jueves, 5 de mayo de 2011

Megaoperativos con miniresultados



En las últimas semanas los uruguayos fuimos testigos de operativos policiales cuasi-cinematográficos y sin precedente en tres zonas de la capital. Planeados por el Ministerio del Interior, los operativos consistieron en intervenciones policiales intensivas y focalizadas territorialmente en barrios pobres de la ciudad donde se suponía se concentraban delincuentes. La policía llegó temprano a los tres asentamientos, con helicóptero, caballos, escudos y unos 70 efectivos. Se requisaron casas y personas, se pidieron documentos, se incautaron algunos bienes robados y se detectaron algunas “bocas” de venta de drogas. En cada barrio se detuvieron algo menos de 50 personas pero casi todos fueron liberados al día siguiente por no haber causa judicial para su procesamiento. Las autoridades insisten en que los operativos fueron un éxito pues no deben medirse en términos de procesamientos sino en su efecto simbólico, en que representan que el Estado comienza a hacer presencia en “zonas rojas” o “zonas liberadas” en peligro de ser tomadas por el crimen organizado.

Esta visión positiva parece ser compartida por los vecinos entrevistados en los medios de comunicación que, a pesar de algunas quejas respecto al trato violento o inadecuado que policías dieron a algunos vecinos, repiten que “aquí vive gente honesta”, que “deberían venir más seguido” y que “ahora el barrio está tranquilo y podemos salir”. La opinión pública en general también parece estar de acuerdo. Esto no resulta extraño en un país donde la percepción de inseguridad está en aumento, donde los medios de comunicación priorizan las noticias policiales sobre otras y donde la gran mayoría de la población está de acuerdo con bajar la imputabilidad de los menores (propuesta que el Partido Colorado piensa plebiscitar luego de recoger firmas para ello). Parafraseando a un ex presidente, el “estado del alma” en el país en este momento pide represión y “limpieza” del crimen.

Sin embargo, los operativos han recibido varias críticas en estos días. Algunos ven en ellos razias que recuerdan a la dictadura militar. Otros critican las acciones como represión populista por parte del gobierno en un contexto de preocupación por la seguridad en la opinión pública. La mayoría refieren a que los procesamientos son muy pocos. A mí me gustaría referirme en primer lugar a la respuesta del Ministro Bonomi diciendo que el efecto es más bien de tipo simbólico. Si lo que se esperaba era más bien un efecto simbólico creo que a) existe un gran riesgo de que ese efecto sea negativo, y b) hay otras maneras de lograr presencia simbólica del Estado sin redadas de este tipo. Finalmente quisiera referirme a los peligros de la focalización espacial inadecuada.

En Montevideo hoy en día vivir en una zona de la ciudad determina las oportunidades en la vida. Dos personas con similares tipos de familia y que van a un liceo público seguramente tengan distintas oportunidades si una vive en La Blanqueada (barrio heterogéneo) y la otra en Casavalle (barrio homogéneamente pobre). A la persona que vive en Casavalle muy probablemente le va a ir peor en la vida. Esto ocurre por varias razones entre las que podemos mencionar la peor calidad de los servicios públicos incluida la educación, la ausencia de modelos de trayectorias positivas en relación a la educación y al mercado laboral que los jóvenes puedan imitar (personas a las que le fue “bien en la vida”), la presencia de modelos alternativos de éxito o sobrevivencia como puede ser el delito, y el estigma o señalamiento del resto de la sociedad de que ese barrio es una “zona roja”. Los operativos policiales pretenden actuar simbólicamente sobre el penúltimo de estos problemas, la presencia de bandas criminales. Sin embargo, esto tiene consecuencias seguramente no intencionadas sobre el último de los mecanismos: el estigma. Si antes era difícil, obtener un empleo diciendo que uno vive en Malvín Norte o en Chacarita de los Padres o en La Cruz de Carrasco será mucho más difícil luego de los operativos.

Continuando con el efecto simbólico mencionado por el ministro, creo que hay otras maneras de generarlo. La presencia del Estado se logra entre otras cosas con la legalización de los predios y regularización de barrios, con obras de infraestructura importantes y de muy buena calidad, entre otros. Hace poco, realizando trabajo de campo en las comunas más pobres y con problemas de crimen organizado relacionado con el narcotráfico en la ciudad de Medellín, los líderes locales nos contaban que desde que existe el metrocable (teleférico que sube desde la línea del metro a la cima de dos de las áreas más complicadas de la ciudad) “pertenecemos a Medellín”, “ahora la gente de afuera viene y nos visita”. Eso es efecto simbólico. Eso es presencial del Estado. Lograda a partir de una inversión en infraestructura pensada en base a la integración. Y, lo que no es menor, una infraestructura de excelente calidad y asociada a proyectos sociales y urbanísticos articulados con una política de ciudad y de equidad más global. Seguramente tiene sus defectos. Luchar contra el crimen organizado y la pobreza no depende solamente de la política pública. Pero el efecto simbólico está claro.

En segundo y último lugar quisiera referirme a la focalización espacial de estos operativos. Los tres se hicieron en asentamientos. Desde hace ya un tiempo los asentamientos se han vuelto en Uruguay sinónimo de pobreza y de peligro. Esto resulta interesante ya que el término asentamiento aparece en los 90s para diferenciar a las ocupaciones planificadas de tierras, con personas de clase trabajadora, de los más antiguos “cantegriles” caracterizados por la precariedad urbana, el reciclaje y la marginalidad. Resulta muy interesante cómo entonces el término asentamiento se ha resignificado y hoy día se utiliza para focalizar políticas, entre ellas los operativos. Sin duda los asentamientos tienen muchos problemas. Pero la mayor parte de los pobres no viven en ellos. Y seguramente gran parte del delito no está en ellos. Focalizar las intervenciones, aunque tiene muchos problemas, es eficiente en el uso de los recursos. Claro que la inteligencia policial debe usar información geográfica para programar sus acciones. Pero igualar asentamientos con delito o con pobreza resulta sumamente problemático.

