La eventual coalición electoral entre blancos y colorados en Montevideo



La eventual alianza electoral entre blancos y colorados para competir contra el Frente Amplio (FA) en Montevideo es uno de los hechos más llamativos de la política uruguaya de los últimos años. La situación es destacable al menos por dos razones. Primero, por la intrincada ingeniería electoral que dicha estrategia supone. Segundo, porque esta jugada política implica una renuncia de los partidos tradicionales a competir de forma independiente contra el FA.

La siguiente es una de las tantas preguntas planteadas en este debate: ¿deberían los votantes del partido Nacional (PN) y el Partido Colorado (PC) preocuparse por una eventual coalición electoral? Existen al menos dos motivos que pueden preocupar a esos votantes. Por un lado, una eventual coalición electoral puede ser vista como una traición ideológica. Eso es, un sacrificio de los lineamientos ideológicos que identifican y distinguen a cada sector en pro de una potencial victoria en las urnas. Por otro lado, se puede cuestionar la capacidad que los partidos más antiguos de nuestro país han tenido a la hora de generar alternativas electorales seductoras y viables. En este segundo punto quiero detenerme.

Para empezar, puede ser un signo de preocupación que los partidos tradicionales no estén generando la renovación política necesaria para competir de igual a igual contra un partido que ha gobernado ininterrumpidamente el departamento desde 1989. En un total de cinco periodos de gobierno, la suma de los votos del PN y el PC solo superó en 1989 y 1994 el total del caudal del FA. De ahí en adelante, el FA siempre obtuvo más votos que la sumatoria del resto de los partidos.

Asimismo, la última elección departamental estuvo marcada por un llamativo alto número de votos en blanco y anulados.  Para ponerlo en perspectiva, el número de votos en blanco y anulados en la última elección fue de 121.670, eso es un 13.8% de los votantes.  Ese número es más del doble del máximo registrado desde la restauración democrática (5.8% en 1989). No es demasiado arriesgado pensar que esta cifra histórica de votos en blanco puede ser explicada tanto por la inoperancia de los partidos tradicionales para captar votos del FA como por el desgaste de la gestión de este último después de dos décadas en el gobierno.[1]


Fuente: Elaboración propia en base a datos del Área Política y de Relaciones Internacionales del Banco de Datos de la FCS, UDELAR.


Las mediciones de opinión pública referentes a la gestión de los últimos dos intendentes del FA sirven para apreciar la magnitud de ese desgaste. Por ejemplo, de acuerdo a una encuesta de opinión realzada por la consultora Cifra en setiembre del 2012  (ver figura 1), un 55% de la población de la capital del país desaprobaba la gestión de Ana Olivera. Para esa misma fecha, tan solo un 29% aprobaba su gestión. Esos números son notoriamente peores que los obtenidos por el intendente anterior, Ricardo Ehrlich, quien culminó su mandato con una mayoría desaprobando su gestión. En un escenario desfavorable para el Frente Amplio que data de varios años, ¿Cómo es posible que los partidos tradicionales no hayan generado una oferta electoral atractiva para captar aquellos ciudadanos descontentos con la gestión del FA?




Históricamente, las elecciones municipales uruguayas han favorecido la permanencia de los partidos incumbentes. Por ejemplo, desde la promulgación de la ley de creación de intendencias municipales en 1908 y hasta la irrupción del Frente Amplio en 1989, la intendencia de Montevideo había tenido casi exclusivamente intendentes afiliados al partido Colorado. Las dos únicas excepciones fueron el triunfo del PN en las elecciones de 1958 y el mandato de Juan Carlos Payssé quien gobernó la intendencia durante los últimos dos años del periodo militar (1983-1985).

Pero ese fenómeno no  solo ha ocurrido en Montevideo. Desde el retorno de la democracia, nueve departamentos del interior han mostrado una variación en el mandato departamental menor o igual a la de Montevideo.[2] Notablemente, sin embargo, de los cuatro departamentos que reúnen el 64.01% de la población del país (Montevideo, Canelones, Maldonado, Salto), Montevideo ha tenido la menor alternancia en el gobierno departamental. Si sumamos Montevideo a los nueve departamentos con escasa o nula alternancia en el gobierno departamental, podemos decir que el 64.31% de los uruguayos ha sido gobernado por un mismo partido durante al menos cinco de los seis periodos de gobierno departamental post dictadura.

