevalencia del bullying es de 26%) (Brum & Noya, 2021). En 2019, un estudio desarrollado por MIDES y BID acerca de la discriminación y convivencia escolar en Educación Media concluyó que más de la mitad de los estudiantes (51,2%) habían experimentado alguna agresión el último año, mayormente de tipo verbal / emocional (41,7% habían sufrido insultos, amenazas, habían sido excluidos, víctima de rumores u obligados a hacer algo), física (16,7% habían sido golpeados o amenazados con armas), agresión sexual (12,9%) o patrimonial (daño/robo) (12,5%) (MIDES & ANEP, 2019).
Figura 1. Marco conceptual de la violencia y el acoso en el ámbito escolar
Fuente: UNESCO (2021).
Las causas del acoso pueden estar vinculadas a la apariencia física, raza, nacionalidad, color de piel, religión, orientación sexual, discapacidad, situación socio-económica, entre otros factores (IGLYO, 2021; Trucco & Inostroza, 2017). Independiente de la causa, las consecuencias del acoso escolar durante la adolescencia, tiene consecuencias de corto y largo plazo. Las víctimas de bullying suelen sentirse excluídos en los establecimientos educativos, con mayor ansiedad y menor auto-confianza, lo que afecta no solo la asiduidad de su asistencia (suelen saltearse clases) sino también su desempeño académico y continuidad en el sistema educativo (suelen abandonar tempranamente). A esto se suma que las víctimas de bullying sufren de problemas de salud mental (suelen sentirse más solos, sufren de mayor insomnio y tienen pensamientos suicidas) y tienden a exponerse a comportamientos de riesgo (consumo de estupefacientes, alcohol, entre otros) (UNESCO, 2021).
De modo que, el acoso escolar puede ser causal de suicidio. Según datos de UNICEF, Uruguay es el segundo país en la región con más suicidios en jóvenes de 15 a 24 años. En 2020, se suicidó un joven cada tres días, siendo el suicidio la primera causa de muerte entre jóvenes de 15 a 24 años. Ese año, la tasa de suicidios entre jóvenes de 15 a 19 años fue de 16,6 cada 100.000 habitantes[3]. En Abril de 2023, la Dra. Garrido (catedrática de Psiquiatría) reportaba para El Observador, que cada 28 horas se hospitaliza un menor de 15 años por intento de suicidio o porque ideó auto-eliminarse, de los cuales 84% había sufrido algún tipo de maltrato (42% negligencia física, 30% abuso sexual y 21% maltrato físico).[4]
A pesar de estas cifras alarmantes, datos de ANEP entregados a La Diaria dan cuenta que actualmente hay apenas 163 psicólogos y trabajadores sociales para 223.313 estudiantes[5]. A modo de ejemplo, en Montevideo trabajan 69 psicólogos o trabajadores sociales para una matrícula de 72.095 estudiantes. Luego de los actos de violencia mencionados al inicio de esta nota, se realizó un llamado para cubrir 50 vacantes en secundaria y 15 en UTU, cifra aún insuficiente.
3. Cierre, recursos y guías
El abordaje y respuesta a la violencia escolar no puede ser una reacción frente a hechos dramáticos, como los difundidos en Marzo. La violencia escolar no refiere a una moda, ni a una consecuencia del cierre transitorio de los establecimientos educativos a raíz de la pandemia del COVID-19. La violencia escolar es reflejo de un problema estructural que enfrentamos como sociedad, tal como se evidenció al inicio de la nota. Mientras continuemos buscando soluciones de forma reaccionaria en vez de preventiva, no podremos atacarlo.
A continuación, se listan una serie de recursos disponibles on line, para estudiantes, docentes, padres y madres, a fin de abordar y/o profundizar sobre la problemática, sus causas y consecuencias.
Guía de recursos y herramientas para enfrentar y prevenir el acoso escolar, sus causas y consecuencias*
UNESCO:
· Recursos sobre el acoso y la violencia escolar
UNICEF:
· Recursos para progenitores, docentes y estudiantes
· Toma medidas para acabar con la violencia contra niños y niñas. #ENDviolence
· Madres/Padres/Adultos a cargo: ¿Cómo hablar con tus hijas/os sobre el acoso? ¿Cómo abordar el acoso con la escuela de tu hija/o?
· Estudiantes: Consejos para reportar actos de violencia
· Docentes: Manual práctico de prevención contra la violencia escolar
OIM:
· Maleta educativa sobre migración (herramientas y recursos prácticos para docentes)
· Caja de herramientas para educadores sobre la migración en el mundo
Uruguay:
· CODICEN: Mapa de ruta de promoción de la convivencia para instituciones de Educación Media
· INAU: Guía de respuesta ante situaciones de violencia
· MSP, UNICEF: Protocolo para el abordaje de situaciones de maltrato de niñas, niños y adolescentes en el marco del SNIS
· INJU, UNICEF, ASSE: Campaña “Ni silencio ni Tabú”: Kit de herramientas
· ASSE: Guía de Postvención por Suicidio con adolescentes
· Línea de apoyo emocional: 0800 1920 /*1920
· Línea de prevención del suicidio: 0800 0767 /*0767
· Te Veo Mañana: holatvm
*La lista no es exhaustiva, sino una referencia de algunas de las opciones disponibles.