Esto no es sólo propiedad del Ministerio del Interior. Hace poco el Senador Saravia, presidente de la Comisión de Defensa del Senado, proponía que las Fuerzas Armadas colaboraran con la seguridad interna en determinados asentamientos, que son “ghettos del crimen organizado.”[1] En esa oportunidad Bonomi se opuso al proyecto pero hoy vemos una policía militarizada realizando estas redadas. Asimismo, la opinión pública también relaciona asentamientos con peligro. En una encuesta realizada recientemente, casi la mitad de los uruguayos manifiestan no querer vivir cerca de un asentamiento.[2] Si los asentamientos ya están estigmatizados, este tipo de procedimientos policiales no colabora a quitarles el estigma. Por el contrario, lo recrean.

No estoy argumentando aquí que no hay que hacer nada. Los vecinos de muchas zonas reclaman presencia policial. Hay que atender esa demanda pero integradamente con intervenciones que realmente hagan sentir la presencia simbólica y “material” del estado. Algunas ya se están llevando a cabo. Deben integrarse, mejorar su calidad y pensarse en clave de reducir la brecha de oportunidades en la vida a partir del lugar donde se vive.



[1] Declaraciones de Saravia publicadas en el portal de Montevideo.com el 1 de marzo de 2011 (http://www.montevideo.com.uy/notnoticias_132442_1.html)
[2] Encuesta realizada por Interconsult. Ver algunos resultados en http://www.ultimasnoticias.com.uy/Edicion%20UN/articulos/prints-2011abr25/act17.html

26 comentarios:

  1. No entiendo, entonces una política pública que busca remover un estigma es la que a tu entender estigmatiza? Los argumentos son discutibles, pero sobre todo, parten de una premisa equivocada. Primero, los estigmas no se crean ni por la difusión por parte de los medios de comunicación ni por los objetivos de políticas públicas de los gobiernos. Está probado en la literatura, que la gente forma su opinión como consecuencia de la interacción con sus pares y experiencias cercanas, no por lo que diga el gobierno o la prensa. Segundo, la columna pierde de vista aspectos dinámicos o intertemporales de la política. En otras palabras, incluso asumiendo que sea cierto que los "megaoperativos" puedan tener externalidades negativas sobre las personal que viven en el barrio, a largo plazo podrían depurar los motivos por los cuales esos barrios podrían hoy estar estigmatizados. Es interesante la preocupación de la columna, aunque de incompleto análisis.

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  2. Lamentablemente esos barrios estan llenos de criminales (y tambien de gente de bien), y la verdad es que no veo con malos ojos de que el estado se meta ahi dentro. Es verdad que se podria hacer mediante otras intervenciones pero a esta altura dudo que metiendo una biblioteca el Euskalerria o una plaza, se mejore la cosa.

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  3. Como se ha dado el proceso de formacion de favelas en Brasil? Es cierto como se dice que podemos ir hacia un fenomeno asi?

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  4. Hola Carlos, "tocayo", podrías citar esta literatura que mencionás para respaldar tu argumento? Porque siendo una persona que conoce de Criminología y que ha trabajado como consultor para la para la Policía, me ha costado trabajo encontrar esa "literatura" a la que aludes (y que espero puedas referenciar). A título personal, quizás puedas contribuir fortalciendo tu argumento con fuentes concretas. En un plazo razonable. Estoy, y hablo por todos, estamos abiertos a cambiar nuestra opinión sobre la base de argumentos sólidos.

    Saludos cordiales,

    Carlos Aloisio.

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  5. Estimado Carlos número 2: Qué bueno que sepas mucho de Criminología. Y dado que has sido consultor de la policía sabiendo tanto, estoy ansiosa por ver los resultados!!!
    Apoyo tu propuesta de argumentos sólidos y te desafío: que tal si aplican esa norma también para los columnistas??? Sería genial saber de dónde sacan la información para escribir con tal propiedad, dado que muchas de sus afirmaciones parecen más bien opiniones personales. Considero que es válido opinar en el espacio de los comentarios, pero no es muy académico para las columnas, dada la formación de quienes escriben y el supuesto objetivo del blog... Por eso, apoyo enormemente el comentario de Carlos 1, que incluso suponiendo que sepa más que todos nosotros y tenga los mejores fundamentos o la posibilidad de que sea exactamente lo contrario, no tiene mayor obligación de respaldar sus palabras que la que tenés tú o la que tiene María José Alvarez Rivadulla. Tu reacción al comentario me resulta por lo menos soberbia.
    Y ahora volviendo al tema que debería ser el motivo de discusión: el accionar del gobierno con los megaoperativos...En Nueva York por ejemplo, con la presencia policial saturando las calles se resolvió el gran problema de inseguridad que tenían...y al respecto te pregunto a vos que sabés tanto: los neoyorkinos se quedaron sin trabajo? digo, por el tremendo estigma que deben tener sus pobladores a raíz de lo que hizó su alcalde!!!
    Pienso con fundamento, y me niego a postearte links para allanarte el camino, que si bien es cierto que los medios de comunicación ejercen influencia sobre la percepción de los individuos acerca de diversos asuntos, la experiencia personal posee un mayor impacto en ella, y cuando hablo de experiencia personal, me refiero también a la experiencia de familiares y amigos. Seguramente los datos de la tasa de criminalidad en Uruguay los tendrás más que sabido así que podrás concluir conmigo que el numero de personas afectadas directa o "indirectamente" por el delito es gigante. Por tanto, más allá de los medios, y sabiendo que la "experiencia en directo" de la inseguridad es el factor con mayor peso dado que es literalmente vivido y sufrido por el sujeto y círculo cercano, creo que nuestro principal foco debería estar puesto en resolver el delito y disminuirlo y no en la difusión o no del mismo.
    Literatura hay y mucha, al igual que discusión. Es una pena que en sus columnas no la citen. Los comentarios me parecen absolutamente necesarios y de hecho creo que es lo mejor que puede brindarnos un blog, pero quienes escriben las columnas, que al parecer son eruditos, deberían mencionar las fuentes de las cuales extraen sus conclusiones. O es que ya están en un grado tal de excelencia que ustedes mismos se consideran fuente suficiente para decir lo que dicen???