Hasta qué punto esa escasa alternancia es deseable para la democracia y el gobierno departamental es un debate abierto. Lo que sí parece claro es que una eventual coalición electoral del PN y el PC resulta a priori un intento razonable para incrementar su competitividad electoral. Ante este nuevo escenario, el FA deberá esforzarse más no sólo en diseñar y ejecutar una mejor campaña electoral sino fundamentalmente en superar gestión gubernamental. Ambas consecuencias deberían ser tomadas como una buena noticia por oficialistas y opositores.



[1]    Ver por ejemplo: Freigedo, Martín  y Miguel Lorenzoni. 2011. ``La capital se vistió de blanco. Elecciones departamentales y municipales en Montevideo'', En Antonio Cardarello Altair Magri (coord): Cambios, certezas e incertidumbres Elecciones Departamentales y Municipales 2010. Publicación del Instituto de Ciencia Política Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República Congreso de Intendentes. pp.37-58.
[2] Este es el caso de los departamentos de Colonia, San José, Tacuarembó, Cerro Largo, Durazno  (todos con seis gobiernos ininterrumpidos del PN), Rivera (un gobierno del PN y cinco del PC),  Soriano, Lavelleja (con un gobierno del PC y cinco del PN), y Treinta y Trés (un gobierno del FA y cinco del PC). 

Los nórdicos deben estar locos: Del Ombudsman y otros cuentos



"Geysir":junto con el ombudsman otra invención nórdica


El  reciente debate político sobre el defensor del vecino, en Montevideo ha abierto una serie de preguntas interesantes sobre para que existen esta clase de instituciones, y su relación con el poder político en el Uruguay y en particular en la capital  ¿ Deben los habitantes de Montevideo tener a alguien que los "defienda" más alla de sus representantes electorales o dirigentes barriales? ¿ Tiene cabida en un sistema tan garantista cómo el uruguayo un defensor del pueblo? ¿ Sirve para algo en la ciudad de Montevideo?¿ Tiene sentido haber armado uno a nivel nacional?  Siguiendo un intercambio que mantuve con algunos legisladores locales y nacionales, en este post voy a responder de manera lisa y llana alguna de estas preguntas.  Al final voy a concluir (no muy sorprendentemente)  que estamos mejor con  instituciones  como los Ombudsman locales y nacionales efectivos que sin ellos.


Suecia, Barrio Sur y después: Un ombudsman en el Plata

Además de exportar Vodka Absolut y novelas un tanto oscuras, la sociedad sueca ha sido bastante creativa a la hora de pergeniar nuevas instituciones que protegen sus libertades individuales y colectivas, y así en el siglo XIX crearon  el Justitieombudsmannen  (si, acertó es sueco y significa el representante de la justicia) en 1809, en el contexto de la limitación del poder absoluto del monarca, y la expansión y protección de la libertad de expresión e información. El Ombudsman nace como un oficial del parlamento para proteger y controlar el Poder Ejecutivo, auditar las cuentas públicas y potencialmente defender en las cortes a los ciudadanos frente a los abusos de la administración. La institución nació de circunstancias históricas bien específicas,  pero ya había tenido precursores en China, la propia Suecia y posiblemente el Reino de Aragón.  Los gobernantes por más absolutos que fueran, no gustaban de que sus funcionarios abusaran de su poder en su ausencia.  Auténtica visión de largo plazo.

¿Cómo llega esta idea "de boutique nórdica" a las tierras gauchas? Luego de la  Segunda Guerra Mundial  y frente a la creciente expansión del aparato estatal,  la idea sueca comienza a ser retomada con variantes por el mundo. El primer país anglosajón en tenerlo fue Nueva Zelandia en 1962, y luego se expandiría por  Europa. Tras la caída de las dictaduras de Salazar y Franco en la península ibérica y sus correlatos en América Latina la idea del Ombudsman adquiere una dimensión de protección y promoción de los derechos humanos.  No son necesariamente una sola persona, y existe algunos que son especializados en temas cómo niñez, o discapacidad. Uruguay llegó tarde y recién el año pasado conformó un Ombudsman a nivel nacional, aunque desde 2003 (y funcionando desde 2006) tiene un defensor del vecino a nivel local solo en Montevideo. 