Referencias
ANEP. (2022). Marco curricular nacional. Documento preliminar en proceso de elaboración y consulta.
Aristimuño, A., & Noya, J. C. (2015). La convivencia escolar y el fenómeno del bullying en la enseñanza secundaria de Uruguay. Un estudio de caso. Páginas en educación, 18(2).
Brum, S., & Noya, J. C. (2021). Acoso escolar en Uruguay. Informe de estado de situación. UNICEF. https://www.unicef.org/uruguay/media/6051/file/Acoso%20escolar%20en%20Uruguay.%20Informe%20de%20estado%20de%20situaci%C3%B3n.pdf
Eyng, A. M. (2018). Niñez y violencias. El desafío de garantizar derechos en los contextos cotidianos infantiles. Resumen ejecutivo del informe de investigación 2018. IIN-OEA-PUCPR, FMSI, APC.
Fry, D., Padilla, K., Germanio, A., Lu, M., Ivatury, S., & Vindrola, S. (2021). Violencia contra niños, niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe 2015-2021. Una revisión sistemática. Resumen ejecutivo. UNICEF. https://www.unicef.org/lac/media/29031/file/Violencia-contra-ninos-ninas-y-adolescentes-en-America-Latina-y-el-Caribe-2015-2021.pdf
Giorgi, V. (2019). 30 años de la Convención sobre los Derechos del Niño: Entre movimientos instituyentes y fantasmas de restauración. Sociedad e Infancias, 3, 329-334.
IGLYO. (2021). No mires hacia otro lado: No a la exclusión del alumando LGBTI (N.o 45; Documento Guía). UNESCO.
IIN, & OEA. (2021). Violencia a niños, niñas y adolescentes de las Américas. Una pandemia sin vacunas. Consulta sobre violencia a adolescentes. IIN.-OEA. http://www.iin.oea.org/pdf-iin/publicaciones/2021/participacion/Violencia%20a%20ni%C3%B1os,%20ni%C3%B1as%20y%20adolescentes%20de%20las%20Am%C3%A9ricas%20-%20Una%20pandemia%20sin%20vacunas.pdf
IIN-OEA. (2018). Documento Posicionamiento. "Hacia la erradicación de todas las formas de violencia y explotación (ODS, Meta 16.2). http://sitiosiin.org/xxii-congreso/wp-content/uploads/2019/09/Posicionamiento-Violencia-Espa%C3%B1ol-2-Set..pdf
MIDES, & ANEP. (2019). Convivencia y discriminación en Educación Media. Resultados preliminares.
Modovar, C., & Ubeda, M. E. (2017). La violencia en la primera infancia. Marco regional de UNICEF para América Latina y el Caribe. UNICEF. https://www.unicef.org/lac/sites/unicef.org.lac/files/2018-03/20171023_UNICEF_LACRO_FrameworkViolencia_ECD_ESP.pdf
SIPIAV. (2019). Informe de gestión 2019. Sistema Integral de Protección a la infancia y a la adolescencia contra la violencia. SIPIAV, INAU.
Trucco, D., & Inostroza, P. (2017). Las violencias en el espacio escolar (LC/TS.2017/15; Documentos de Proyecto). CEPAL UNICEF.
Tuana, A. (2018). La protección de la infancia y adolescencia frente a las violencias. Revista de la Sociedad Uruguaya de Ginecología de la Infancia y Adolescencia, 7(3), 72-86.
UNESCO. (2021). Más allá de los números. Poner fin a la violencia y el acoso en el ámbito escolar. UNESCO.
[1] Montevideo Portal (18/3/2023): Alumno del Zorrilla que se suicidó, fue golpeado ese mismo día.
[2] El Observador (17/3/2023): Pelea generalizada en liceo de Las Piedras: Secundaria inició investigación
La Diaria (27/3/2023): Trabajadores del liceo 49 denunciaron agresión en el centro educativo
[3] La Diaria (1677/2021): En 2020, en promedio, se suicidó un joven cada tres días, un aumento significativo en comparación con 2019
[4] El Observador (23/3/2023): Hay un aumento en la violencia contra los niños y eso es un factor de riesgo para sufrimiento mental
[5] La Diaria (18/4/2023): ¿Cómo se distribuyen técnicos y equipos multidisciplinarios de liceos en todo el país?
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