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  6. Estimado Carlos:

    Antes que nada, gracias por el comentario. Como te imaginaras, y dado que muchas veces los propios autores de este blog pasan por alto las citas y los marcos teóricos que utilizan, no me pareció apropiado distraer la atención de mi punto(hecho, ademas, en un simple post)con una lista de papers. Dada tu solicitud, a continuación te hago llegar una selección de papers que podrás leer en caso de estar interesado en el enfoque que intente darle a mi argumento:


    Allende, C. (2004): “El peso del temor a la delincuen¬cia y sus factores determinantes en la población urba¬na chilena”. Primer Simposio Nacional de Investigación sobre violencia y delincuencia, ISUC/FPC. págs. 199-220.

    Borraz, F., N. Melgar y M. Rossi (2010): "Victimización y justicia por mano propia en Uruguay: Una visión comparativa con América Latina". Documentos de Trabajo 1710, DECON.

    Browne, M. (2004): “Designing a long-term agenda on fear of crime and media consumption: Could the Brit¬ain and American models of research be exported to Chilean context?” Department of Media and Communications. London School of Economics (LSE)

    Browne, M. y V. Tomicic (2007): “Crimen y temor: el rol de los medios”. Cuadernos de información, 20, págs. 21-36.

    Dammert, L. y M. Malone (2003): “Fear of Crime or Fear of Life:? Public Insecurities in Chile”. Bulletin of Latin America Research, Vol.22, N1, págs. 79-103.

    Dammert, L. y M. Malone (2006) : “Fear Does it Take a Village. Policing Strategies and Fear of Crime in Lat¬in America” . Latin American Politics and Society, Vol.48, N4, págs. 27-51.

    Ditton, J., D. Chadee, D., S. Farrall, E. Gilchrist and J. Bannister (2004): “From Imitation to Intimidation: A Note on the Curious and Changing Relationship between the Media, Crime and Fear of Crime”. British Journal of Criminology, 44. pp. 595-610.

    Escholz, S. (1997): “The Media and Fear of Crime: A Survey of the Research”. Journal of Law and Public Poli¬cy, Number 9, pp. 37-59.

    Hale, C. (1996): “Fear of crime: A review of the literature”. International Review of Victimology, 4, 79-150.

    Killias, K. and C. Clerici (2000): “Different Measures of Vulnerability in their Relation to Different Dimen¬sions of Fear of Crime”. British Journal of Criminology, 40, pp. 437-450

    Minnebo, J. (2000): “Fear of crime and television use: A uses and gratifications approach”. Communications. Volume 25, Issue 2, pp. 125–142.

    Pain, R. (2001): “Gender, race, age and fear in the city”. Urban Studies, 38(5-6), pp. 899-913.

    Sacco, V. (1982): “The Effects of Mass Media on Perceptions of Crime: A Reanalysis of the Issues”. The Pacific Sociological Review. Vol. 25, No. 4 (Oct., 1982), pp. 475-493.

    El marco teórico va en el siguiente post, dado el limite de caracteres de la pagina.

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  7. Carlos, con respecto al marco teórico con el que en general trato de acércame al tema, me resulta muy iluminante Becker (1968). A propósito, en Diaz (2007) hago un review muy breve sobre este enfoque. Entiendo que no tengas tiempo o interés de revisar mi trabajo, por lo que también aprovecho y te hago llegar una lista de estos papers. Estoy seguro que serán valorados por alguien que le interesa tanto el crimen y las políticas públicas (lamento este post si ya has tenido la oportunidad de leerlos).

    Andreoni, James (1991). Reasonable Doubt and the Optimal Magnitude of Fines: Should the
    Punishment Fit the Crime? En: RAND Journal of Economics, Vol. 22 (3), pp. 385-395.

    Barro, Robert (1973). The Control of Politicians: An Economic Model. En: Public Choice, Vol.
    14, pp. 19-42.

    Beccaria, Cesare (1764). An Essay on Crimes and Punishments. Cita de libro consultado en
    Internet, [en línea]. Consulta: 11 de noviembre de 2006. http://www.constitution.org

    Becker, Gary (1968). Crime and Punishment: An Economic Approach. En: Journal of Political
    Economy, Vol. 76, pp. 169-217.

    Becker, Gary (1997). The Economic Way of Looking at Life. En: Nobel Lectures, Economics
    1991-1995. Singapore, World Scientific Publishing Co., pp. 38-58.

    Bentham, Jeremy (1781). An Introduction to the Principles of Morals and Legislation. Batoche
    Books, 2000.

    Cameron, Samuel (1988). The Economics of Crime Deterrence: A Survey of Theory and Evidence.
    En: Kyklos, Vol. 41, pp. 301-323.