La función de estos organismos en tiempos modernos  es recibir denuncias concretas sobre posibles vulneraciones a sus derechos, o posibles malas prácticas administrativas por parte de la ciudadanía e investigarlas, emitiendo recomendaciones a las autoridades generalmente no vinculantes aunque usualmente con gran carga moral. Las características de estos organismos, más alla de sus variantes son independencia (son generalmente nombrados por el poder legislativo con grados importantes de consenso y deberían tener  y ejectutar su propio presupuesto), imparcialidad, accessibilidad e inmediatez (la gente no debería pagar por acceder), y poder de acceder  a la información en poder de la administración. Sus recomendaciones son por lo general no vinculantes pero llevan un peso moral importante. Los ombudsman han sido a nivel comparado la voz de las minorías  de toda índole, los últimos bastiones de las libertades civiles,  y usualmente la voz de los sin voz. 

 La boutique nórdica y el zaguán criollo: ¿ Para que una defensoría?


A raíz de la no renovación del actual y primer defensor del vecino de Montevideo en el cargo los medios y redes sociales dieron amplia cobertura al tema.  Sin embargo informarse sobre las razones que llevaron a la no renovación del actual defensor no fue fácil debido a los tiempos que la Junta Departamental toma para procesar sus actas, así como que los informes de los partidos políticos no estaban publicados en línea. En síntesis la falta de información oportuna hace difícil opinar sobre el tema en Uruguay*

La crónica de varios diaros sobre la sesión es tragicómica e incluye discusiones sobre la Iglesia Católica, retiro de la bancada del Partido Nacional y otras perlas para quienes se dedican al estudio de los legislativos de  gobierno locales. Se dijeron muchas cosas previo a su destitución (que era ya bastante anunciada) y durante, y no puedo cubrirlas todas.  Quisiera  resaltar tres puntos que me llamaron la atención y que no están directamente relacionados con la no renovación en el cargo del actual Defensor:

a) Que el Defensor del Vecino no debería existir porque ya hay mesas de vecinos, así como otras vías administrativas (Jerarcas de la IM y ediles del Frente Amplio) La frase más representativa es del legislador Meroni  "El Espacio 609 no estuvo ni está de acuerdo con la figura del ombudsman, porque entendemos que la mejor defensa de los vecinos, son los propios vecinos organizados",
b) Que el Defensor del Vecino "promueve consumidores y no tanto ciudadanos" (militante de redes FA via twitter)
c) Que el Defensor del Vecino tuvo un comportamiento erratico y opera a su convenciencia personal y política. En cita al edil del PC Tulio Tartaglia "Yo me pregunto qué compromiso tiene con la ciudad el ombudsman cuando desconoce cuestiones indispensables y que aquejan a los montevideanos. Y no denuncia ni cuestiona la ineficiencia de la gestión municipal",

Sobre el primer punto, la conveniencia de no tener una institución como el defensor del vecino, y la "autorganización vecinal" hay mucha tela para cortar. El argumento es siempre repetido en otros países contra esta clase de instituciones (curiosamente por quien está en el poder, o tiene algun poder en el sistema) para no ser desplazado como posible canal de demanda.  En ese sentido algunos legisladores locales no están solos, pues ya los legisladores ingleses intentaron, con éxito, que cualquier denuncia a su ombudsman, pasará siempre primero por ellos que debían dar su beneplácito. Eso es así hasta hoy pero la práctica ya está en pleno desuso. Variantes de este argumento se pueden encontrar en "ya tenemos municipios, para que más" y alegatos que hay otras instituciones que ya cumplen su rol. Claramente, ninguna cumple el rol de defensor del vecino, particularmente aquellas que dependen del ejecutivo comunal.

Hay razones filosóficas también para estar en contra de un ombudsman, como la creencia de que ya los gobernantes representan suficiente  y perfectamente al pueblo por ejemplo. Razones nobles basadas en la supremacía de la voluntad popular que probablemente desconocen el funcionamiento no solo de la política, sino también de la administración pública. 

La idea de que los ombdusman promueven consumidores es interesante porque en otros contextos las defensorías se han entrometido con poderosas corporaciones que además de violentar los derechos humanos, también afectaban a los ciudadanos como consumidores. Sin embargo dudo de que la Defensoría del Vecino (o el Ombudsman en general) sea la panacea de un neoliberal  de los 90. En todo caso, los Ombudsman no promueven ciudadanía, la defienden frente a  posibles abusos o errores de la maquinaria estatal (a veces en conjunto con alguna empresa privada).