    Di Tella, Rafael y Schargrodsky, Ernesto (2001). Using a Terrorist Attack to Estimate the Effect
    of Police on Crime. Documento de Trabajo No. 90, Center for Research on Economic Development and Policy Reform, Stanford University.

    Diaz, Carlos (2007): “Basketnomics: una aplicación de la teoría de la disuasión en la Liga Uruguaya de Basquetbol”. Revista de Ciencias Empresariales y Economia de la Universidad de Montevideo, Vol. 6, págs. 149-176.

    Eide, Erling (1999). Economics of Criminal Behavior. En: (Bouckaert, Boudewijn y De Geest,
    Gerrit), Encyclopedia of Law and Economics, Cheltenham, Vol. V, pp. 345-389. Cita de documento
    consultado en Internet, [en línea]. Consulta: 11 de noviembre de 2006. http://encyclo.findlaw.com

    Eide, Erling (2004). Recent Developments in Economics of Crime. En: German Working Papers
    in Law and Economics, Vol. 2004, Documento 8.

    Garoupa, Nuno (2004). An Economic Analysis of Criminal Law. En: (Hatzis, A.), Economic Analysis
    of Law: A European Perspective. Cita de documento consultado en Internet, [pdf]. Consulta: 11
    de noviembre de 2006. http://www.estig.ipbeja.pt

    Hume, David (1739-40). A Treatise of Human Nature. Cita de libro consultado en Internet, [en
    línea]. Ontario, McMaster University, Archive for the History of Economic Thought. Consulta: 11
    de noviembre de 2006. http://www.mcmaster.ca

    Kessler, Daniel y Levitt, Steven (1999). Using Sentence Enhancements to Distinguish Between
    Deterrence and Incapacitation. En: Journal of Law and Economics, Vol. 17(1), pp. 343-363.
    Levitt, Steven (1997). Using Electoral Cycles in Police Hiring to Estimate the Effect of Police on Crime. En: American Economic Review, Vol. 92(4), pp. 1244-1250.

    (sigue en mi siguiente post, a causa de los caracteres)

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  8. (viene de la lista anterior)

    Levitt, Steven (1998). Why Do Increased Arrest Rates Appear to Reduce Crime: Deterrence,
    Incapacitation, or Measurement Error? En: Economic Inquiry, Vol. 36, pp. 353-372.

    Posner, Richard (1977). Economic Analysis of Law. 2da ed., Boston, Little Brown.

    Smith, Adam (1776). An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations.
    Cita de libro consultado en Internet, [en línea]. Ontario, McMaster University, Archive for the
    History of Economic Thought. Consulta: 11 de noviembre de 2006. http://www.mcmaster.ca

    Stigler, George (1970). The Optimum Enforcement of Laws. En: Journal of Political Economy,
    Vol. 78, pp. 526-536.

    Tullock, Gordon (1971). Economics of Crime. American University Debate.

    Claro, estoy abierto a cambiar opiniones (incluso la mia propia, carlosdi@gmail.com), siempre que el tiempo me lo permita. Espero haber completado tu solicitud acerca de "mi literatura" en un "plazo razonable". Saludos cordiales, Carlos.

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  9. Primero voy a hacer algunos comentarios sobre los comentarios, y luego sobre la nota misma. Como dice Giuliani2, y Carlos Diaz, la gracia de este blog radica en poder discutir ideas. Por eso, y antes que nada, gracias por sus comentarios. Muchos de ellos son muy útiles para pensar en cómo mejorar esta empresa. Por ejemplo, creo que Carlos tiene un punto interesante contra el argumento de Majo. Si lo interpreto bien, Carlos dice que proveer un bien publico fundamental, como la seguridad, puede tener mas externalidades positivas que negativas. Mejorar los niveles de seguridad en las zonas rojas puede colaborar en disminuir la estigmatizacion que vivir en esos barrios actualmente produce. A pesar de esto, la idea de mejorar los niveles de seguridad no siempre esta libre de costos (especialmente para los sectores mas vulnerables). Aun cuando en el largo plazo se puedan obtener buenos resultados, las políticas basadas en el paradigma del “broken windows” pueden avasallar los derechos de mucha gente. Y ese no es un tema de estigmatizacion sino de prohibiciones que afectan la libertad individual de mucha gente. De hecho, se ha escrito mucho sobre como las políticas de cero tolerancia, implementadas (por ejemplo por Giuliani en New York) afectaron libertades básicas (de movimiento, de palabra, etc) a mendigos, vagabundos, gente sin techo, etc. Entonces, hay que poner mucha atención con las políticas que pretenden promover un bien publico tan importante como la seguridad publica. No puede ser a cualquier costo.
    Cristian

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  10. Varios:

    Sobre el blog y sus autores: Cada autor es responsable de sus notas, y se espera que escriban sobre lo que entienden mejor de acuerdo a su area de trabajo, sea en la practica, o en la academia, o en ambas. Discutir a nivel personal sobre la formacion o falta de formacion de los autores (Giulani 2) no ayuda al debate. De todas formas, el animo es el debate (fundado y dentro de normas elementales de respeto), no la imposicion de argumentos de "autoridad" en base al "experto" que lo dijo. A nivel personal, creo que la autora sabe de lo que habla, pero por supuesto, todo mundo tiene derecho a discrepar, aunque prefiero sea sobre el tema, y no la figura de la autora o los autores.

    Carlos 1: Es cierto que parte de nuestras creencias se forman a traves de las experiencias en la vida cotidiana, interactuando con nuestros pares. Tambien es cierto que si conoces solo un grupo reducido de personas (tu barrio, tu clase, tu club de futbol) es probable que esa vision se torne mas importante sobre "los otros" y en ambientes de fragmentacion social (no se si te diste cuenta pero al norte de Av. Italia es una cosa, y al sur es otra) la prensa (todos periodistas que generalmente viven al sur) te informa de lo que pasa en el norte. Todo esto, sin mencionar factores estructurales de los medios de comunicacion en Uruguay (propiedad, sezgo ideologico, y un largo etc.) y los procesos de "cascada" dentro de cada grupo social. En sintesis la informacion que se recibe por parte de los medios, influye y mucho en los receptores, que luego comparten con sus pares, quiene no siempre tienen "experiencias" directas con el tema.

    Pasando a la variacion en el tiempo, la idea de que puedas" depurar los motivos del estigma" de un barrio, me resulta, a un cierto nivel lindando con cierto lenguaje totalitario, europeo de principios de Siglo XX y se que probablemente no fue tu intencion. Pero acepto que un barrio puede ser "desestigmatizado" (si existe la palabra) via fuerte inversion publica y privada (mas empleos, desarrollo inmobiliario, espacios publicos modernos, centros educativosy consecuentemente mayor output cultural).Enviando a la policia sistematicamente en operativos de saturacion solo incrementa el resentimiento de la gente que vive en ese lugar, y a mi, ciudadano de medio pelo uruguayo, me hace querer alejarme cada vez mas de ese "barrio" donde vive "gente de bien, trabajadora" pero todos sabemos..esta "lleno de chorros", por algo la policia esta siempre ahi no? El centro de Londres fue reformado con mas seguridad, es cierto,
    Mi argumento no es per se contra un operativo de saturacion, es a su uso indiscriminado, que no resuelve el fondo de la cosa. Es mas, la acumulacion de externalidades negativas (para seguir en jerga economista) haria fracasar el objetivo mismo de la accion (un barrio mas seguro), y consecuentemente un analisis costo beneficio de la politica no cierra por ningun lado. La accion unidimensional (reprimir) podria llevarte a un circulo vicioso de violencia.

    Ahora si esta variable (operativos de saturacion) fuera incorporada con otras politicas de forma integral...bueno probablemente cambiaria.
    Salud por el debate sobre este tema, y no sobre las personas
    Y buen post Maria Jose,gracias por hacernos pensar.

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  11. Ups vi que me quedo cortado un argumento sobre el centro de Londres. La linea decia el centro de Londres fue tomado con mas seguridad (CCTV, policia, etc) pero en realidad fue la inversion publica de los ultimos 15 anios el que lo hizo "habitable" de vuelta.
    Fabrizio

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  12. A cristian: "hay que poner mucha atención con las políticas que pretenden promover un bien publico tan importante como la seguridad publica. No puede ser a cualquier costo" De acuerdo, pero este argumento se aplica para ambos lados. Hay que poner mucha atención con la politicas publicas que buscan proteger a los delincuentes, no puede ser a cualquier costo.

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  13. Fabrizio, mi comentario fue en respuesta al de carlos2 que desacredita a un comentarista del blog, podés leer más arriba para entender de qué viene la cosa y el motivo de mi defensa, fundamentada contra un integrante y contribuyente del blog. La pelea por la "autoridad" y el "expertise" de quién realiza un comentario "versus" quien escribe la nota, fue disparada y propuesta por Carlos Alosio, que te repito, es uno de los que da forma y vida a este blog. Justamente estoy en absoluto desacuerdo con esta forma de discutir y creo nuevamente que el ánimo de tu post también tiene mucho que criticar. Que es eso de llamar a la gente totalitaria? Y quién dijon que Mría José no sabe de qué habla?! Me da la impresión de que tanto la columna como el comentario de sus propios colaboradores movieron mucha cosa que pusieron nerviosos a varios... estaria bueno "repensar" cual es el sentido y la rigurosidad que quieren que tenga su blog.

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  14. Me alegra que la nota haya generado algo de polémica. Para eso es este blog. Ninguna de las opiniones aquí volcadas pretende ser verdad absoluta. En lo personal opto por no citar en las notas porque me gustaría que personas ajenas al mundo académico lo puedan leer, se interesen por leerlo. Es otro género. No es un artículo académico. Es una nota. Y creo que a los académicos nos cuesta mucho salirnos de la protección de las citas, de la autoridad que ellas nos dan y nos animamos poco a decir lo que pensamos, de una manera fundamentada. Esta opinión en particular obviamente está fundamentada en muchas cosas que leí y en mi propio trabajo empírico. Pero es no interesa tanto como poderlo articular en una opinión fundamentada que no pretende ser más que eso y que está abierta a la discusión. Estéticamente hablando, creo que las notas de este tipo deben mantener un lenguaje fresco y claro, sin demasiadas citas ni términos endogámicos. Más allá de que me resulta sumamente interesante que en los comentarios se sugieran casos, investigaciones, referencias, que contribuyan al tema. Eso me resulta muy útil

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  15. Fabrizio: Estoy de acuerdo con muchas de las cosas que escribís en tu post, salvo con tu descalificativo personal. Por pensar distinto que vos, nadie se merece que desde el anonimato deslices que detrás de sus comentarios hay ideales fascistas. Es una pena que por el simple hecho de no compartir ideas, la gente se quede con las "personas" y se olvide de las "razones". Realmente, una pena.

    Maria Jose: Estoy 100% de acuerdo con tu ultimo post. Ademas, me gusta mucho lo que hacen y creo que la mejor manera de trasmitirlo es participando en el debate, sobre todo cuando estoy en desacuerdo. Una lastima que, en esta oportunidad, el debate se haya salido de foco.