El tercer punto ataca la supuesta falta de compromiso del defensor y posiblemente a sus manejos políticos. Este argumento no se sostiene en base a los propios Informes que la Junta ha aprobado donde por  6 años, donde surge una serie de interacciones importantes con la ciudadanía en varias áreas, desde cuestiones mínimas como podas, a cuestiones de salubridad de viviendas. Los ataques de todas formas son a la persona en el cargo, y al hecho que la institución no sea suficientemente conocida (algo sobre lo cual no tengo certeza existan mediciones de opinión pública), pero puede explicarse por el relativo magro presupuesto de la misma.

Los políticos nórdicos deben estar locos: razones para controlar al poder

La existencia de estas instituciones es bastante contraintuitiva si se impulsa desde quien esta en el poder: ¿Porque tener a algunos que en definitiva limitan el poder de los legítimos  representantes del pueblo? ¿ No es acaso como "dispararse en el pie" tener un Ombudsman en la capital o a nivel nacional? Muchos políticos deben hacerse estas preguntas.  En esta sección voy a dar  tratar de responder de manera sencilla a estas interrogantes.

La idea de que el poder, de quien sea que lo tenga, debe ser controlado no es nueva y el Ombudsman en su expansión por el mundo, es uno de los tantos instrumentos que han florecido para controlar el poder del Estado. Un poder que no es monolítico, que se compone de varios actores, y que ocasionalmente termina ignorando o violando los derechos de los ciudadanos.  Cuanto más complejo es el Estado más necesidades hay de instrumentos de control, pues por más buena voluntad y honestidad que tengan los representantes (un supuesto bastante generoso) no pueden dar respuestas a toda la ciudadanía. Por otro lado, por más plural que sea un régimen, no todas las voces serán escuchadas ni todos los problemas visibilizados, en resumen no todos los derechos serán protegidos. He ahí, la labor de los ombudsman hacer esto posible.

Por supuesto estas instituciones son un dolor de cabeza para quien gobierna (y ocasionalmente para la oposición) pues por un lado mete en agenda temas espinosos al gobierno, y por otro roba "cámara" a la oposición. Si es claro que para la Intendencia resultó un dolor de cabeza, y motivó cambios en sus procedimientos, lo que en general fue en beneficio de la ciudadanía y molestía de alguno de sus jerarcas (la mayoría de ellos no electos directamente por la ciudadanía) 

El problema (particularmente para algunos de los legisladores  locales del FA) de argumentar en contra de la existencia de estas instituciones es que el gobierno a nivel nacional, ha puesto en marcha el llamado Instituto de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo, que ya ha a comenzado a trabajar en temas espinosos. Por supuesto, son dos instancias distintas pero buena parte de los argumentos contra el Defensor, también se esgrimieron en Uruguay contra el Instituto, por parte de la oposición. Y cuanto más se ejercitan esta clase de argumentos, más pueden convertirse en un boomerang.  Y ese boomerang no le conviene a nadie, notoriamente a la creciente cantidad de personas que canalizan sus demandas a través de esta clase de instituciones, ni en general a la siempre tildada de "ejemplar" democracia uruguaya.

Al decir de  Guillermo  O'Donnel, lo que llama la atención sobre las instituciones de  rendición de cuentas horizontal, en sencillo la existencia de instituciones con capacidal legal y de hecho para controlar al poder, es su falta.  En el caso uruguayo además, su tardía aparición (salvo por las presentes en la Constitución), los cuestionamientos  desde el sistema político a la mismas y lo poco que sabemos sobre como funcionan.  La ciencia política local, tradicionalmente enfocada en cuestiones vinculadas al sistema electoral tiene un debe importante en el estudio de estas instituciones, siendo el caso más obvio por los eventos recientes el Poder Judicial. Al soslayarlas o dejarlas en manos de los abogados constitucionalistas, nos hemos perdido de ver una dimensión importante del poder y su control.  

Sin duda el Defensor del vecino tendrá mucho que mejorar a en su interacción con las autoridades departamentales en la forma en que emite recomendaciones  y en sus procedimientos, pero una cosa es mejorar, otra distinta es desaparecer. La realidad es que también en los países nórdicos se cuecen habas, también existen problemas con el uso político de los reportes y recomendaciones de esta clase de instituciones, pero son debates mucho más cuidados, pues lo que está en juego es la voz de mucha gente, por alguna razón u otra, no encontró satisfacción en el sistema.  Y cualquier político en el poder, local o nacional, debería tenerlo presente. Nunca  se sabe, cuando uno vuelve  a ser oposición o simplemente pueblo. Y viceversa.