    Saludos,

    Carlos Diaz
    carlosdi@gmail.com

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  16. Estimado Carlos1:

    En primer lugar, estoy sinceramente impresionando con la calidad de tu aporte. Estoy familiarizado con parte de la literatura que mencionas, y otra no la conocía, de modo que para mí me resultó muy enriquecedor. Admito que cuando dije “en un plazo razonable”, mi intención era que en la medida de lo posible, mientras el tema estuviera en discusión, pudieras dar una respuesta al pedido, porque después, viene otro post y todos pasamos a otra cosa. No esperaba una respuesta tan rápida y tan completa. Por otra parte, creo que a veces se pueden llegar a estos problemas, cuando uno dice “está probado en la literatura”, es donde se entreveran un poco los objetivos del blog (el de si tiene que tener un tono de opinión personal o si tiene algún cometido académico”. Por esta razón, y a título personal, considero que en estos casos no está demás preguntar cuál es esa literatura a la que se hace referencia.
    Entrando de lleno a tu respuesta, creo que te concentras en un enfoque particular de la inseguridad, que es el de “fear of crime”. Y existen varios enfoques alternativos a este problema. He aquí un breve listado de literatura que va en contra de tu idea de que los medios no afectan a la opinión de la gente sobre el tema de la inseguridad:

    Altheide, D. (2006) The Mass Media, Crime and Terrorism. Journal of Internationa Criminal Justice Vol.4. Pp. 982-997.

    Altheide, D. y Michalowsky, R. (1999) Fear in the News. A discourse of Control. The Sociological Quaterly. Vol. 40. Pp. 475 – 503.

    Chiricos,T. Padgett, T.; Gertz, T. (2000) Fear, TV News, and the Reality of Crime. Criminology. Vol. 38. Pp. 755 – 786.

    Chiricos, S. Eschholz y Gertz. (1997 )Crime, News and Fear of Crime: Toward an Identification of Audience Effects. Social Problems. Vol. 44. Pp. 342-357.

    Commission on English Prisons Today. The role of the media in shaping penal sentiment: Briefing paper.

    Barbara, E. (2008). ‘The Maddie Story is already a soap opera, so why the moral panic over the movie?’ The Observer. January 13, 2008. Available online at http://www.guardian.co.uk/commentisfree/story/0,,2240109,00.html.

    Erickson, R. (1991). Mass Media, Crime, Law, and Justice. An Institutional Approach. British Journal of Criminology. Vol. 31. Pp. 219-249

    Greer, Chris. (2003). Sex Crime and the Media: Sex Offending and the press in a divided society. Cullompton: Willan Publishing.

    Reiner, R. (2007).Media-made Criminality: the representation of crime in the mass media. En the representation of crime in the mass media 302 – 338. En Maguire, Morgan & Reiner: The Oxford Handbook of Criminology. Oxford University Press. United Kingdom.

    ________(2002) Media made criminality: The representation of crime in the mass media. In: Reiner, Robert and Maguire, Mike and Morgan, Rod, (eds.) The Oxford Handbook of Criminology. Oxford University Press, Oxford, United Kingdom. Pp. 302-340.

    Willem Koomen, W.; Visser, M. y Stapel, D. (2000). The Credibility of Newspapers and Fear of Crime. Journal of Applied Social Psychology. Vol. 30, Pp. 921–934.

    Finalmente, considero que hay parte de la literatura que mencionás no se relacionan con tu argumento. Si encuentro una relación con el clásico de Howard Becker, no tanto con los clásicos como Smith, Beccaria, Hume, etc. Tampoco con los de Gary Becker, que fue uno de los pioneros en el enfoque racional en la explicación racional del crimen. Pero no sobre la inseguridad.

    De todas formas, y con honestidad, me dejó más que satisfecho tu respuesta a mi pedido e insisto, lo considero uno de los mejores aportes que se ha realizado a este blog.

    Saludos cordiales,

    Carlos Aloisio.

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  17. Estimado/a Guiliani:

    Creo que el caso de caso New York y la política de “tolerancia cero” implementara por el gobernador que lleva tu mismo nombre no es comparable con el caso de los megaoperativos. La tolerancia cero fue una política de arresto arbitrario, por el “delito de portación de rostro”, básicamente. Loïc Wacquant, tiene un libro, “Parias Urbanos”, donde realiza una muy buena descripción de esa política. Finalmente, mis disculpas si el tono de mi comentario pareció soberbio. No voy a discutir sobre tus ironías o descalificaciones sobre mi vida académica o profesional. Creo que las pruebas de mi comentario no tenía una intención ofensiva están a la vista: recibo como respuesta un comentario que enriquece muchísimo al debate. Si creo que esta premisa que enuncias sobre “cualquiera puede opinar lo que quiera” es errónea. Cualquiera puede opinar sobre lo que sea en tanto esté dispuesto a dar argumentos de soporte, al menos como yo entiendo la mecánica de un debate civilizado.

    Saludos cordiales,

    Carlos Aloisio.