Bibliografía


Para un estudio completo de estas instituciones

Gregory, Roy and Philip Giddings, eds. 2000. Righting Wrongs: The Ombudsman in Six Continents. International Institute of Administrative Sciences, Vol. 13. Amster- dam, The Netherlands: IOS Press.

Para un estudio sobre las relaciones entre parlamentos e instituciones de rendición de cuentas horizontal Scrollini, Fabrizio (2012) Advancing Democracy Improving Horizontal Accountability in Serbia, UNDP disponible aquí

Para materiales en español en este link  de la Federación Iberoamericana de Ombudsmans.

Para un caso de estudio del Ombudsman de Perú un buen post de Tom Pegram aquí
*  Agradezco a la edila Rosana Paredes me facilitó las actas de sesión de la Junta mientras no estuvieron en línea  El 12/4/2013 incluí que clase de actas fueron facilitadas a raiz de un intercambio con la mencionada edila.
** He usado la palabra Ombudsman en sentido amplio. Otras acepciones son Ombudsperson, Defensoría, Defensor et.c, siempre refiriéndome a la institución no a las personas que su cargo ocupa o su genero.



Educación: ¿Habemus EL modelo?


Foto: Inés Arioni / Josefa Trolio
Hace ya un tiempo que se menciona al Liceo Jubilar como modelo ejemplar de centro educativo. En las últimas semanas, la experiencia de este liceo cobró aun mayor trascendencia en los medios.[1] Para los que aun no han oído hablar de él, el liceo Jubilar es un colegio privado gratuito ubicado en Casavalle. El liceo es de tiempo completo: además de los cursos reglamentarios exigidos por ANEP, los estudiantes participan de apoyo académico, talleres recreativos e inglés. El modelo educativo está centrado en la disciplina y requiere de la participación familiar en tareas como la limpieza del centro, colaboración en la cocina y acompañamiento en actividades.[2] Para poder postular es necesario residir en Casavalle, no haber repetido más de dos años, habitar en un hogar con ingresos inferiores a la línea de pobreza y contar con familiares dispuestos a participar en las actividades antes mencionadas.[3]

Aprovechando que la selección de postulantes se efectúa por sorteo, Balsa y Cid (2011) realizaron una evaluación de impacto del modelo educativo de este centro comparando el desempeño de adolescentes que fueron sorteados para ingresar al Jubilar con aquellos que no resultaron sorteados y por tanto debieron asistir a liceos públicos. El estudio encuentra que asistir al Jubilar reduce sustancialmente la probabilidad de deserción y de repetición si bien no encuentra diferencias en el desempeño en pruebas de lectura y matemática. Tal como mencionan sus autores “…las conclusiones de este estudio sólo son extrapolables a adolescentes procedentes de familias de contexto socio-económico desfavorable (por debajo de la línea de la pobreza), sin rezagos previos de más de 1 año en el sistema educativo y con una motivación que los lleva a buscar alternativas educativas superiores para sus hijos” y que a su vez“…cumplen con mínimos criterios de inclusión.”[4]

A fines de 2012, junto con Alina Machado realizamos un seguimiento a adolescentes de aproximadamente 15 años que se desvincularon del sistema educativo antes de finalizar ciclo básico. En total se realizaron 207 encuestas telefónicas y 30 entrevistas en profundidad.[5] Si bien recién estamos comenzando a procesar esta información, vale la pena comentar algunas cifras y percepciones que surgen de dicho relevamiento. Existe un porcentaje nada menor (31%) de adolescentes desvinculados del sistema educativo que nunca alcanzó a inscribirse en alguna institución de educación secundaria. En lo que refiere a las razones por las que dejaron de estudiar, 42% argumentó como motivo principal que no le interesaba lo que aprendía, siendo la segunda razón más citada después de “dejaste de estudiar porque te resultaba difícil” con 46%. Quizás algún lector se pregunte: ¿Cuántos años estudié cosas que no me interesaban? La diferencia es que el lector de este blog probablemente continuó estudiando porque estaba rodeado de ejemplos que reafirmaban la idea de que estudiar valía la pena. En cambio, al indagar sobre las percepciones acerca de lo que aporta continuar estudiando, varios de los adolescentes que participaron de las entrevistas en profundidad argumentaron que no creen que finalizar la secundaria sea de mayor utilidad para quien no va a seguir una carrera. Sí consideran que es importante terminar el ciclo básico para así poder conseguir un trabajo. Sin embargo, perciben que los mejores trabajos se consiguen por contactos más que logrando un mayor nivel educativo.

Fruto de la convicción de que es preciso modificar la propuesta educativa a modo de motivar a los adolescentes de contexto desfavorable, el filósofo Alejandro Piscitelli y su equipo de la Universidad de Buenos Aires desarrollaron el proyecto 1a1 Sarmiento. Esta es una experiencia pedagógica piloto llevada a cabo en el colegio Domingo Faustino Sarmiento de Buenos Aires. El proyecto provee una computadora a cada estudiante y emplea facebook como plataforma pedagógica, procurando estimular el aprendizaje entre pares y los vínculos personalizados con docentes. Se trabaja relacionando materias en la modalidad por proyectos.[7] Aun no existen evaluaciones de impacto disponibles de esta experiencia innovadora pero valdría la pena seguir de cerca su evolución.

Otro resultado del seguimiento a adolescentes realizado junto con Alina Machado, que considero merece la pena resaltar es que, ante la pregunta de quién tomó la decisión de dejar de estudiar, sólo el 40% respondió que la decisión fue suya y que su familia no lo apoyó en su decisión. Es decir, en la mayoría de los casos los adolescentes argumentaron que la familia estuvo de acuerdo, no opinó o incluso fue decisión de la familia que dejara de estudiar. A ello se suma de que varios de los entrevistados presentaron situaciones familiares y personales sumamente complejas. En este contexto, es cuestionable en qué medida el sistema educativo puede lograr incidir sobre estas realidades, combatiendo la deserción. A mi entender, ello sugiere la necesidad de intervenciones más abarcadoras que apoyen a los hogares en el plano de la salud y de la atención psicológica, entre tantos otros aspectos.

El objetivo de esta nota es plantear que si bien es probable que haya adolescentes que se benefician enormemente en un tipo de institución como el liceo Jubilar, no considero que éste sea el modelo a replicar para solucionar los problemas de deserción que el Uruguay enfrenta. El modelo del Jubilar tiene como población objetivo familias que ya cuentan con especial motivación para que sus hijos logren un buen desempeño educativo. El sistema educativo debe procurar estrategias que logren motivar la asistencia en aquellos adolescentes provenientes de contextos igualmente o aun más vulnerables que no cuentan con ese apoyo familiar y que no consideran que culminar el ciclo básico es de suma importancia. Un modelo educativo centrado en la disciplina no surtirá efectos en estos casos. Además, la tarea de promover la retención escolar no puede ser encomendada únicamente al sistema educativo. La problemática detrás de la deserción parece ser mucho más compleja.




[2] Balsa A. y Cid A. (2011) “Evaluación de impacto de un centro educativo gratuito y Auto-gestionado en un Barrio de Contexto Socio-Económico Desfavorable de Montevideo.” Universidad de Montevideo.
[4] Balsa A. y Cid A. (2011) “Evaluación de impacto de un centro educativo gratuito y Auto-gestionado en un Barrio de Contexto Socio-Económico Desfavorable de Montevideo” pp. 23-24. Universidad de Montevideo.
[5] Este proyecto supuso el seguimiento de adolescentes provenientes de dos paneles. Por una parte, se procuró localizar a adolescentes que en 2006 participaron de la evaluación SERCE cuando se encontraban en tercer año de primaria y que actualmente no asisten a ciclo básico. Este seguimiento fue financiado por ANEP. Por otra parte, a partir de la encuesta llevada a cabo por Elisa Failache, Gonzalo Salas y Andrea Vigorito en el marco del proyecto “Bienestar multidimensional de la infancia. Un estudio en base a datos longitudinales sobre calidad de vida y situación nutricional”,  se contactó nuevamente a aquellos adolescentes cuya familia declaró que ya no asistían a un centro educativo.
[6] Estas cifras están en línea con la Encuesta de Hogares 2011.


Hacia un Plan Nacional de Formalización

La informalidad en el Uruguay ha bajado, levemente, en los ultimos a ños, al menos en su definición tradicional: son informales aquellos tr...