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  18. Veo que el debate ha retomado la intención de este blog y ojalá así siga.
    Creo que Giulani2 dio en el clavo cuando dijo que este tema nos pone nerviosos. A mi sí. Me enfrenta a encarar dos creencias preacadémicas, políticas, prejuiciosas…no sé cómo llamarlas. Por un lado que el gran problema es el empleo y que una vez que haya empleo se termina el crimen. Error. Y por otro que la policía no resuelve nada. Error. El Ministro Bonomi decía en su entrevista a Búsqueda, y creo que tiene razón, que la izquierda (y los uruguayos en general) debemos repensar nuestra relación con la policía.
    Me gustaría responder un poco ahora a los comentarios que han hecho.
    Uno que quedó olvidado arriba es el del tercer post, de un Anónimo, que preguntaba si el futuro de Montevideo era del Rio de Janeiro. Difícil hacer predicciones y difícil comparar con una ciudad tanto más grande que nuestra capital, con una historia de segmentación espacial y desigualdad económica mucho más larga y grande que la nuestra. Pero lo cierto es que nuestra Montevideo ya sufre graves problemas de territorialización de la pobreza y del delito. Y eso es grave.
    Quisiera seguir con algunos de los puntos que pone sobre la mesa Carlos (Diaz). Respecto a la premisa equivocada de que los medios estigmatizan, creo que el aporte de Fabrizio fue interesante para rebatir o discutir eso. Creo que los medios tienen un efecto en las personas que luego comparten y refuerzan con los pares. Muchos, tal vez la mayoría, de los Montevideanos nunca han ido ni interactuado con personas de Casavalle y aún así la zona es estigmatizada. Los operativos, creo, y contesto a la pregunta de Carlos sí pueden generar mayor estigma. Principalmente porque son focalizados y focalizados en asentamientos suponiendo que allí se concentran la mayor parte de los delincuentes y de algún modo haciendo equivaler concentración de la pobreza con concentración de delito, a priori.
    En NY en los 90s, experiencia de la que varios discuten en los comentarios, a diferencia de estos megaoperativos, se realizó una intervención de la ciudad en general, en distintos barrios, en espacios públicos, en el transporte público. Su problema no era ser focalizada territorialmente sino focalizada racialmente y en contra de las personas que habitaban las calles (Carlos A la describe muy bien como una política de rostro, en su comentario). Y todavía hay mucha discusión al respecto del rol de Giuliani y su estrategia policial en esta ciudad. Varios estudios relativizan ese rol diciendo que fue más bien la baja del precio del crack lo que llevó a la reducción de los homicidios y el crimen en general en la ciudad. Existen aún hipótesis más audaces (como la de los de Freakonomics).
    De todas maneras, nadie niega que el rol del aumento de la planta policial y de la estrategia tolerancia cero y “broken window” colaboró a mejorar la ciudad. Por eso en mi nota decía que debe hacerse caso por ejemplo a los vecinos de ciertas zonas que reclaman presencia policial, reclaman disuasión, piden protección. Pero no estoy segura de que un megaoperativo donde todos son culpables hasta que se demuestre lo contrario por vivir en un determinado lugar sea la manera de lograrlo, por las razones que mencionaba Cristian más arriba. Sí más presencia policial. Una policía en la que las personas del barrio confíen. Una policía que disuada. Una policía que ojalá logre lo que Carlos (D) vaticina: una disminución de la concentración de delincuentes que hace que ciertos barrios estén hoy estigmatizados en primera instancia. Pero eso no puede estar solo. Insistía en la nota con la regularización de los terrenos, y con infraestructura de alta calidad y proyectos sociales pensados para integrar (no solo a las personas que allí viven con el resto de la ciudad sino que el resto de la ciudad quiera ir a esa zona porque allí hay algo que no hay en el resto de la ciudad, sea una mega-obra arquitectónica o un festival de música).
    La seguimos…

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  19. Uh que entreverado viene esto
    Carlos1 solo por las dudas, y releyendo mi post se pudo haber entendido asi, no te estaba descalificando personalmente! (de hecho puse que el lenguaje me molestaba y que seguramente no era tu intencion). Pero la redaccion quedo confusa y es mi responsabilidad. No creo ni crei Carlos1 que eras un totalitario ni nada por el estilo y aprovecho para felictarte por tus aportes, pues son pocos los economistas trabajando en temas no economicos.
    Espero quede aclarado,
    Fabrizio

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  20. Quiero contestarle a uno/a de los primeros anónimos que preguntaba sobre el caso de Brasil. Así es la cuestión: hace aproximadamente 15 años, los narcotraficantes se fueron adueñando de los morros de Brasil. El primer operativo de "limpieza" puede verse en la película "Tropa de Élite", motivada por la llegada de Juan Pablo II. La policía se dedicó en secreto a crear una fuerza especial, que si no me equivoco, se llama "Policía Federal Paficadora", que es lo que se ve en la película. La idea de esta fuerza era formar una un comando de policías no corruptos, que puedieran combatir el crimen en las favelas. Sigo en el siguiente post.

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  21. Hace menos de dos años, comenzó el proceso de "desfavelización". Se comenzó con los morros más chicos, y se atraparon algunos peces gordos y otrs de medio pelo. El proceso fue disparado por varios eventos (el Mundial de Fútbol,ya que la final sería en Maracaná, Río; y los Juegos Olímpícos de 2016). El procedimiento consiste en entrar con fuerza bruta. Tanques, soldados. Una matanza. Luego subieron servicios a las favelas (cursos de capacitación, educación, salud). Los narcos pesados crearon un sistema de túneles que conectan las favelas, y ahora están atrincheraron en la favela de Rocinha. Los más pesados están ahí, y desafían a la polícía a ir a buscarlos. Sigo en el siguiente comentario.

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  22. Ahora, Rocinha se encuentra ubicada en frente Barra da Tijuca, donde viven las personas ricas de Río. La amenzada que han lanzado los narcos es que, en caso de ser desplazados de Rocinha, van a desbaratar Barra da Tijuca. Esto no es un gran problema, dado que es gente opulenta, que se puede mudar por un rato a otro lado. Pero cuando vayan a Rocihna, de verdad, va a ser una carnicería. A diferencia de lo que pasa en Uruguay, con los megaoperativos, aquí hay un plan por detrás. Primero, fuerza bruta. Luego, presencia policial, y finalmente, provisión de servicios. Adicionalmente, se tuvo en cuenta la posiblidad de que los integrantes de la tropa de élite se corrompieran en el mediano plazo, con lo cuál está pensado un sistema de rotación. Espero haber aclarado las dudas de anónimo/a.

    Saludos,

    Carlos Aloisio.

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  23. Fabrizio, gracias por responder, esta todo mas que bien de mi parte. Solo que ante la mínima duda, me gusta dejar claro en que terreno me resulta interesante la discusión y en cual una perdida de tiempo. Pero veo que pensamos igual. Saludos!

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  24. Estimada María José, me voy a concentrar en la siguiente parte de tu último post, que creo que es uno de los ejes centrales de tu columna inicial y donde vuelves a hacer hincapié en cómo la focalización de las políticas públicas puede estigmatizar a un sector de la sociedad:

    "Principalmente porque son focalizados y focalizados en asentamientos suponiendo que allí se concentran la mayor parte de los delincuentes y de algún modo haciendo equivaler concentración de la pobreza con concentración de delito, a priori."

    A mi entender, la distribución vía gasto público es el instrumento por excelencia que tiene cualquier gobierno que busca una sociedad en la que todos tengan igualdad de oportunidades. Cuando hablamos de gasto público, no hablamos de otra cosa que de políticas públicas. Debemos coincidir, que la seguridad es una de las políticas públicas por excelencia. Podemos debatir si la educación o la salud deben o no estar a cargo del Estado, pero creo que hay consenso de que la seguridad y la justicia deben ser responsabilidad exclusiva del Estado. Ahora bien, existen diferentes motivos por los cuales uno quisiera focalizar políticas de seguridad en los sectores más humildes de la sociedad.

    En primer lugar, el nivel de seguridad efectiva que recibe la sociedad se compone de gasto tanto público como privado. Cuando el sector privado entiende que la seguridad que brinda el gobierno es insuficiente, debe destinar recursos propios para acceder al nivel de seguridad deseado. Rejas, alarmas o guardias privados, son algunos de los ejemplos. Entonces, incluso cuando el Estado provea la misma calidad de los servicios públicos a toda la sociedad, habrá sectores que no tendrán los recursos necesarios como para cerrar el gap entre lo que reciben del Estado y el nivel de seguridad óptimo. Como consecuencia, tenemos aquí un causal de desigualdad social, incluso cuando el gobierno brinda a todos el mismo nivel de seguridad (obviamente, esta premisa es falsa, lo cual hace mas fuerte el argumento).

    En segundo lugar, esta situación provoca una clara externalidad negativa: los barrios con más recursos exportan actividades delictivas hacia aquellos que, por falta de recursos privados, ofrecen un menor nivel de seguridad (siempre, claro, controlando por el botín que es uno de los principales incentivos a cometer el delito). En otras palabras, los sectores menos protegidos de la sociedad son atractivos en términos absolutos, pero también lo son en términos relativos. Esto puede manifestarse en actividades delictivas concretas (hurtos, robos, etc.) o incluso, como ocurre a menudo, los barrios más excluidos son elegidos por delincuentes para ubicar su “casa matriz” (es más “seguro” tener la base de operaciones en un barrio en el que casi no entra la policía, que en Pocitos o en Punta Carretas). De esta manera, se degrada la calidad de vida de los vecinos que, en su gran mayoría, no son delincuentes.

    Entonces, no será que la focalización de las políticas apunta finalmente a la justicia social? Focalizar no es otra cosa que tratar “diferente a los diferentes” y creo que este debe ser el punto de partida cuando se busca una sociedad más justa. Cuando no focalizamos, corremos el riesgo que nuestras políticas, que procuran mayor justicia, no estén haciendo más que amplificar las diferencias existentes.

    Ahora bien, si la critica está vinculada al procedimiento empleado, entonces yo también tengo mis dudas. Tal vez los “megaoperativos” se puedan justificar por la situación de emergencia, pero no pueden ser una política de largo plazo. Por ejemplo, la policía de proximidad (o sea, funcionarios que estén vinculados directamente con el barrio y hasta llegan a conocer a los vecinos) es a lo que se apunta en muchos países. Por ejemplo, vivo en St. Louis, una de las ciudades más peligrosas de Estados Unidos, y escuchando los debates en PBR (la radio pública) hay una fuerte preocupación por la inseguridad y por cómo lograr que los barrios accedan a policías de proximidad.

    Perdón por lo largo del post. Saludos!

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  25. Estimado Carlos, muchas gracias nuevamente por tus comentarios. Aprovecho para contarte que la ultima parte de la bibliografia tiene que ver con el enfoque general que le di a mi post y no tanto al comentario particular sobre la estigmatizacion y el rol de los medios. Si bien Becker (me pongo de pie) en su paper seminal del 68 no se concentra en la sensación de inseguridad sino en brindar una version formal del "mercado del crimen" (cuyas ideas ya se exhiben en papers anteriores de autores como Smith, Betham o Hume), este no ha sido un tema dejado de lado por los economistas. La sensación de inseguridad (lo que en nuestro país se ha conocido, desafortunadamente, como "sensación termica") influye en el momento en el que las personas deciden la manera en la que van a asignar sus recursos. Si esto es solo una sensación, entonces podríamos tener una ineficiencia, algo que molesta mucho a los economistas (sin contar la "desutilidad" o malestar que padecen los individuos por percibir que pueden ser objetivo de acciones delictivas). Espero haber respondido tu pregunta. Saludos!

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  26. A quienes les interese conocer la campaña que hemos lanzado desde IELSUR contra las razzias (llamemos a las cosas por su nombre) puede entrar en www.ielsur.org
    Abrazos,
    dcv

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